MARINA
Me doy cuenta que Ezra se ha quedado impactado por lo que dije, pero de alguna manera yo no me siento culpable por haberle dicho ello; él sabe cómo soy y las cosas que me guardo.
-Me lo hubieras dicho antes.- murmura, tratando de incorporarse en la arena-. Marina, ¿por qué no hablaste antes?
-Lo siento, en verdad.- susurro, mirando hacia el mar-. Pero tengo tanto miedo de muchas cosas que puedan pasar, es que...
-¡Pero Marina! Todo lo que hice por nosotros, por tener una mejor vida.- suspira intentando calmarse, sabía que explotaba muy rápido-. Bien... déjame pensar, necesito pensar que voy a hacer.
Se levanta de la arena, yéndose sin decir algo más; ya había anochecido por lo cual todo estaba a oscuras, me abrazo a mis piernas y cierro los ojos, soltando lágrimas silenciosas.
Me quedé allí, por un buen rato, quería dejar que Ezra aclare su mente o se desquite pero no delante mío.Llevo mi mano a mi vientre dándole caricias pequeñas y suaves, me imaginaba la idea de tener una familia junto a él, una donde no sucedan estas cosas y donde nuestro bebé no crezca entre discusiones de esta manera.
-¡Marina, regresa!- escucho la voz de Ezra a lo lejos, volteo viéndolo con poca luminosidad.
Me levanto con cuidado y sacudo mi ropa, empiezo a caminar alejándome de la playa poco a poco, a lo lejos podía ver el muelle iluminado por los faroles y voces lejanas de la plaza.
Al inicio Ezra quería vivir en la ciudad central de Ohio pero preferimos irnos al pueblo de su tía que quedaba para la playa; todo es más tranquilo aquí.
-Marina.
Me quedo quieta en mi sitio, volteando con cuidado y viendo una silueta frente a mi, una que reconocía a la perfección.
-Kane... no no...
Sus pasos grandes hacia mí me hacen retroceder, caigo en la arena y se pone encima mío. Temo lo peor, intento sacarlo de mi encima pero su fuerza es mayor.
-Esto te pasa por pasarte de perra ofrecida.- empieza a besar desesperadamente mi cuello, intento zafarme pero es en vano-. Tú eres totalmente mía.
Sus manos toman con fuerza mis muñecas y las lleva hacia arriba, intento golpearlo pero hace presión con su pelvis en mi vientre, ahogo un grito cuando sus labios tocan los míos y su lengua recorre mi mentón.
-¡Déjala maldito!- un golpe en seco me hace gritar cuando siento un peso caer en mi.
Unos brazos me jalan hacia atrás para sacarme de debajo de Kane quien está desmayado por el golpe en la cabeza. ¿Estará muerto?
-Amor, mi amor ¿te hizo algo?- pregunta tomando mi rostro en sus manos, yo no podía reaccionar del shock; quería gritar, llorar, irme corriendo-. Marina amor mírame, no no mi amor.
Ezra me abraza contra su pecho, me acaricia el cabello con toda la suavidad del mundo, al separarnos miro sus ojos; está exaltado, sudando y manchado algo de arena. A unos cuantos metros de nosotros escucho la voz de su tía, diciendo que la policía ya viene para acá.
Primer día, y creo que Ezra ha asesinado a Kane.
***
Bebí un poco más del café que me había dado Ezra, estábamos sentados en la sala de espera del tribunal, porque estábamos en pleno juicio; mis padres habían venido, pero se mantenían lejos de nosotros.
Ezra y su tía estaban a mi lado, Laura ha sido el mejor apoyo para nosotros; hace dos días que ocurrió aquel incidente donde pensé lo peor, yo ya veía todo el caos que se hubiera formado si es que Ezra hubiera matado a Kane.
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La chica del océano | Terminada ✔️
Teen Fiction«La chica del océano, la del amor eterno.» >> "¿Qué se siente estar viva?" Aquella pregunta se la hacía Marina en todo momento, pensando en si ella tenía un propósito muy bueno aquí en la tierra; pero no se imaginó uno co...