Padre Soltero - Izuku x Nejire -

[SESENTA Y OCHO]

Ambos se quedaron viendo fijamente sin decir nada, ese momento se sentía el más incómodo de su vida.

Izuku: ¿Me vas a dejar pasar o no?

Fuyumi: P-perdón.

Al entrar al hogar Izuku pudo ver que ese apartamento era igual de pequeño que el que tiene ahora, aunque estaba en mejor estado.

Izuku: Te ha ido bien, ¿eh?

Fuyumi: Logré establecerme como una maestra, así que estoy estable.

Izuku: Que bien.

Fuyumi: ¿Quieres algo de tomar o...?

Izuku: No, gracias. No me voy a quedar, tengo una hija que cuidar.

Fuyumi: Ya veo.

Otra vez ese momento incómodo llegó, ninguno quería hablar pero debían hacerlo.

Izuku: ¿Por qué?

Fuyumi: No sé de que hablas.

Izuku: Jaja, tu y yo sabemos muy bien de lo que hablo, ¿por qué te fuiste?

Fuyumi: Mi papá me obligó.

Izuku: ¿Sabes por qué Eri me recuerda mucho a ti? Porque heredó lo mismo que tu, heredó lo mentirosa.

Fuyumi: Así que si elegiste ese nombre.

Izuku: Fuiste tu quien me pidió ponérselo.

Fuyumi: Cierto.

Izuku: Viste las noticias, ¿verdad?

Fuyumi: Sí, sobre tu boda y que eres un hijo de Shigaraki.

Izuku: ¿Y aun así no fuiste a ver a tu hija? Cuatro años y no la has ido a ver.

Fuyumi: No merezco ir a verla.

Izuku: Eso es muy obvio, pero ella merece conocerte.

Fuyumi: Lo sé.

Izuku: ¿Me vas a decir una razón o no?

Fuyumi: No hay necesidad de hacer esto, tu ya tienes una vida estable y yo la mía, con eso es suficiente.

Izuku: ¿Suficiente? ¿No merezco una maldita explicación después de tantos años? ¿Sí o no?

Fuyumi: Yo...

Izuku: ¡¿Sí o no?!

Fuyumi: ¡Fue por miedo! ¡Tuve mucho miedo de esto!

Izuku: Fuyumi, cuantas veces te dije que...iba a ser de nuestras vidas lo mejor para nosotros, cuantas veces me maté para pagar tus tratamientos durante el embarazo, la ropa para Eri, todo lo que tuve pasar para ellos y ¿me vas a decir que fue por miedo?

Fuyumi: ¿Crees que no consideré eso? Amé cada cosa que hacías por mi y por Eri durante el embarazo, pero yo no quería pasar por lo mismo que pasó mi madre.

Izuku: Te lo repetí muchas veces, nunca iba a seguir el ejemplo de tu padre.

Fuyumi: ¿Cómo estas tan seguro de que no lo ibas a hacer?

Izuku: Es porque...porque...

En eso voltea a verla entendiendo la razón.

Izuku: Fuyumi, ¿tu ya sabías que yo era un Shigaraki?

Fuyumi: A los tres meses de embarazo lo descubrí, encontré esa botella de tinte en el baño y luego apareció la noticia de que seguían buscándote.

Izuku: Y si lo sabías, ¿por qué no me dijiste nada?

Fuyumi: Lo negarías sin importar lo que dijera, hice lo que pensé que era lo mejor para los dos.

Izuku: ¿Lo mejor para los dos? ¡¿Lo mejor para los dos?! ¡¿Cómo es dejarme toda la responsabilidad lo mejor para los dos?!

Fuyumi: ¡Izuku, mírame! No soy un gran ejemplo para ser una madre, ni antes ni ahora, soy una cobarde que no quiere afrontar el futuro y hace todo lo posible para evitarlo.

Izuku: A veces me pregunto, ¿a donde se fue esa chica metiche de la que me había enamorado?

Fuyumi: Nunca existió, solo era una capa que cubría a la verdadera yo. A ambos nos fue bien al final, nos fue mejor.

Izuku: Ve a decirle eso a alguien que te crea porque ni tu lo haces, ¿en qué me fue bien? Tu te volviste maestra, trabajaste duro para conseguir un buen hogar, comida, ropa. ¿Quieres saber que tuve que pasar?

Fuyumi: No.

Izuku: Tuve que trabajar día y noche para poder ganar dinero como siempre.

Fuyumi: Cállate.

Izuku: Me desvelé cada noche para que mi hija pudiera dejar de llorar.

Fuyumi: Ya no hables, por favor.

Izuku: Y también...

Fuyumi: ¡Ya cállate!

Izuku: ¡Tu me vas a escuchar porque es lo que yo merezco ahora! No tuviste que romperte un brazo por el error de un incompetente en una constructora, no tuviste que sufrir estrés por horas de trabajo sin descanso, no tuviste que ser internado a un hospital porque un grupo de idiotas intentó robarte el dinero para la comida de tu hija de un año.

No quería seguir diciendo nada ya que cada palabra le traía malos recuerdos, pero debía hacerlo.

Izuku: Tu no tuviste que soportar a tu familia echándome la culpa de que te fueras, tu no tuviste que soportar las criticas de la gente por criar a una niña sin su madre, tu no tuviste que pasar por nada de eso, así que no te hagas la victima porque no es así.

Él solo arroja la cartera de Fuyumi al suelo para así irse sin antes decir unas ultimas palabras.

Izuku: ¿Sabes? A pesar de que debo despreciarte por lo que hiciste a la vez no lo hago, ya que gracias a lo que hiciste pude descubrir lo que es el verdadero amor, no te quitaré el derecho de ver a tu hija porque ella merece verte, pero tu no a ella. Ve a ver a tu familia, porque con lo que está pasando con lo de mi boda van a aprovechar para hacer algo.

Fuyumi: (¿Qué hago?)

Izuku: Pero te lo advierto, Fuyumi. Si tu o tu familia intentan quitarme la custodia de mi hija no lo voy a dejar pasar tan fácil, porque yo daré mi vida para que esa niña no se vaya de mi lado y de la mujer que considera su madre.

Con eso solo cierra la puerta para así irse de ahí, Fuyumi de mientras solo se agacha para así poder recoger la cartera y buscar entre sus cosas una vieja foto en la que aparecía ella junto a Izuku.

Fuyumi: ¿Por qué no te moviste?

Al final solo se queda llorando en el suelo recordando cada palabra que había escuchado.

Lejos de ahí se encontraba Izuku que había llegado a un parque para sentarse en un banco, el momento que tanto esperó por cuatro años había llegado pero no se sentía feliz, no sentía satisfacción por lo que había dicho. Cada palabra que dijo lo terminaron hiriendo a él también, al final no pudo resistirlo más y dio un gran grito al cielo mientras lágrimas caían por su rostro.

Y fue en ese momento en como Izuku Midoriya pudo cerrar ese capítulo de su vida de una vez por todas y se dejó llevar por sus sentimientos.

Faltan 38 días para la boda.

Fin de la Parte Sesenta Y Ocho.
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Espero que les haya gustado, este es el último capítulo pero del año, tantas cosas pasaron este 2021 que serán difíciles de olvidar.

Nos vemos después.