CONFESIONES

246 52 30
                                    

Decir que Jungkook se había vuelto un  poquito retraído era un eufemismo, la realidad es que desde la llamada con Tae el Jungkook anterior simplemente se había desvanecido. El Jungkookie feliz, elocuente a ratos y risueño se había esfumado completamente para darle paso a uno amargado, ya no sonreía mucho menos era feliz. Simplemente hacía las cosas de manera mecánica.

Era todo un as para los negocios, eso era innegable era de familia. Era un buen marido, atento, jamás le negaba ninguno de sus deseos a su esposa, pero…no era cariñoso, en las noches no la abrazaba y que hablar del aspecto sexual. El pelinegro no lograba complacer a su mujer casi nunca, al principio lo intentaron realmente, el trató de verdad lo hizo, pero simplemente no podía y eso lo hacía sentir aún peor ¿Por qué entonces para que servía? Peor aún fue cuando sus familias comenzaron a presionar para comenzar a tener hijos.

Joo-Hyun sabía que algo atormentaba a su esposo, ella estaba ahí para apoyarlo por el día, pero por las noches lloraba amargamente porque ella sabía quién era el causante de las preocupaciones de Jungkook. Cuando ella un día quiso invitar a Tae a pasar unos días a su nueva casa y la negativa rotunda del pelinegro, ella solo tuvo que sumar dos más dos y ahí estaba la respuesta.

Algo había sucedido con Taehyung, pero no sé atrevía a preguntar el que. Solamente lo veía deambular como un zombie día y noche, a veces ni si quiera dormían en la misma cama, Jungkook se quedaba dormido en la sala o en su estudio. Ella solamente lo cubría con una manta y volvía a su habitación sintiéndose miserable.

¿Cómo sobrellevarian algo así? ¿Cómo estar tranquilas sabiendo que tú marido ama a alguien más? Por qué Joo estaba segura aún sin saberlo de labios de su esposo.

Jungkook amaba a Taehyung.

Había pasado todo un año de aquello, ella ya no intentaba meterse entre los brazos de Jungkook, ya no lo intentaba seducir como en un principio, ya no le pedía que le hiciera el amor, entendió que había perdido esa batalla.

El único problema por así decirlo era la presión de su familia, ella se inventó que no podía embarazarse debido a problemas clínicos, entonces lo único que les quedaba era hacerlo de manera in-vitro, al pelinegro le pareció una buena idea ya que el de verdad quería un hijo, simplemente no podía tener sexo con su esposa, al menos no sin ayuda de medicamentos, lo cual lo frustraba aún más. Dejaron de hacerlo del todo, ella no pregunto y el no aclaro nada. El silencio era una constante en casa de los Jeon.

Hasta que un día Joo-Hyun decidió terminar con eso de una vez por todas.

—Una hoja maltratada cayó en el escritorio del despacho de Jungkook—¿Qué es esto?—Sus profundos ojos negros mostraban señales de cansancio y las grandes ojeras moradas debajo de los mismos retorcieron el vientre de Joo.

—Miralo por ti mismo.—La castaña le acaricio el cabello, cuando el pelinegro vio su nombre en la hoja y la caligrafía. Levantó la mirada hacia ella.— Te dejaré solo.

Jungkook esperó a que ella saliera, con manos ansiosas y nerviosas al mismo tiempo, al abrirla sonrió cuando vio la letra de Taehyung.

“tengo que dejarte ir ahora mismo, porque si no lo hago creo que el corazón se me partirá más de lo que ya está, se que necesitaré de mi mejor esfuerzo para verte en brazos de alguien más prometiéndole una vida juntos…”

Jungkook comenzó a llorar, sus ojos estaban inundados.

“lamentablemente en esta vida no nos tocó estar juntos”

Esa maldita frase, ellos si pudieron estar juntos…si tan solo el no hubiera sido tan malditamente cobarde.

“Mejor amigo ve y se feliz con la persona de tus sueños, aunque esa persona no sea yo”

Jungkook apretó la hoja a su pecho dejando salir todo el dolor que sentía, pero al mismo tiempo se sentía dichoso.

Tae lo amaba, lo amaba, ¿Entonces por qué le dijo todo aquello?, Tenía que averiguarlo, pero antes Joo le debía explicaciones.

—¿Desde cuándo lo sabes?— El pelinegro aún tenía los ojos con lágrimas.

—Desde siempre…supongo, pero la carta la tengo hace un año en nuestra luna de miel, lamento no habértelo dicho en ese entonces, pero entiéndeme Kookie ¿Cómo te dejaba ir? Si tú siempre fuiste todo lo que quería, sin embargo no podía continuar con esta farsa, creí tontamente que al saber que tendríamos un hijo las cosas mejorarían, pero me equivoqué. Amar también es dejar ir y yo ahora te dejo ir.

—P…pero ¿Y nuestro hijo? No puedo dejarte y…

—Se que jamás nos dejaras, serás un excelente padre Jungkook, no seremos los primeros ni los últimos padres separados que crían a un hijo, haremos que funcione por eso no debes preocuparte, pero no voy a seguir con esto.

—Nuestros padres… no es tan fácil.

—Ya lo resolveremos, ahora… ¿Qué haces aquí?

—No entiendo.— el pelinegro vio un pasaje de avión en la mesa— ¿Qué es eso?

—Ve a Estados Unidos, busca a Tae haz lo que debiste hacer desde hace mucho, dile lo que sientes, anda lo merecen. Yo estaré bien.— Le dio una sonrisa genuina con lágrimas.

—Eres la mejor— Jungkook la abrazo y acaricio el vientre un poco abultado de su aún esposa— Te juro que intente… quise…

—Lo sé, yo sé. Ya no te atormentes con nada de eso Kookie, tu y Tae siempre hicieron una bonita pareja, ahora háganlo realidad.— La mujer acaricio el cabello y las mejillas de Jungkook— Prométeme que no volverás de allá si no es con Tae del brazo.

—Te lo prometo — Besó su mano, le dio un beso a su vientre. Tomó su maleta que Joo ya le tenía lista, su boleto de avión y sus ilusiones puestas en ese viaje.

Algunas horas después Jungkook estaba en la puerta que decía aquella nota. Respiró profundamente y tocó la puerta, espero unos segundos y está fue abierta.

—J…Jungkook— Tae lucía hermosamente Confundido.— ¿Qué haces aquí?

—Vine por ti.—Le mostró la carta que decía su nombre. Tae abrió grande los ojos en sorpresa

Ambos se miraron a los ojos con todos lo sentimientos a flor de piel.

EN ESTA NO [J.JK+K.TH] [TAEKOOK, KOOKTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora