🐤T/n tuvo una adolescencia dura en donde sus seres más queridos fueron asesinados, con el tiempo encontró una familia no biológica con la que contar y por ordenes de la Liga de Villanos, comenzarán con una investigación a "Hawks" El héroe número 2...
Después de el lindo detalle de Keigo sobre hacer el desayuno nos dirigimos a la sala para pasar el rato, me esperaba algo...fuerte..
-Creo que ya viene siendo hora ¿No crees? - Habló el señor pollo mientras leía y miraba una revista. Asentí con la cabeza.
Dios ¿A quien engaño? Comenzaba a enamorarme de alguien, además de que tenía deseos sexuales.
Me sentía nerviosa, tenía miedo a que me doliera..era mi primera vez además de que había dejado la práctica en lo del amor.
-Acuéstate en la cama - De vuelta, estábamos en la misma cama matrimonial. -Y quítate la camisa. - Obedecí, no sabía por donde se tenía que iniciar, entonces dejé que él me guiara.
-Bien... - Me acomodé mejor en la cama quedando en el centro de ella - ¿Qué sigue?
-Ya lo veremos - Se quitó la camisa y de un bolso que tenía, sacó el condón que usaríamos
- ¿Cúanto? - Me miró.
-¿Qué? - Me sonrojé al pensar, desvié la mirada de sus ojos.
-¿Cuánto te mide? - Se rio pero no respondió, me di cuenta en cuanto lo vi.
-Mierda - Susurré aterrada pero al mismo tiempo excitada.
Se acercó directamente a mi cuello y comenzó a lamerlo, chuparlo y dejando besos húmedos en el, marcando pequeños moretones, mis piernas temblaban de nervios, excitación.
Fue bajando, dejando un camino de besos y quedando como restos, poca saliva fría, haciéndome temblar más, había sentido ya la lengua de Keigo en mi intimidad, pero no sus dedos.
-¡AH! - solté un fuerte gemido cuando sentí dos dedos queriendo entrar en el pequeño agujero de mi intimidad. - ¡¿Q-que demonios haces?! - Ahora estaba más nerviosa que antes.
-Pues así se comienza, niña - Continuó metiendo sus dos dedos en mi teniendo también un lubricante en ellos, dejando más fácil entrar.
Una vez que tenía dentro sus dedos, comenzó a moverlos para atrás y para adelante, dando como resultado de mi parte gemidos fuertes y mis piernas guangas y temblando, se sentía muy bien, además de que sentía de nuevo esa sensación de contracción dentro de mi.
Frotaba para atrás y para adelante, en una de esas mientras tenía sus dedos dentro de mi a fondo, alzó los dos para arriba, sentí un cosquilleo fuerte, una contracción, y quería mucho más de eso, así es..había tocado el punto G.
-Mmmmm! - Tapé mi boca para ahogar el grito que daría y Keigo solo reía en bajo, sabía que lo disfrutaba al igual que yo y con una de mis manos, hice puño arrugando la sábanas y arqueando mi espalda.
Keigo se enderezó y se acercó a mi boca dándome un beso apasionado, cuando este terminó y no alejamos jadeando, introdujo aquellos dedos que había metido en mi intimidad, y metió uno en mi boca.
Cuándo lo chupé y sentí mi propio sabor, Keigo lo sacó y se metió a la boca e otro dedo con mi sabor mientras que yo le miraba hacerlo, eso me hizo excitarme aún más.
-¿Keigo? -Me miró con lujuria en sus ojos dorados. Me puse sobre el con la intención de lamer su intimidad larga.
-Dios.. - se acomodó mejor al igual que yo, quedó mi cara frente a su pene. Lo tomé con una mano temblorosa y fría y comencé a masajear.
Al inicio era algo raro y tenía nervios pero después de unos pequeños y cortos minutos lo introduje poco a poco en mi boca y succionando, a veces fuerte, y a veces despacio, metiéndolo mas profundo y a veces dejando solo la punta en mi boca . Me encanta escuchar a Hawks remiendo.
Cuando ya ambos estábamos listos, lo suficientemente excitados, calientes o como quieran llamarlo, ahora ya no estaba nerviosa, solo quería más.
Sacó el condón del pequeño empaque en el que viene, se lo puso rápidamente y yo me acomodé arriba de él, lo puse directamente en mi pequeño agujero para que entrara en mi, y de una di un sentón.
-¡AHH! -los dos gemimos fuerte-
Seguí dando sentones y cuando comenzaba a cansarme. Keigo tomó mis nalgas y comenzó a levantarme, ayudándome mientras gemíamos fuertemente.
Dioss está tan profundo.
Lo sentía cada vez más profundo y se sentía bien pero al mismo tiempo dolía y sentía como me reventaba.
De la nada, me hizo salir de el, y volteó los papeles, el se colocó encima de mi y de una me volvió a penetrar, era suave pero salvaje.
Seguimos así, no quería que terminara pero en poco tiempo entro por completo y soltó un gran gemido mientras que mi interior se sentía algo caliente. ¿Keigo había llegado al orgasmo? Se vio tierno cuando sus plumas se esponjaron y temblaron, además de que se abrieron y extendieron.
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Los gemidos hacían eco en la grande casa
-Eso...se sintió bien.. - Cayó a mi lado, los dos rendidos de cansancio pero satisfechos de placer, nos quedamos así unos segundos, luego se levantó por unas toallas húmedas y me limpió como si fuera bebé.
-¡No soy un bebé! -Traté de levantarme pero sentí una punzada en mi vientre y un dolor de caderas que me obligó a volverme a acostar. -¿Que fue eso?
-Obvio, quedaste adolorida por las embestidas. - Respondió Keigo mientras me limpiaba con delicadeza.
Y de nuevo me quedé dormida sintiendo pequeñas caricias de Keigo limpiando el resultado del sexo que tuvimos juntos.