Destiny┊𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍

9. La tormeta antes de la soleada.

—Ibas aceptarlo ¿cierto?, pude verlo en tu rostro, lo querías, tú realmente... ¡¿por qué?!—vociferó Jimin detrás de Yoongi quien se negaba a mirarlo, recorriendo la habitación como escapando de el—. ¡Di algo! Dijiste que querías hablar ¡pues hazlo!.

—Nunca haría algo así Jimin —contesto aun sin darle la cara, deteniéndose a un extremo de la habitación—. Eso te haría daño, por supuesto que la propuesta fue muy tentadora pero... —suspiro con pesadez dejando caer su rostro con las manos en su cadera.

—Mientes Yoongi ¡Mientes! —exclamó Park al otro extremo de la habitación, nervioso y un tanto afligido por saber la verdad—. Olvidas que soy la persona que mejor te conoce en este mundo, ¿por qué intentas mentirme cuando sabes que se la verdad? ¡Solo mírame y dime lo que piensas, dime la verdad! —exclamo enojado.

—¡Si está bien! —finalmente Yoongi lo miro confesando. Y ante esto Jimin sintió un fuerte dolor en el pecho, como una apuñalada—. Lo admito, claro que pensé en aceptar la propuesta ¿feliz?.

Muy dentro de si, Jimin esperaba recibir otra respuesta, y hubiera preferido estar equivocado y quedar como un tonto, a sentirse decepcionado por el chico a quien antes de todo lo que estaba sucediendo, lo llenaba de orgullo.

Sus ojos se llenaron de lágrimas sin poder evitarlo, y un nudo se formó en su garganta mientras una expresión de asombro se forma en su rostro.

—El me ponía en una bandeja de plata todos mis sueños, el futuro del que tanto hemos hablado tú y yo, por el que vinimos aquí, del mismo al que tu te comprometiste apoyarme en lo que fuera —lo apunto con su dedo con cierta dolencia en su voz y expresiones—. ¿O es que acaso solo eran mentiras? Porque entonces yo ya no soy el único mentiroso aquí.

—Sabes que lo más añoro en esta vida es que tus sueños sean cumplidos, pero no de esta manera Yoongi, no vendiéndome, no vendiendo... a la persona que amas —una amarga lágrima se escurrió por su mejilla, pero este rápido la limpio mostrando fortaleza—. ¿Por qué no piensas en mi? ¿Cuando te volviste tan egoístas? Desde que llegamos aquí tú...

—Dime entonces —lo interrumpió con un tono brusco—. ¿Dime que es lo que piensas Jimin? Anda, habla, te escucho —se cruzo de brazos y frunció el ceño.

—Eres increíble, ahora quieres ponerme en el puesto del malo ¿acaso quieres venderme? ¿Eso quieres? ¡Anda hazlo! —Jimin se acercó al pálido con cierto enojo reflejado en su ceño fruncido y la mirada tosca que le lanzó—. Pero luego no vengas a rogarme que te perdone, porque es monstruoso, y automáticamente me afirmaría que para ti no valgo más que un puesto en esa... —estaba inseguro de decirlo, pero finalmente lo soltó—... ¡En esa tonta academia!.

Los ojos de Min se abrieron un poco de más, sorprendido ante lo que acababa de decir su novio, e inmediatamente una mortífera furia se inyectó en el, y en ese momento dejó de pensar.

—¿Qué dijiste? —repentinamente lo tomó del cuello con cierta fuerza, dejando ver las venas de su mano, gruñó arrugando la nariz, mirándole con una mirada asesina, muy ajena a Min Yoongi—. ¿Tonta academia dices? ¿Eso es lo que piensas de mi sueño? ¡¿Qué es tonto?! ¡Como te atreves! —aumentó la fuerza ejercida en el cuello de Jimin.

Este poco a poco iba perdiendo el oxígeno. Sujeto su mano y masculló intentado decirle que se detuviera, miro al pálido con los ojos acuosos, desconociendo a su tierno y soñador Min Yoongi, ese no era el, era una horrible persona consumida por la ambición.

—Yo-Yoongi... —salió en un hilo de aliento su voz—. De-Deténte... no pu-puedo respi... rar...

Finalmente lo soltó aventándolo al suelo, donde él mismo comenzó a toser mientras recuperaba el oxígeno y tocaba su cuello con dolor.