Apenas salieron los primeros rayos de sol iluminando el cielo llegaron a la frontera donde ya los esperaban. Un viaje corto pero madrugador dado lo cercano que ambas manadas se localizaban y que partieron a media noche para llegar antes del amanecer.
Su primer salida al exterior, fuera de la manada.
Los centinelas avanzaban a sus lados y otros detrás de ellos, era una visita de paz pero los alfas y betas que lo acompañaban no se veían amistosos, cargaban sus armas bajo sus vestimentas y mantenían una formación de defensa. Le asustaba mucho la idea de que existía una posibilidad de ser atacados. Tal vez lo había por lo que estaba mirando.
Al ser la primera vez en su vida en salir le daba miedo conocer nuevas personas, que no eran de su manada y que probablemente no les terminaría agradando, más aún al ser el Omega del líder alfa, una responsabilidad que cargaban sus hombros ante los demás y que debía representar en ese momento. Tenía miedo de no ser lo suficientemente bueno a la vista de las personas que los estaban esperando.
El alfa líder le pidió no verse ni ser débil o sumiso ante la presencia desconocida de la manada a la que estaban llegando, le prohibió bajar la cabeza independientemente de lo que sucediera, debía mostrarse superior y sin miedo a nada para demostrar quién era y a que manada pertenecía y protegía. Debía ser la imágen y protección de su manada.
Le causaba pavor no demostrar ser quién ellos esperaban que fuera, el alfa líder avanzaba a su lado tirando de las riendas de su caballo; intimidante y muy poderoso como lo conocía, parecía inalcanzable y lleno de poder como lo era un gran líder. Su cabello largo amarrado en un colega en la parte baja de su nuca denotaba las incontables batallas ganadas a lo largo de su vida, imponiéndose como el gran alfa que era. Su vestimenta verde con negro aferrándose a su cuerpo.
Se sorprendió al ver a todos esos centinelas avanzar a su lado tan intimidantes y peligrosos como si fueran a la guerra, su cuerpo temblaba al escuchar los cascos de los caballos y la armadura en sus cuerpos hacer contacto con la de los centinelas y la marcha que hacían al avanzar.
Jamás en su vida presenció una guerra, está era la primera vez que veía a tantos centinelas juntos con esas vestimentas tan diferentes a las que veía en la manada.
Recompuso su postura al ver a la distancia a la manada Kang esperándolos, sabía que eran ellos porque eran la razón de esa visita. Su grupo de centinelas también era grande, igual que el que los acompañaba a ellos; vestimentas similares a las de su manada pero en color azul con negro. Sus armaduras en el pecho y el símbolo en su escudo ondeando con el viento.
Tuvo miedo.
Entre más avanzaban hacia a ellos más miedo tenía, su cuerpo seguía temblando de miedo conforme los rostros contrarios se hacían más visibles. Trago pesadamente cuando se detuvieron a dos metros de distancia de la otra manada. Tan cerca que podía distinguir perfectamente cada rostro frente a él.
Su instinto le obligó a bajar la mirada ante el poder de los alfas que lo rodeaban y de los que tenía enfrente mientras el alfa líder y el otro alfa se saludaron, sentía la tensión en el aire, lo peligroso del encuentro que se estaba dando entre ambas manadas y lo que significaba ese encuentro.
Hizo una ligera inclinación de cabeza en respeto a los líderes presentes mostrándose respetuoso, al menos de esa forma movía su cuerpo un poco después de tanto mantenerlo tan tieso y recto del viaje. La primera vez que montaba a caballo.
— Omega líder, esperamos que su visita sea agradable para sus ojos.— parecía ser que la mujer que le hablo era la beta del líder,la pareja del alfa líder de la manada Kang.
Su postura recta le causo escalofríos, era intimidante; su cabello largo atado a una trenza tras su espalda, su perfil maduro pero conservado con los años, era por mucho más grande que él. Pero tenía un rostro joven y agraciado a sus ojos.
— Lo será, muchas gracias.— respondió tratando de no sonar intimidado por la situación, por las miradas que estaba recibiendo.
Por respeto a los líderes frente a él.
— Fue un viaje largo, por qué no tomamos un trago y descansan un rato después podremos continuar con la cacería, las liebres no se irán tan lejos si empezamos más tarde. — invito el líder Kang.
Asintió el comprensión esperando a que el alfa Min digiera algo, no se sentía con la confianza necesaria ni la valentía para responderte, prefería quedarse callado y escuchar como se desarrolla la situación. Necesitaba comprender cómo debía comportarse.
Saber si debía contestar o simplemente quedarse callado.
Al final terminaron descansando bajo la sombra de un enorme árbol con cada uno de lo centinelas alrededor de ellos, entendía que era por seguridad de ambas manadas. La mayor parte del tiempo guardo silencio, escuchando todo aquello que los dos líderes conversaban; empezando por el caluroso día que los abrigaba a las tierras que los rodeaban. Más de una vez notó que el líder Min tensaba su mandíbula en disgusto por algún desacuerdo con el líder Kang pero segundos después recobraba la compostura. No era fácil descifrar sus emociones pero trataba de identificar alguna de ellas si lo observaba por mucho tiempo.
La líder Kang de igual forma de mostraba silenciosa y de vez en cuando le miraba por largos segundos que lo incomodaban, aún era difícil mantenerse cómodo con todas esas miradas y aromas poderosos y territoriales.
— Lo felicitó por su enlace lider Min, le deseó muchas bendiciones.— si cuerpo se tenso ante lo dicho por la beta frente a él.
No había emoción alguna en su rostro de burla o enojo como los que recibió en su manada, fue extraño escuchar una felicitación de alguien que no conocía.
— Gracias. — susurro tratando con todas sus fuerzas de no bajar la mirada.
No debía, no podía verse sumiso ante otros líderes o el alfa Min se molestarla con él. Eran pareja pero seguía siendo su líder.
— Es una tradición de nuestra manada hacer la cacería de la liebre antes de la temporada de siembra, es importante siempre cazar la mejor liebre para ser ofrendada a nuestros dioses.— asintió en comprensión escuchando atentamente lo que decía la líder frente a él.
No quería verse irrespetuoso ante ella.
— Escuché que es la mejor en cacería. Líder Kang.— una sonrisa orgullosa se mostró en el rostro sin emociones de la mujer frente a él.
Asustandolo al no entender el que de esa sonrisa.
— ¿Lo soy? No sé si sea la mejor pero año con año consigo cazar la libre más grande y gorda libre de toda la manada. Espero que esta ocasión llegué a superar mi racha Líder Min.— negó con rapidez ante ello.
— Aprecio su devoción al respecto pero no creo que eso suceda, me siento honrado al saber que piensa de mi como un gran rival pero ciertamente no estoy tan familiarizado con la cacería como usted líder Kang.— se apresuró a responder cuidando no ser grosero o imprudente con sus palabras, cualquier cosa que dijera podía causar problemas ante el líder Min y la manada.
Siguió con la mirada a la beta ponerse de pie a lo que imitó su acción.
— Me acompañaría a dar una caminata antes de comenzar con la cacería.— inconcientemente busco al líder Min buscando su aprobación o rechazo ante la sugerencia de la líder.
La aprobación del alfa Min fue lo único que necesito para seguir a la líder Kang siendo seguido por varios de los centinelas de su manada.
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El Omega del Alfa
FanfictionEl líder de la manada debía tomar a un Omega, cualquiera que fuera mandado a él, especialmente ahora que los ancianos del consejo lo estaban presionando con quitarlo de su lugar. #Historia original. #Prohubida su adaptación y/o copia. #Taegi