Llevaban unos cuantos años en una relación, pero que Edward le pidiera matrimonio justo esa noche aún le sorprendió un poco, no estaba seguro como es que él mismo recordaba la fecha, sabía que Ed obviamente lo haría, era él después de todo, pero había pasado ya un largo tiempo desde el día en que se conocieron en la estación. Y de todos modos lo tenía de rodillas frente a él, tantas cosas habían pasado, tantas traiciones entre ellos, se habían lastimado el uno al otro en más de una ocasión, para luego arreglar todo, siempre existió el miedo de que volvieran a apuñalarse por la espalda, pero después de la reunificación eso no fue algo que pasara, de algún modo, lograron funcionar juntos de nuevo, y les tomó diez años estando separados el poder al fin ser, de algún modo, felices juntos, y todo había empezado por el agarre de sus manos al estar colgados de aquel poste ¿acaso debía agradecerle por aquello al murciélago?
Sonrió al ver los ojos llenos de ilusión del castaño, notando que sabía cual sería su respuesta de antemano.
-Por supuesto que me casaría contigo, Edward Nygma.
La sonrisa en el rostro del otro se ensanchó, tomó su mano y coloco el anillo con el que se había propuesto en su dedo anular antes de acercarse para besarlo, sin poder dejar de sonreír ante la idea de poder compartir sus vidas como esposos.
La voz ronca y confundida del hombre murciélago detrás de ellos leía con cierto cansancio el contenido del pequeño libro ante él. Estaba completamente atado, sin poder hacer demasiado mientras las armas de ambos apuntaban a su rostro cubierto por la máscara. El pequeño arco decorado con flores, y el traje completamente negro del secuestrado, hacía que los trajes blancos que ambos llevaban resaltaran, al igual que la camisas verde y morada, que llevaban respectivamente, y los sombreros que se habían vuelto una parte esencial de la apariencia de ambos. Planificar aquello había sido cuando menos divertido, les había tomado un tiempo, pero usar al mismo Batman para hacer de ministro en aquella boda secreta, aunque muy en contra de su voluntad, les había parecido una muy buena idea; por el momento no había planes de destruirlo, o de descubrir su identidad, no, solo estaba ahí para casarlos, para unir sus vidas por el resto de la eternidad.
El rostro serio del murciélago se posaba en él con cierta molestia notificado que dijera sus votos, aún sin creer que aquellos dos estaban uniendo sus vidas para siempre a través de algo tan tradicional como una boda, aunque además de los trajes y las flores no hubiera nada de tradicional en esta.
-Edward Nygma, si me hubieran dicho cuando nos conocimos que tú serías la persona a la que más amaría en mi vida, honestamente me hubiera burlado de tal declaración, pero el pasar tiempo a tú lado solo demostró que el amor hacia tí era algo que florecería en algún punto, lo quisiera o no, eres un completo idiota si somos sinceros, pero eres mi idiota. Hemos pasado por demasiadas cosas juntos, hemos estado en contra del otro en más de una ocasión, pero aún con todo eso hayamos formas de encontrarnos; no estoy seguro de cuando las cosas simplemente mejoraron, pero me hace feliz que fuera así, tú me haces feliz.
Y hoy, frente al murciélago que de cierto modo causó nuestra unión, prometo amarte hasta el fin de los tiempos y hacer cualquier cosa en mi poder para protegerte, destruiría esta ciudad por tí, y estoy dispuesto a perderlo todo por tu bienestar, incluso mi vida. Te amo, lo he hecho desde hace mucho, y lo haré hasta que mi alma desaparezca por completo, porque ni siquiera la muerte sería capaz de apartarnos.- colocó el anillo en el dedo del más alto, viendo la sonrisa que este tenía en su rostro, y un par de lágrimas que se acumulaban en sus ojos y se negaba a soltar. -Te amo, Eddie.-Oswald, jamás sentí por nadie lo que siento por tí, y jamás había conocido a nadie con quien me sintiera tan cómodo como contigo, incluso en ese tiempo en que juraba odiarte sabía en el fondo que no era así, porque siempre hemos tenido una conexión especial, y eres la única persona que en verdad me conoce. Es aterrador que puedas leerme tan bien, pero amo que seas tú quien puede hacerlo, amo que seas tú quien me entienda y me acepte tal y como soy, te amo a tí, Oswald Chesterfield Cobblepot.- sonrió, tomando al mismo tiempo el anillo de bodas para colocarlo en su dedo mientras seguía con su discurso. -Sé que hemos pasado por varias adversidades, y que nos hemos herido, pero hemos mejorado, y se que sabes que es así, que ya no somos aquellos idiotas que se destruyeron el uno al otro en esos muelles, que todas las traiciones quedaron atrás, que somos solo nosotros aceptando el amor que nos tenemos el uno al otro sin complicar absolutamente todo lo referente a ese amor.- entrelazaron sus manos mientas veían fijamente en sus ojos. -Que al fin somos nosotros eligiendo ser libres para amarnos.
Dejaron el tiempo seguir por lo que pareció ser una eternidad, perdiéndose en los ojos ajenos como si fuera la primera vez que los vieran.
Se percataron del repentino silencio, y voltearon a ver al hombre secuestrado que tenían ante ellos, sin dejar de apuntarle.-¿Qué demonios esperas? ¡Continúa!
Tras agitar el arma ante su rostro un muy cansado Batman pronunciaba "Oswald Cobblepot, ¿aceptas a Edward Nygma como tu legítimo esposo?"
-Acepto.
"Edward Nygma, ¿aceptas a Oswald Cobblepot como tu legítimo esposo?"
-Acepto.
El tono molesto de Batman los divertía bastante, lo habían secuestrado para algo que él probablemente creía era muy estúpido, y había tenido que formar parte de aquello; rieron por lo bajo en lo que el castaño retiraba sus lentes y se acercaba con lentitud al rostro del más bajo, besandolo y sellando así aquella unión, y al separar sus labios sus miradas volvieron a encontrarse, esta vez con una cierta diversión en sus rostros, sabiendo que lo que seguía sería probablemente una persecución.
Tomó a Oswald en sus brazos y hecho a correr en lo que el hombre murciélago intentaba liberarse de sus ataduras mientras el más bajo le disparaba intentando ganarles más tiempo. Estando tan cerca del auto de escape lograron visualizar a Batman a lo lejos, era divertido que quisiera atraparlos por obligarlo a casarlos, activando entonces los detonadores que dejaron al caballero de la noche aturdido por unos minutos en lo que ellos arrancaban el auto y huían a toda velocidad de él. Tantos crímenes cometidos y ahora los perseguía por casarse. Vio a Ed entre risas mientras este aceleraba cada vez más, intercambiando una leve sonrisa que en ese momento era su forma de decirse "te amo".