El frío calaba sus huesos, y la voz de Oswald sollozando, esa voz suplicante, llegaba a sus oídos queriendo ser abrazada por su cabeza, queriendo corresponder al amor que esta profesaba, pero siendo rechazada por la ira que lo envolvía, por el sentimiento de haber sido traicionado que lo acechaba. No quería admitir un amor por alguien que no supo distinguir entre amor y egoísmo. Sabía que muchas de las cosas que decía eran ciertas, sí, él había sido el único capaz de verlo como en realidad era, él único que lo había aceptado con todo lo que implicaba ser él, la única persona que lo veía en verdad.
-¿Ed estás escuchándome?- el tono triste remarcado por su llanto lo sacó de sus pensamientos, vio su rostro llenó de lágrimas aún a través del cristal empañado de sus lentes
-Lo estoy.
-Di algo.
Dejó que el silencio se posara sobre ellos por unos segundos, mientras analizaba que hacer. Sabía que lo amaba, y la verdad era que lo destrozaba verlo de esa forma, saber que terminaría hundiéndose en las frías aguas, en realidad no quería hacerlo, pero era él quien acabó con su felicidad después de todo, había sido por él que pasó por tanta angustia y dolor. No estaba seguro de haber amado a Isabella tanto como lo amaba a él, pero incluso si esos sentimientos eran mentira, había llegado demasiado lejos con el plan... debía hacerlo pagar de algún modo, debía lograr que sufriera casi tanto como él, debería sentir el mismo frío del puñal que él sintió cuando la verdad fue descubierta, aunque ese frío fuera resultado de una bala.
-La amaba Oswald, y la mataste.- el estruendo de la bala al ser disparada reinó en el aire, vio como la sangre comenzaba a salir del abdomen del más bajo y se acercó, con sus labios temblorosos por lo que acababa de hacer, viendo directamente en esos ojos verdes que lo miraban lleno de dolor, pero uno más complejo que el dolor físico, incluso con miedo en ellos, ¿había conseguido que sintiera lo que él?
Tomó su corbata, apretándola con fuerza, casi como si fuera a acercarlo hacia él, y lo empujó, dejando que su cuerpo se hundiera y tiñendo el agua de un tono carmesí."Haría cualquier cosa por ti"
Escuchaba su propia voz, recordándole aquel momento, el rostro del más bajo y como se había acercado a él, la confusión que sintió al notar que estaba decepcionado por recibir solo un abrazo cuando pensó que se inclinaba para besarlo, y todos los momentos antes y después de eso. Hizo algo horrible, y no sabía si podría perdonárselo, pero no podía dejar que muriera ahí, ¿estaban a mano después de todo eso? no tenía una respuesta, pero tampoco la obtendría si solo dejaba que el más bajo pereciera envuelto en frío y dolor.
Saltó sin pensarlo, sumergiéndose cada vez más tras el cuerpo a punto de perder la conciencia de Oswald, el frío del agua parecía aumentar con cada segundo que pasaba, pero no sabía si era en realidad por la temperatura de esta o por el miedo repentino que tenía de perderlo para siempre.
Cuando logró al fin tomar su mano usó todas sus fuerzas para acercarlo más hacia si mismo, intentando aplicar presión en la herida que había provocado al mismo tiempo que nadaba de vuelta a la superficie, tomando una gran bocanada de aire en cuanto pudo y esperando a, al menos, escuchar al más bajo toser mientras nadaba hacia la orilla para salir al fin del agua. Pero no había nada, ni una respuesta, solo el cuerpo frío de Oswald entre sus brazos; se quitó su chaqueta en un intento de evitar que continuara desangrándose, mientras llevaba sus labios a los pálidos del otro tratando de que el aire llegara a sus pulmones. Compresión tras compresión su esperanza parecía desvanecerse, volvió a acercar sus labios a los suyos, pellizcando su nariz, y dando respiraciones lentas, para reiniciar el ciclo, las lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas ante la idea de haber terminado con la persona a la que amaba, y justo cuando su esperanza parecía completamente perdida, la tos expulsando toda el agua que había llegado a los pulmones del más bajo le devolvió cierta paz. Su respiración era entrecortada, pero estaba ahí, lo tomó en brazos mientras corría a su auto lo más rápido que podía para evitar que el haberlo salvado por ahogamiento terminara en su muerte desangrado por la herida que había provocado.
