Lo último que recordaba era el golpe seco que recibió en su cabeza, ahora se encontraron atado a una silla en medio de la calle, con una camioneta de la cual salían cables que lo unían a esta, tres personas alrededor, observándolo fijamente a medida que despertaba.
Querían venganza por lo sucedido en Heaven, naturalmente, aunque no lograba entender cómo es que había hecho aquello, ¿o había sido, él? ¿Quien parecía no estar más ahí?
No sabía que había pasado, o como, no haría eso, no tenía por que, no había una razón, pero antes ni siquiera recordaba haberlo hecho, esto era diferente, no había sido él, ninguno, no podían haber sido ellos, y de algún modo, parecía que sí.Más temprano que tarde volvió su atención a la mujer que hablaba frente a él, exponiendo las razones por las que lo asesinarían con aquella silla eléctrica improvisada. Al parecer, su perro había estado en Heaven, y había muerto.
Le parecía una estupidez que cientos de personas hubieran muerto y que ellos quisieran matarlo por un perro, era simplemente ridículo. Había acabado con la vida de cientos de personas sin saberlo, pero la pérdida de un perro sería lo que le arrebataría la suya. Señaló lo estúpido de la situación y gritó a la mujer que los perros en realidad no tenían la capacidad de sonreír como ella clamaba que su perro hacía, solo para ver la ofensa en su rostro y tener una descarga eléctrica en su cuerpo como respuesta.
Sentía como esta recorría su cuerpo, el dolor que le provocaba en cada uno de sus músculos, sentía cada uno en su contraía y de pronto, como si de un apagón se tratara, la imagen de Oswald apareció en su mente resquebrajada.Aquel choque había traído consigo la voz del más bajo, y su imagen como tal, a su cabeza, hablando suavemente y con tristeza en su voz, un recuerdo. "Voy a arreglarte, Ed"
¿Arreglarlo? ¿Arreglar qué? ¿Qué le había hecho?Respiraba agitadamente, en gran parte por el dolor del choque, pero de igual manera por la sorpresa que le provocó recordar aquel momento ¿Acaso Oswald lo había hecho hacer todo aquello? ¿Lo había usado como una marioneta para destruir aquel refugio? ¿Lo había controlado para actuar contra su voluntad? ¿Le había quitado el control ya inestable que tenía de su propio cuerpo?
Sintió el peso en su pecho, pensando en lo estúpido que había sido al querer acercarse una vez más a él, en lo ridículo que era ahora el haber intentado acercarse a hablar durante esos meses, en lo tonta que era la idea de esperar a saber que pasaba consigo mismo antes de encontrarse una vez más por miedo a que pudiera hacerle algo al otro, por miedo a que tal vez le haría daño, cuando era él causante de todo, cuando era él la razón de que estuviera tan aterrado y el por qué se sintió tan perdido. ¿Por qué le haría algo como eso? ¿Por qué debería ser tan cruel? ¿Por qué arruinó la poca vida qué le quedaba de esa forma?
Sus captores pretendían seguir electrocutándolo mientras todo aquello pasaba por su cabeza, cuando una falla en el circuito los hizo detenerse. Al parecer eran lo suficientemente idiotas como para creer que él cometería algún error, como para creer que les daría la solución para que continuaran con su tortura.
Solo tuvo que decir que la línea de combustible estaba obstruida para que ellos, en su estupidez, la "arreglaran" y terminaran prendiéndose en llamas a si mismos en lo que él se las arreglaba para escapar.No podía creer que fuera Oswald el responsable de todo aquello, que hubiera sido él la razón por la que creía que estaba perdiendo la cabeza, que se había esmerado tanto en herirlo que decidió controlarlo para hacer algo de esa magnitud. De todo el dolor por el que lo había hecho pasar, esto era por lejos lo más cruel que le había hecho, usar aquellas lagunas en su memoria como algo en su favor sabiendo que probablemente culparía a la persona que habitaba su mente, con quien compartía su cuerpo, a aquella extensión de si mismo; sabiendo que se volvería loco al intentar averiguar lo que le estaba pasando, al intentar entender algo de lo que no tenia control alguno; había usado su cuerpo, su rostro, para destruir aquel refugio y lavarse las manos, eliminando cualquier tipo de culpa que pudiera caer sobre él, haciendo que todos lo vieran como culpable, como el causante de aquella tragedia, incluso él mismo.
