MARINA - HACE NUEVE AÑOS
Había conocido a un chico llamado Kane, y a mis dieciséis años podía decir que me había enamorado de verdad, era el amor de mi vida. Sus gestos, su manera al hablar, su mirada en mi, la forma en cómo me protege, cuando me regala flores o sus gestos tan hermosos hacia mi me hacen volar entre mariposas.
Se lo había presentado a mis padres hace dos días y aunque mi madre no estaba feliz para nada, mi padre estaba con una sonrisa de oreja a oreja, lo invita a la casa y lo trata como un hijo.
Al menos tenía la aprobación de mi padre por Kane, sin duda él me sacó del vacío que sentía, ya me imagino a mi con un vestido blanco y él siendo mi esposo.
-¿De que te ríes, preciosa?- Kane se me acerca y me abraza de la cintura en la cama-. Mucho piensas.-Besa mi sien.
-En muchas cosas, precioso.- me volteo para tenerlo frente a frente, beso sus labios repetidas veces y un cosquilleo se pronuncia en mi estómago-. ¿Te he dicho lo mucho que te amo?
-¿Tú me amas?- Kane acaricia mi mejilla y juega con mechones de mi cabello-. A mis veintiún años no había escuchado ello de alguien.
Si, Kane era cinco años mayor que yo; pero sus gestos hacía mí eran delicados y yo había madurado lo suficiente como para estar con alguien mayor. Eso ya lo habíamos conversado con mis padres y mi padre dio la aprobación.
Kane esconde su rostro en mi cuello y reparte besos pequeños, que estos se vuelven húmedos; una sensación diferente y nueva siento en mi, específicamente en mi vientre.
Mi madre me había hablado sobre las "primera vez" y en el fondo estaba lista de hacerlo con Kane, a fin de cuenta era con quien me iba a quedar para siempre. Yo lo amo y se que él a mi, también.-Estoy segura.- le digo, haciendo que se separe de mi para verme-. Quiero hacerlo.
Me levanto de la cama y me acerco a echarle pestillo a la puerta de mi habitación, Kane se apoya en la cama con sus codos para verme a los ojos, con una sonrisa pequeña ladina. Me acerco a él y me quito mi camiseta, al no traer nada abajo mi busto estaba expuesto ante él.
Su mirada cambió en ese instante, esa mirada de amor fue reemplazada por una de deseo total, doy dos pasos a atrás cuando él se levanta y se desabrocha el pantalón, bajándoselo con todo y bóxer. Se quita la camiseta y me extiende la mano.
Sin dudar la tomo y me acerca a él, nos echamos en la cama y me sube la falda, estaba encima mío y sus manos recorren mi casi desnudo cuerpo, yo podía sentir cosquillas que me causaban bajos gemidos.
Lo hicimos esa noche, fue algo doloroso al inicio pero nos dejamos llevar después; y tengo que admitir que fue una sensación muy placentera, Kane me gusta y mucho. A la mierda lo que opine mi madre de él, seremos muy felices los dos.
Esa noche la pasamos increíble, lo volvimos a hacer y cada vez me gustaba más; me acariciaba el cuerpo con una delicadeza increíble y me repetía lo hermosa que me veía gimiendo su nombre. Admito que me gustaba mucho y fantaseaba con que este momento llegase de una vez.
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La chica del océano | Terminada ✔️
Teen Fiction«La chica del océano, la del amor eterno.» >> "¿Qué se siente estar viva?" Aquella pregunta se la hacía Marina en todo momento, pensando en si ella tenía un propósito muy bueno aquí en la tierra; pero no se imaginó uno co...