Mi tío Chess a veces y con a veces me refiero a casi siempre suele hacer fiestas en su casa, Dee dice que el busca cualquier mínimo motivo para hacer un pachangon, recuerdo que cuando era más pequeño, no me gustaban las verduras y nunca terminaba mi plato, milagrosamente un día pude terminarlas, el fin siguiente el tío Chess hizo una gran fiesta para celebrar mi enorme logro, recuerdo que compró unos adornos de verduras con ojos, estaban geniales, quizá a Dee le moleste pero a mi me gustan, son muy divertidas.
Este fin de semana no fue excepción, aunque esta vez no supe el motivo de la celebración.
-Heavy, llama a Dee ya nos vamos.-
-Voy volando, papá.- me dirigi escaleras arriba a la habitacion de Dee, siempre tarda mucho en bajar.
-Dee, ya nos vamos, ¿qué tanto haces?.- verbalicé seguido de abrir su puerta y encontrarmelo arreglando su cabello.
Mierda, porque se veía tan bien hoy, bueno siempre se ve muy bien pero hoy, ahora entiendo porque tardo tanto. Su cabello caía sobre sus hombros, perfectamente acomodado, su chaqueta de cuero negra, aquella que le quedaba tan bien, parecía que había sido creada exclusivamente para él, su maquillaje, me gusta, me gusta como se maquilla, me gusta mucho.
-Qué ya voy Heavy, ¿me estás escuchando?.- esas palabras me sacaron de aquellos pensamientos azucarados.
-Ah si ya entendí, no tardes más, te espero abajo.- salí de su habitación y estoy seguro que salí con una cara de adolescente enamorada.
(...)
Como de costumbre, yo ya andaba devorando toda fritura y dulce que encontraba a mi paso, era mi única diversión en aquellas reuniones, también se ponían a jugar al póker u otros juegos complicados, pero no los entiendo así que no juego.
Me encontraba en busca de unos dulces ácidos que tío siempre compra, en la cocina nada, en la sala tampoco, en su habitación, pero tampoco.
-Maldición, ¿será que ya los llevo afuera?.- me pregunte a mi mismo, y me dirigí al patio donde se encontraba todo el ambiente.
-Bingo.- los encontré en una mesa en el patio, pero también encontré a mi querido hermano hablando con una chica.
Una chica castaña que se veía de su edad, a veces los amigos del tío Chess traen a sus hijos también, se reían mucho, y ella cada vez se le pegaba más a Dee. No mentiré, estaba ardiendo en celos, mientras yo ando en busca de dulces, un millón de chicas ya andan queriendo quitarme a mi mapache enojón, que molesto.
Igual todas esas chicas son mucho mejores que yo, siempre son tan lindas, tan perfectas para Dee, y yo bueno, yo soy yo.
Tomé mis dulces, y me fui hacía mi tío Chess.
-Tío.- musite, jalando una esquina de su camisa de cuadros.
-Dime Hevs.- me dijo en su típico tono relajado.
-¿Puedo estar en tu habitación?, me siento algo cansado.- trate de sonar lo más normal posible, pero sentía que estaba al borde de romper en llanto.
-Ya sabes que si Heavy.- me sonrió y me dio un pequeño y suave empujón para que me fuera y lo dejara seguir platicando.
Hice caso y me puse en marcha.
-Hevs, hay más dulces en el cajón derecho de la cocina.- le sonreí como pude y salí corriendo de ahí.
(...)
Odio tanto cuando lloró, se me tapa la nariz horrible y no puedo comer dulces porque me ahogo, pero que más puedo hacer, me he vuelto muy sensible, por su estúpida culpa, el me esta cambiando tanto, se que esta mal echarle la culpa, pues el no sabe nada, pero indirectamente es su culpa, pero aunque no lo quiera admitir es mi culpa también, por tener sentimientos hacia el, tan intensos que me estoy colapsando. Pero es más su culpa por ser tan jodidamente atractivo, por lo que las chicas van de tras de el como moscas.

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𝙤𝙝 𝙙𝙚𝙖𝙧 𝙙𝙞𝙖𝙧𝙮, 𝙞 𝙛𝙚𝙡𝙡 𝙞𝙣 𝙡𝙤𝙫𝙚 | 𝘿𝙚𝙚𝙭𝙃𝙚𝙖𝙫𝙮|
Fiksi PenggemarOh querido diario... -Si realmente es tan listo, ¿como es que nunca se dio cuenta?...- Es tarde ya, es demasiado tarde. -Te amo, te amo Dee, y ya no hay vuelta atrás, ya no puedo sacarte de mi cabeza.- (...) -Te necesito cómo al aire que respiro...