Había decidido caer tan bajo como para usarlo de esa forma, y entonces ese temor que siempre supo que tuvo, ese que le impedía hacer un movimiento para acercarse más al de ojos verdes, ese que lo llevó a hacer cosas horribles, se manifestó una vez más y era, a sus ojos, una realidad: Oswald en realidad no lo amaba.¿Cómo había sido tan estúpido para creer que era así?¿cómo se había dejado engañar tan fácilmente por un par de palabras bonitas?¿cómo había permitido que sus propios sentimientos ocultaran esa verdad de la que quería convencerse? No lo amaba, y no sabía si en realidad lo había hecho alguna vez.
El dolor en su pecho aumentaba a medida que seguía analizando todo aquello, mientras procesaba todos esos sentimientos, estaba furioso, dolido por sus acciones, una vez más Oswald había puesto su beneficio personal antes que a alguien más, antes que a él. Siempre iba a ser así ¿cierto? En verdad era incapaz de cambiar, incapaz de amar, de amarlo.
Le había tomado tanto tiempo por fin aceptar sus propios sentimientos hacia el ave de ojos verdes solo para descubrir que estos en realidad no estaban destinados a ser correspondidos como debían, solo para ser testigo una vez más de como la avaricia, ambición y egoísmo que llenaban ese pequeño cuerpo serían cosas que estarían en medio siempre, que todas aquellas cualidades le impedirían ser más que un capricho que el más bajo deseaba conseguir.
Un capricho, eso era todo lo que era para él en realidad, nada más. No importaba si al fin aceptaba el amor que le tenía, no importaba si perdonaban todo el dolor por el que ambos se hicieron pasar en el pasado, no importaba si decidían iniciar de cero, pues el amor que tenía solo provenía de una de las partes, solo estaban destinados a lastimarse, a usarse, a destruirse mutuamente porque cada vez que Oswald hacía algo, el quería vengarse, al igual que en aquel momento; porque cada vez que el mas bajo lo apuñalaba, él lo hacía de vuelta, porque seguían con el mismo ciclo, una y otra vez, incapaces de detenerlo, seguían dando vueltas y seguiría siendo así hasta que uno de los dos simplemente desapareciera. Cargó el arma, decidido a entrar al fin al ayuntamiento, que era ahora territorio de el pingüino, para hacerlo pagar por lo que había hecho, para asesinarlo por haberlo usado tan indiscriminadamente, por más que le doliera tener que hacer aquello una vez más; ya no quería seguir, eso era todo, no podía continuar con el mismo ciclo, no podía seguir lastimándolo y dejando que él lo lastimara, no soportaba más el herirse mutuamente.
Decidió entrar al fin a aquel lugar para encontrarse con la persona a la que al fin aceptaba amar, solo para poner una bala entre sus ojos en respuesta lo que creía que había causado, decidió entrar para acabar con la vida de quien una vez dijo que lo amaba, decidió entrar para terminar ese ciclo interminable en el que parecían estar. No importaba si ahora aceptaba lo que sentía por él, lo que siempre estuvo ahí, porque era él después de todo.
Tanto tiempo negando sus sentimientos por miedo a que, cuando Os correspondiera, todo fuera una mentira, tanto tiempo negando esa parte de si mismo por un miedo que resultó ser real. Todos esos meses negándose a por fin hablarle aún cuando sabía perfectamente como entrar a esa pequeña fortaleza, creyendo que en verdad fue capaz de amarlo, todo por proteger a quien era en realidad el causante de todo el dolor por el que estaba pasando.
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Nygmobblepot en Mix-cember
FanfictionOne-shots de este shipp a lo largo de Diciembre.