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Para la mala suerte del grupito, justo cuando la campana para entrar a clases fue tocada recién habían llegado lo suficientemente lejos como para que un posible Katsuki enojado al que su sueño fue perturbado por cuatro babosos les alcanzara y les explotara la cara, así que tenían que recorrer todo el largo camino de regreso a su salón, ya con la adrenalina hasta el piso y el cansancio hasta el cielo.

Iban demasiado callados para ser ellos. Eso no era algo común aunque gracias al tremendo susto que se llevaron podía ser comprensible, así hasta que a un pelirrojo con cachos como peinado se le ocurrió abrir la boca.

—Un momento... ¡Den–! —Se frenó. —Kaminari... ¡¿Por qué no has reaccionado después de ver a Midoriya junto a Bakugo de esa manera?! —Dijo exaltado mientras el de pelo color mostaza lo miraba confundido.

—¿A qué te refieres...?

—¡¿Cómo que a qué me refiero?! Pero si—

—¡Es tu novio, cabrón! —Dijo Ochako dándole un buen zape. Si no reaccionaba podrían estropear el plan.

—¡Ah! ¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Dónde?! ¡¿Por qué?! —Dijo confundido.

—Midoriya...—Dijo Mina.

—TU novio... —Le siguió el juego la castaña.

—Estaba CON Bakugo...

—Abrazado...

—De cucharita...

—Mientras dormían JUNTOS...

—¡¿POR QUÉ NO HAS REACCIONADO ANTE ESO?! —Dijeron las chicas a coro con un tono en su voz que asustaría a cualquiera.

—¡P-pues! ¡P-p-porque...! —Dijo tembloroso. —¡P-porque no logré verlo bien! —Uy, sí, qué creible. Genial.

Ambas jóvenes se dieron una palmada en la cara mostrando su evidente molestia ante la excusa barata que había puesto el rubio.

—¡¿O qué!? ¡¿Quieren que sea un jodido tóxico que haga berrinche por ver a su pareja con una persona equis?!

—La verdad, creo que eso hubiera sido más creíble que lo otro... —Le susurró la castaña a la chica alien.

—¡Igual, eso no importa! Luego hablaré de eso con él... —Kirishima se mostró interesado por esa aclaración y se hizo notar, cosa que molestó al otro. —¡EN PRIVADO! A solas, sin metiches. Sáquense a la verga.

Y así dejaron morir ese tema.

Siguieron su largo camino hacia el salón con un ambiente tenso entre los dos chicos que hacía que las chicas se sintieran incómodas al estar con ellas, así que caminaron un poco más rápido y lograron dejarlos atrás llegando así mucho más antes al salón, y grande fue la sorpresa de las chicas al ver que el rubio y el peliverde estaban aún más distanciados.

—¡¿PERO QUÉ CARAJ—?!

Continuará...

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Capítulo echo leña, pidoperdon, no hay inspiración chao

Ukes en ApurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora