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Las cosas estaban demasiado confusas para todos. Midoriya y Kaminari estaban actuando como una verdadera pareja, Bakugo los ignoraba, Todoroki iba avanzando con su pseudo terapia, Iida tranquilo con su vida y Kirishima no tenía ni pinche idea de qué estaba pasando, lo normal, pero, tanto Uraraka como Ashido estaban que se arrancaban los pelos de la desesperación porque ya no tenían ni idea de qué más hacer, así que, los reunieron a todos en la azotea de la UA.

—¡Ya me tienen hasta la madre, pinche bola de pendejos! —Una exaltada Ochako estaba al borde de que le diera una embolia.

—¡Uraraka, cuida tu vocabulario!

—No me intentes sermonear ahora, Iida, porque ¡Ya no sé qué hacer con ustedes!

—Pero si no hemos hecho nada... —Shoto, que estaba sentado en una esquina con una crayola y varias páginas para colorear, estaba confundido.

—¡Lo sé, lo sé, tú e Iida han sido los más tranquilos pero aún así tienen que escuchar lo que tenemos que decirles!

—Ustedes se complican demasiado entre ustedes solos, y eso que tener aquí a Bakugo parecía algo imposible pero incluso eso fue más sencillo que esto en lo que ustedes se han metido. —Dijo la pelirosa.

—¡Cuida lo que dices, alienígena!

—¡Cállate que sabes que es cierto!

—Para empezar, ¿Para qué estamos aquí? Tengo muchas cosas que hacer con mi chiqui Deku. —La mirada de las chicas al escuchar esto era para hacerles un retrato al estilo del renacimiento.

—No escuchaste nada de lo que dijimos, ¿Verdad?

—La verdad no, es que me perdí en los ojos de mi chinchulín. —Quizás había fumado algo antes de llegar ahí para estar así, jugando con la nariz y los dedos de Izuku. Eso o era pendejo natural (lo más seguro).

—¡Lo que sea! Todo esto es súper raro. Iida, tú trata de hablar con Todoroki. Yo sé en el fondo que ustedes se quieren bastante, sólo están babosos y no saben cómo hablar.

—Aprovecha que está tranquilo, descubrimos que ponerlo a colorear lo relaja y olvida casi todo.

—Ustedes dos se salvan, el verdadero problema era Todoroki y de él ya nos encargamos. Buena suerte, pierdete con él en esa esquina.

—Pero dijiste que teníamos que escucharlas... —Reclamó el mitad y mitad.

—Hace como dos minutos... —Recalcó Iida.

—Hagan lo que digamos o se pierden. —Ochako se sentía cada vez más en el límite, y sólo por eso le hicieron caso. —¡Ahora ustedes! ¡¿Qué hacen?! ¡¿Por qué de la nada se han invertido?!

—¿Qué quieres decir con eso? —El peliverde no entendía nada, pero se veía alegre de estar junto a Denki pues lo tenía abrazado, con sus mejillas pegadas.

—¡Tú! ¡Suéltalo! ¡¿No fuiste tú quien dijo que quería regresar con Bakugo?!

—¡Yo jamás he dicho eso! ¡¿Cómo que regresar?! Si nunca hemos sido nada. Kacchan y yo sólo somos amigos.

—¡Cómo si quisiera tener algo este bueno para nada!

—Y otra vez con la misma chingadera... ¡Ven! A eso es a lo que nos referimos. Ustedes fueron pareja. Bakugo, tú eres un idiota por dejarlo por un simple ramen.

—No sé de qué hablan, jamás aceptaría algo que venga de él.

—Bueno, hijo, ¿Tú estás pendejo o qué? ¡Si tenemos fotos!

—¡Mira! —La castaña le mostró una foto que habían tomado de ellos dos en esa misma azotea, de hace unas cuantas semanas atrás en donde aparecían ellos besándose.

—¡Quita esa mierda de mi cara! ¡¿Qué inteligencia artificial usaron para hacer tal asquerosidad?!

—¡Eso no...! ¡Kacchan y yo nunca hemos hecho algo así! Sólo ayer tuvieron que separarnos porque otra vez me voló la cara, ¡¿Cómo podría hacer algo así?!

—¡Sí, mi amorcito no puede acercarse a este!

—¡¿Este qué, pedazo de mierda?!

—Este ser humano, Diosito, no todo es algo malo, relájate... Ten, toma un Snicker. —Le ofreció la barra de chocolate pero tenía una apariencia muy extraña así que no lo aceptó. Más bien, también le volaron la cara.

—Ustedes están muy raros, pero sólo ustedes tres, Kirishima parece ser el único cuerdo de todos, ¿Verdad, Ashido?

—Real... Mírenlo. —Todos volvieron a verlo e inmediatamente se preocuparon. Estaba hecho pelotita, con la cabeza baja y suspirando. Eso era muy extraño. —¿E-estás bien? —No les estaba poniendo atención.

—¿Kirishima? —El nombrado levantó la cabeza y se asustó.

—¡N-no pasa nada! Sólo... ¡Tengo que irme! —Dicho esto, se regresó corriendo al salón con la cabeza gacha.

Todos estaban confundidos y preocupados por el pelirrojo. Algo andaba muy mal con todo eso.

—¡Espera, Kirishima! —Gritó el del rayo para luego seguirlo.

Nadie entendía nada, y al parecer la situación era seria.

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Denle la bienvenida al drama 👹

Ukes en ApurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora