EZRA
Los policías se habían contactado con nosotros a los minutos de llamarlos, diciendo que habían localizado actividad sospechosa en un terrenal abandonado, cerca a un acantilado. Dos unidades se dirigían allí y aunque nos pidieron esperar en nuestro hogar, yo me negué.
-Cuando lleguemos, no hagas nada que arriesgue tu vida.- mi tía me dice, yo no la miro-. Ezra.
-Voy a matarlos.- tenso mi mandíbula-. Voy a matar a los dos, y si solo está uno buscaré al otro hasta el fin del mundo.
Hablaba por la furia que corría en mi, mi cabeza palpitaba de la cólera que hacía, en cualquier momento me podía dar un infarto de todas las emociones que están en mi. Mi tía suelta un suspiro triste, se que está preocupada pero intenta mantenerse serena, quien no ha dicho casi nada es su pareja Rafael, tal vez entenderá que todo esto es un tema desconocido y por lo tanto, no opina.
Escucho las sirenas a lo lejos y mis esperanzas aumentan, me siento como un niño totalmente eufórico por llegar a un lugar, pero en esta ocasión quiero saber si mi esposa está viva. Me trueno las manos con nerviosismo y en cuanto llegamos a donde están los carros de policía, me bajo y corro hacia ellos.
-¿La encontraron?- intento acercarme pero uno de ellos me detiene-. ¿Dónde está mi esposa?
Me fijo tras de él, y la escena que tengo frente a mi me causa pánico. Kane la tiene sujetada del cuello, Clark a su lado, decidido en su mirada. Los policías le apuntan, gritándole que baje el cuchillo del cuello de Marina o iban a abrir fuego.
-¡Marina, no no!- grito, atrayendo la atención de los tres. Kane fuerza más su agarre y Marina ahoga un grito-. ¡Suéltala imbecil!
-Hijo, hijo.- Laura viene hacia mi y me sujeta con fuerza, el policía aún no sale de mi campo de visión-. No solucionarás nada así.
-Señora, él debe calmarse, estamos haciendo todo lo posible.- El policía nos mira-. Por favor necesito que se queden aquí, no pueden pasar a esa zona o lamentaríamos las consecuencias.
-Salven a mi esposa, lo único que les pido.- lloriqueo, tratando de contener toda mi furia por enfocarme en Marina.
Luce pálida, cansada, mal. Me preocupa tanto, no sé si podrá recuperarse, no sé qué le habrán hecho esos desgraciados pero los iba a matar, de eso estaba seguro.
-Tranquila, yo lo cuido.- Rafael se acerca a mi y hace que lo mire-. Muchacho, todo va a estar bien. Entiendo tu dolor, vamos a salvarla.
-¿Y si ella...? Yo no puedo.- susurro, cerrando los ojos unos segundos. Las voces de los policías se hacen lejanas-. Si la pierdo, moriré.
-Nadie muere, todos vamos a un lugar mejor.- Lo miro-. Pero no veré a alguien perder al amor de su vida. Ve y salva a tu esposa.
Se separa de mi, dándome a entender que era ahora o nunca; aprovecho que el policía está atento en ellos para escabullirme, mi tía no dice alguna palabra. Voy hacia un auto de los policías y la suerte se pone de mi lado porque veo una pistola, irresponsables.
La tomo, la recargo. Cuento hasta tres mentalmente. Salgo de la camioneta apuntando a Clark. Los policías me dicen que baje el arma pero no hago caso.
-¿No los oyes niño?- miro con odio al viejo frente a mi-. Baja la maldita arma.
-En tus sueños, maldito.- susurro-. ¡Suéltala!
-Kane.- el mencionado afirma su agarre-. Mátala.
-¡No!- disparo sin pensarlo.
Se inicia una balacera, caigo al suelo y logro ver a Marina caer también, Kane toma el arma que yo tenía y les dispara a los policías pero una bala le alcanza el pecho y cae herido al suelo. Clark, intenta huir pero una bala en la pierna lo hace caer.