Un par de días bastaron para que el de ojos verdes despertara una vez más, con la herida en su abdomen cerrada, pero aún con el recuerdo de quien había halado del gatillo, y de quien se había lanzado a su rescate. Nygma se las había arreglado para reconstruir la imagen que la ciudad se había hecho del alcalde, culpando a una extraña enfermedad que era, en sus palabras, la razón de que se encontrara indispuesto en esos días, y que de haber estado a su lado en el tiempo en que la adquirió probablemente no habría llegado a tanto. Barbara, Tabitha y Butch se mantuvieron a raya, sin posibilidades de actuar en su contra, y sin saber como hacerlo.
Entró en la habitación en la que el de ojos verdes había estado descansando en todos esos días, temeroso de la reacción que tendría este al verlo, teniendo en mente la posibilidad de haberlo perdido en el momento que tiró del gatillo y dispuesto a alejarse de él para siempre si se lo pedía. Lo encontró sentado, con su espalda apoyada en el respaldar de la cama, con todas las almohadas que tenía sirviendo de soporte, y al cruzar sus miradas lo primero que vio fue confusión.
-Buenos...
-Me disparaste.
-Sí...
-Y luego saltaste ¿para salvarme?- la confusión y el conflicto en que el que se encontraba era casi palpable, era obvio que no entendía la forma en la actuó, ni siquiera el mismo lo hacía, ¿Cómo explicarle todo aquello a quien recibió todo su enojo?
-Sí...
-¿Por qué?
-...
-¡RESPONDE!
-No podía dejarte morir.
-No, solo me disparas con la intención de hacerlo, y manipulas todo para que destruya lo que tanto me costó construir. No entiendo Edward, me lanzaste al agua y luego saltas tras de mí, curas mis heridas una vez más y me cuidas hasta que este mejor. ¡Incluso arreglaste todo el desastre que causé por tu culpa!
-¿No es obvio?
-¿El qué?
-... Que, en realidad, te amo.
Vio como el enojo pasaba a ser la emoción principal en el rostro del pelinegro, lo vio fruncir el ceño y apretar sus labios antes de responder con clara molestia.
-¿Obvio? ¿Después de que remarcaste cada palabra al decir que no era así? ¡¿Después de decir que amabas a la bibliotecaria y dispararme?! ¡COMO DEMONIOS ESPERAS QUE SEA OBVIO!
-Oswald, yo...
-Largo.
-Déjame explicarte.
-¡QUE TE LARGUES!
-¡NO!- la mirada del más bajo reflejaba una clara amenaza, pero no se iría, no aún. -Mataste a Isabella, y estaba furioso por eso, pero lo que me dolía era saber que no te importó ni un poco el como me sentiría con eso, ¡que me apuñalaras por la espalda! Te he amado por más tiempo del que crees, pero nunca supe como manejarlo, pero notar que tu egoísmo sería siempre más grande que cualquier otra cosa... Oswald, no creí que me amaras, no se si lo haces ahora, pero yo sí. No creo que esto arregle nada, pero, por favor, debe haber algo que podamos hacer.
Aquellos ojos verdes se encontraban fijos en él, al borde de las lágrimas, contemplando las posibilidades de arreglarlo todo y poder tener un nuevo inicio juntos, ante la posibilidad de un nuevo comienzo, pero aún muy lastimado por el daño que se habían hecho el uno al otro, sabiendo que lo último era mutuo, al igual que su amor.
El silencio se cernió sobre ellos mientras unas disculpas eran dadas a través de sus miradas. Una sonrisa se formó en los labios del más bajo, que no dejaba de ver aquellos oscuros ojos llenos de esperanza.-Supongo que estamos a mano...- su tono era ligeramente triste, aún dolido por todo lo que se habían hecho, asimilando la culpa por el dolor por el que hizo pasar a Edward, y comparándolo con el dolor que él le había hecho pasar.
El alivio que sintió se vio reflejado en su postura, pues fue capaz de relajar sus músculos al fin, sabía que tenían mucho que arreglar entre ellos antes de saltar a cualquier cosa, pero decir que estaban a mano era un buen comienzo, al menos para ellos.
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Nygmobblepot en Mix-cember
FanfictionOne-shots de este shipp a lo largo de Diciembre.