MARINA
Habían pasado dos semanas desde que nació
Azahara, me sentía extraña, aún esa sensación no se iba de mi; temía qué cosas malas pasasen pero sin embargo, haría que hija fuese feliz sea como sea.Con la ayuda de Laura, quien estuvo pocos días aquí, estuve desplazándome por el departamento; al ser duplex bajaba las escaleras con cuidado de no tropezar o algo que me lastime. Ezra se mantenía trabajando ya que todo el último mes de mi embarazo lo pidió libre, y como recién había ingresado hace dos días estaba exhausto. En mi trabajo de medio tiempo había pedido permiso y fueron muy comprensivos, además que debía acostumbrarme más al idioma de ellos.
Azahara dormía plácidamente en su cuna, la cual estaba al costado de nuestra cama; por el momento ella dormía con nosotros y ya de ahí dormiría en su habitación. Se acaba de dormir, y aproveché ello para ir por algo de beber.
En lo que bajó las escaleras, observo los cuadros que Laura mandó a hacer sobre nuestra boda y fotos familiares, además de una con Azahara en brazos cuando estábamos en la clínica.
Ya en la cocina, me sirvo un vaso con jugo de la nevera, me apoyo en la encimera de la cocina para beber con tranquilidad; hasta oír mi teléfono sonar en la planta de arriba, me apresuro con cuidado dejando el vaso en el lavabo.
Entro en la habitación, escuchando el quejido de mi hija empezando a levantarse, cojo el teléfono para contestar mientras meso su cuna con cuidado para arrullarla nuevamente.
-Hola amor.- murmuro al oír la voz de Ezra del otro lado-. ¿Ya saliste del restaurante?
-Si, todo bien; ya estoy llegando.- lo escucho algo agitado-. ¿Y Gia?
-Azahara.- le corrijo, él se ríe-. Se despertó por tu llamada, cuando vengas la haces dormir; parece que solo contigo duerme.
-Ay mi princesa...- suspira-. Amor, responde rápido; ¿torta helada o tres leches?
-Tres leches.- digo, luego caigo en cuenta-. Ay amor... pensé que lo habías olvidado...
-Feliz cumpleaños, mi océano.- me hace sonreír con su dulce voz-. Ya llego hermosa, lamentablemente Lau no podrá estar hoy por el trabajo pero yo si. Te prometí que lo pasaríamos en familia.
-Está bien amor, yo te espero.- murmuro, aún con una sonrisa boba en mis labios-. Te amo, Ezzie.
-Te amo, Mar.
Cuelgo la llamada, enfocando mi atención en Azahara. Sus labios tan pequeños emiten sonidos balbuceantes, sus enormes ojos son tan penetrantes; preciosa como su padre. La cargo para subirme la camiseta y darle de amamantar, como si su vida dependiera de ello pone su manita en mi pecho.
Al cabo de un rato, la puerta principal es abierta y el sonido de la llave se oye ser colgada, unos pasos caminan por todo el primer piso y finalmente cierran la puerta.
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La chica del océano | Terminada ✔️
Teen Fiction«La chica del océano, la del amor eterno.» >> "¿Qué se siente estar viva?" Aquella pregunta se la hacía Marina en todo momento, pensando en si ella tenía un propósito muy bueno aquí en la tierra; pero no se imaginó uno co...