ADOLECER ▪

Capítulo 8

Capítulo 8:

Ada.

¿Por qué se me aparece Codi a cada rato? No sé. Solo voy a decir que el destino es un hijo de puta que vive aburridísimo, y aprovecha todas las situaciones para juntar a dos personas que se odian, somos algo así como su telenovela. Y esto no es de ahora, ya en tiempos de antaño, el destino jodia la vida de Elisabeth Benet poniéndole a cada rato al Señor Darcy, hasta que ambos aceptaron que jodidamente sentían algo estúpido llamado amor. Pero no, yo no soy una Benet y este molesto ser llamado Codi, no provocará caos en mi ser, no me voy a enamorar, porque el amor te hace débil, te hace hacer cosas estúpidas, te hace perdonar lo imperdonable. ¿O no? Bueno... hay una gran brecha entre sentir atracción física y estar enamorado, creo que estoy por mucho, muy, atrás de la atracción física. Si bien no dudaría demasiado en acostarme con él, mis emociones de frustración son más poderosas que las ganas de tener sexo, por lo que seguramente jodería ese encuentro. Además, una no debe hacerse demasiadas ilusiones sabiendo como es. Lo admito, soy bonita, o eso me han dicho, y bueno estoy un pocaso flacucha y plana de tetas, pero siempre se supo que una cara bonita y un cuerpo atractivo se corrompen con una actitud de mierda, y vaya que actitud de mierda que tengo, así que como una vez Adrik le dijo a Jude –"Hay que tener serios problemas mentales para fijarse en ti, así que quedo claro que no estoy muy bien de la cabeza" ─ en mi caso, tendrías que haber escapado del manicomio para fijarte en mi ser putrefacto. Son contadas con los dedos de una mano, las personas que soportan mi actitud y personalidad del orto. Así que esperanzas de que un chico tierno y atractivo me dé bola, son mínimas.

Mentalmente me doy cabezazos contra la pared, desando correr hacia la puerta. Él ser molesto avanza evitando mi obvia presencia, rumbo a la heladera, se sirve juguito de naranja en un vaso largo y se lo toma lento, mientras mira a la nada misma, o tal vez le gusta ver la mugre entre los sócalos de la pared, ¿Quién sabe? Will sale de la habitación, luego de darle una palmada en la espalda a su amigo insoportable, dejándome sola con él. Obvio que quiero seguir a Will, aunque me odie me evitaría por mucho una conversación que no quiero tener. Lentamente giro sobre mis talones para ir a la sala, pero... Codi me detiene mofándose de mí.

─ Miren quien regreso a mí.

─ ¡Cállate pescado! – Revoleo los ojos poniéndome de espaldas.

─ Uf, estamos de mal humor─ Se acerca a mí y me susurra─ ¿Y si vamos a jugar?

─ Ni en pedo juego contigo─ digo en plan de nena caprichosa.

─ Así que te enojaste por lo de la plaza... interesante.

Casi puedo sentir su sonrisa en mi oreja. Que alguien me explique ¡¿Por qué mierda tiene una voz tan seductora?!

─ Chúpamela Codi─ Le saco el dedo del medio a medida que giro para enfrentarlo.

─ Créeme que si pudiera lo aria.

¿¡Qué demonios me dijo!? Estoy en shock. ¿el niño bueno se tomó unas vacaciones? ¿O me lo cambiaron por un modelito más guarro? Me voy, listo y punto. Ignoro el posible hecho de tener la cara como un tomate. No me esperaba esa respuesta, ¡entiendan un poco! Saben que ganas me sobraron para hacerle alguna maldad o contestarle, pero de haberle contestado con una guarrada de seguro hacía algo impulsivo que todos sabemos, no iba a terminar bien, o en todo caso, terminaría muy bien seguirle el juego. Me siento refunfuñando en un sillón de la sala, posiblemente mi cara se aproxime a la del Grinch en un día malo. Siento el peso de las miradas puestas en mí. Will me mira con cara indescifrable, y luego de suspirar me presenta a su pequeño grupo.

Me siento un poco rara. Ahora entiendo a qué se refería Codi con –"¿Y si vamos a jugar?" ─ el grupo conformado por una rubia preciosa, un morocho con vibra de nerd, una chica alta con cabello azul, un guapo chico que seguro es deportista y Will, están jugando al Jenga Drink. Para los que no saben cómo es este juego te lo resumo; es como jugar al Jenga tradicional solo que en este la gran mayoría de los bloques posee una serie de instrucciones, como "bebe x1, bebe x2, distribuir x1, dividir tragos, todos beben, Yo nunca he, reto, configuración, bebe el viejo, bebe el bebé, regazo sentado, cambio de nombres, etc. En conclusión, en este juego existen un sinfín de maneras de ser humillado y terminar bien en pedo.