Liberación

#2. Falsos amigos

Bajé del auto que compró mí madre para mí antes de irse. Se activa por voz y se maneja automáticamente, se fue dejandome en la entrada de la escuela Françoise-Dupont, desde hoy soy un alumno de aquí.

Decidí quedarme en París para poder robarle a Gabriel Agreste los miraculous así que le dije a mí madre que quería quedarme aquí con la excusa de que "necesito un cambio de aires" ella inmediatamente iba a decirle a mí tío pero logré convencerla de que me dejara vivir aparte, su única condición fue hacer que mi nana viniera de Londres para cuidarme, así que acepté.

En verdad voy a extrañarla, mi madre y mi nana son las únicas personas a las que le tengo un afecto real, pero ahora que confirme que soy un sentimonstruo y que mí tío es Shadow Moth voy a conseguir mí libertad cueste lo que me cueste, ya tengo el anillo que me controla, pero debo asegurarme.

Entré con seguridad, recordé a que sección debía ir así que viendo los números en las puertas logré encontrarla fácilmente. En el aula habían apenas 4 alumnos, entre ellos Chloé que se quedó sorprendida al verme.

-¿Pero qué diablos haces tú aquí?- la ignoré pasando totalmente de largo de ella y me senté en los últimos asientos.

-¡Félix!- gritó viéndome furiosa, saqué mis audífonos empezando a escuchar a Michael Bublé.

Los minutos pasaron y al parecer todos los estudiantes ya habían llegado menos una, Marinette no estaba por ningún lado. Una chica castaña entró con una gran sonrisa, algo me decía que las cosas se pondrían interesante así que pausé la música.

-¡Hola chicos!- saludó alegremente, la observé con una ceja elevada.

Todos la saludaron con rebosante felicidad, dándole la bienvenida.

-Oh chicos, no van a creer pero voy a usar lentes y de verdad mi vista no es muy buena ahora, así que si no es molestia me gustaría estar adelante- todo en ella indicaba que es una persona falsa pero al parecer nadie lo nota.

-Bueno, podemos cambiar de lugar- se ofreció una chica de cabello corto y voz desagradablemente dulce.

-¿Harían eso por mí?- preguntó la chica maravillada.

-Claro, además, nos viene bien un cambio- dijo una chica morena de lentes.

Todos empezaron a reubicarse, la hermana de Chloé se sentó a la par mía.

-Hola Félix ¿Podemos ser compañeros?- aunque la escuché fingí que no, tomé mí mochila y me senté en la mesa de la par que estaba vacía.

Todos me vieron raro pero no les puse mente, Zoé al final se sentó con una chica pelirroja de cabello corto, todos quedaron con una pareja menos yo y sonreí por eso. La tipa falsa al final acabó sentada con Adrien que me miraba fijamente con obvia sorpresa, eso me recuerda a que tengo que darle una excusa válida para que no le diga a mí tío que estoy en París, cosa que presiento va a suceder más temprano que tarde.

-Buenos días alumnos, disculpen la demora, vaya, veo que hubo un cambio- yo rodé los ojos, me estoy arrepintiendo de no haber seguido estudiando en casa.

-Eso es bueno, salir de la zona de confort. Bueno, al parecer tenemos a un nuevo integrante, yo soy la maestra Bustier ¿Puedes presentarte por favor?- bufé pero me levanté.