Me arrastro hacia ella quien el verme llora, le quito lo que le sujeta de las muñecas y la abrazo con fuerza, protegiéndola con mi cuerpo. No me importaba cuantas balas me cayesen, yo la protegería con mi vida.
Podía oír el grito de mi tía para que se detengan, pero en vano. En eso, unas manos jalan a Marina, Clark la tiene como sea. Me levanto avanzando hacia ellos, pero cuando retroceden se acercan más al abismo.
Los policías van hacia Kane para levantarlo como sea y arrestarlo, este intenta retorcerse y zafarse pero no lo logra. Yo veo el arma en el suelo y la tomo, apuntando a Clark.
-Dispárame.- me dice, sonriendo con dificultad por el dolor en su pierna-. Igual me la llevaré.
-No, por dios.- farfullo, eufórico-. Suéltala mierda, ¡Suéltala!
Marina me mira y yo a ella, esos ojos suplicantes los conocía.
-¿Ella está bien?- pregunta con su voz rota-. ¿Gia está bien?
Ella sabía que yo amaba decirle Gia, su segundo nombre me parecía único para mi, la forma en cómo yo solo llamaba a mi hija. Miles de momentos se vinieron a mi mente. Cuando conocí a Marina por primera vez, cuando le invité a salir, nuestro primer beso. Todo.
Todo junto a ella.
No podía pasarme esto ahora, no que ya estábamos siendo una familia. Mi hija no podía crecer sin su madre, es solo una bebé que debe conocer más a su madre. Debe verla siendo una anciana junto a mi. Una familia.
-Por favor no...- las lágrimas gruesas caen por mis mejillas, sujeto el arma con firmeza. Apunto a la cabeza de Clark-. ¡Marina corre!
Pero ella no se mueve, Clark da dos pasos más hacia atrás y parece que va a cometer el peor error de su miserable vida. Pero Marina me hace ver el cuchillo en su mano, entiendo todo.
Yo siento todo el enojo esparcirse en mi cuerpo y volteo apuntando a Kane quien antes de ser metido a la ambulancia que había, me ve justo a los ojos. Disparo una vez, y con esa suficiente para que ese disparo le cayese en la clavícula, matándolo.
Volteo justo cuando Marina ataca a Clark, apuñalándolo en la garganta; dos policías corren hacia mí para tirarme al suelo y ponerme esposas, suelto el arma y un dolor me invade el pecho pero lo ignoro. Marina me mira unos segundos, y Clark aprovecha eso para tomar el cuchillo de su cuello y clavárselo en el suyo. Mi mundo se viene abajo.
Suelto un grito desgarrador, al verla caer de rodillas tomando su cuello. Pero es como si ya no pudiera reconocer lo exterior, porque cuando voltea a verlo. Le susurra:
-Si yo muero... te arrastro... conmigo.- Y sin más, lo atrae hacia ella con sus últimas fuerzas; cayendo los dos por el abismo.
-¡MARINA!- grito con todas mis fuerzas-.¡MARINA NO POR FAVOR, MARINA!
Me zafo de los dos policías y corro hacia el filo, viéndola caer al mar y perderse en este. Vuelvo a gritar de dolor y un ardor en mi garganta se hace presente, al igual que todos los dolores de mi cuerpo y en las muñecas por las esposas. Los policías vuelven a tomar mis muñecas, obligándome a levantarme ya que estaba de rodillas. Intento oponerme pero no lo logro.
-¡Mi esposa está allá abajo!- Grito, en shock-. ¡Suéltenme! ¡Déjenme ir-
Un golpe en la cabeza, me calla al instante y hace que vea todo negro, cayendo en un sueño profundo.
Nota de autora:
Escribí esto escuchando "Yo te extrañaré" y no paro de llorar.
Quiero aclarar que lo del abismo estuvo desde un inicio cuando escribí LCDO, quise traerlo de vuelta.
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La chica del océano | Terminada ✔️
Genç Kurgu«La chica del océano, la del amor eterno.» >> "¿Qué se siente estar viva?" Aquella pregunta se la hacía Marina en todo momento, pensando en si ella tenía un propósito muy bueno aquí en la tierra; pero no se imaginó uno co...