Liberación

#8. Amenaza

Bajé de mí auto, estoy llegando a la escuela faltando 15 minutos para la hora de entrada, pensé pasar por Marinette pero supongo que no debe estar ni siquiera despierta.

Estaba subiendo los escalones cuando me tomaron de la muñeca con fuerza, quise soltarme pero el agarre es tenaz, alguien me arrastró hasta la esquina de la escuela.

-Gabriel Agreste- dije sin inmutarme cuando enfoqué bien a la persona.

-¿Por qué te quedaste aquí? ¿Qué planeas?- reí cruzandome de brazos.

-Nada, me gustó París, así que decidí quedarme- me encogí de hombros.

-No soy estúpido Félix.

-¿Seguro?- apretó su mandíbula, sus fríos ojos azules me lanzan chispas.

-No te pases de listo conmigo niño ¿Qué haces aquí? ¿Ahora ayudas a Ladybug? ¿Eres el nuevo superhéroe? ¿Foxred?- no reaccioné a su reclamo.

-¿Foxred? ¿El flautista? Y dices que no eres estúpido, yo no andaré detrás de esa superheroína engreída ayudándole a "vencerte" si estuviera de su lado, estarías acabado- respondí viéndolo con burla.

-Entonces únete a mí, trabajemos juntos- solté una risa, él frunció el ceño.

-No trabajaré contigo, unos mocosos que tal vez no pasan de 16 años te ganan consecutivamente, das vergüenza Gabriel- tomó mi muñeca otra vez, apretandola con fuerza.

-Entonces si te crees mejor que yo, únete a mí y ayúdame a vencerlos de una vez.

Que tan desesperado debe estar, para pedirme esto, con lo orgulloso que es.

-No y sueltame- contesté viéndolo con enojo.

-No me hagas recurrir a otros métodos Félix, es mejor que aceptes mí oferta- gruñí, en verdad sabe como hacerme perder los estribos.

-Hey ¡Sueltelo!- mí mano fue liberada y fui empujado delicadamente hacia atrás, ví a Marinette cubriéndome con su cuerpo, elevando su cara para ver directamente a Gabriel.

-Señorita Dupain-Cheng, esto no es de su incumbencia- contestó mí tío con su tono altanero.

-Lo es porque Félix es mí amigo, no voy a dejar que lo obligue hacer algo que él no quiere- mí tío se puso algo pálido.

-¿Escuchó algo de lo que hablamos?- exigió saber usando la intimidación pero Marinette en ningún momento retrocedió o apartó la mirada.

-No mucho pero supongo que lo está obligando a que vaya a vivir con usted- pude ver el alivio reflejarse en la mirada del hombre.

-Es para que acompañe a mí hijo, la compañía de su primo le vendría bien.

-Adrien no se sentiría solo si usted pasara tiempo con él o si al menos le diera un poco de libertad ¿No cree? Pero usted solo sabe ponerle clases extras- el hombre se quedó asombrado por la respuesta de la chica y yo sonreí, Marinette nunca deja de sorprenderme.

Gabriel carraspeó y su mirada se dirigió a mí.

-Piénsalo Félix- fue lo último que dijo antes de darse la vuelta e irse.

-Wow, eres una de las pocas personas que ha tenido el valor para decirle sus verdades a la cara- ella se mordió el labio esquivando mí mirada.

-¿Y sí ahora me odia? Dios, acabo de enfrentarme a Gabriel Agreste, estoy acabada- reí y la atraje hacia mí.

-Cálmate, todo está bien ¿Ok? Mí tío no puede enojarse por eso, sabe que lo que le dijiste es verdad, más bien espero que eso le ayude a reflexionar- sus ojos se centraron en mí.