𝑫| Jungkook es un pintor que sueña con un chico del campo, y Jimin es un chico del campo que sueña con un pintor, ninguno sabe de donde vienen, o el por qué de estos sueños, solo ambos sienten la constante necesidad de saber quien es ese extraño en...
—¿¡O si no que!? —bramó Yoongi en un tono desorientado—. ¿Por qué no te metes en tus propios asuntos idiota? ¿Acaso quieres morir? —su voz se escuchaba corrida.
Jimin percibió un olor, era un asqueroso hedor a alcohol emanando fuertemente de su novio.
—¿Yoongi haz estado bebiendo? —preguntó con preocupación, el pálido lo miró con el ceño fruncido, desubicado mientras se balanceaba un poco.
—¿Qué si he estado bebiendo? ¡Ja! Claro que no —estaba completamente ebrio—. Ya camina, regresemos al hotel —lo volvió a jalar.
—Ya basta Min —Jungkook sujeto la mano del músico de piel pálida y lo miró mortíferamente—. Aquí se acaba tu circo, suéltalo ahora.
—Está bien, está bien —el ebrio soltó al fin al chico pero solo para poder tener la mano derecha libre y propiciarle un puñetazo a Jungkook el cual no llegó a su destino porque el lo desvió.
—¡Yoongi! —Jimin se asustó por un segundo—. Por dios estás loco, no quiero verte.
—Hay que irnos Jimin, vamos —Jeon lo tomó de la mano y se lo llevó de allí rápidamente, Yoongi intentó seguirles el paso pero el guardia de seguridad del restaurante lo detuvo.
—¡Jimin! ¡Jimin, vuelve aquí ahora! —intentó correr pero el hombre nuevamente se lo impidió sujetando su brazo—. Carajo suéltame, no me toques —lo empujó—. ¡¡Jimin!!.
Jimin y Jungkook corrieron lo más rápido que pudieron hasta donde estaba el auto estacionado pero no pudieron evitar empaparse con la voraz lluvia, ambos entraron al auto chorreando, pero lo que más le importaba a Jimin era que no se mojara el vestuario, pero tampoco pudo evitarlo, y cuando lo vio mojado se entristeció.
—Ahora está mojado, dios —bufo—. Yo realmente lo siento, esto es a lo que me refería, mis problemas se vuelven los tuyos y es una... una completa basura, lo lamento tanto Jungkook.
—Tranquilo —el azabache colocó su mano sobre las de Park las cuales sostenían la camisa empapada—. Esta bien, no pasa nada, lo enviaré a la tintorería y para mañana antes de la noche estará listo, no tienes por qué sentirte mal, podemos arreglarlo...
—¡El casi te golpea! —objeto.
—Pero por suerte no lo hizo y eso no es tu culpa, el es alguien agresivo que fingía ser alguien pasivo ¿ya lo ves? Jimin ese hombre no te conviene —inquirió mientras lo miraba fijamente, con cierta preocupación.
El rubio soltó un suspiro con pesadez y agachó la cabeza.
—¿Podemos irnos? Ya no quiero seguir aquí —murmuro.
—Claro —Jungkook de inmediato encendió el auto junto a los limpiadores y se pusieron en marcha.
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Ambos tomaron un baño por separado evitando un resfriado, cada uno tenia y trataba de resolver sus dudas propias, el agua caliente con el que eran empapados sus cuerpos desnudos los ayudaba a pensar y sobre todo a relajarse luego de aquel dramático incidente.
