𝗣𝗟𝗔𝗬𝗙𝗨𝗟 𝗦𝗠𝗜𝗟𝗘 • jeong jaehyun

O7

12 años

LAS SIGUIENTES SEMANAS FUERON definitivamente horribles para Haru. Ya habían pasado casi dos meses y si bien sus compañeros aún seguían riéndose de ella cada vez que recordaban lo sucedido, lo que más la molestaba era que toda la situación hubiera terminado de esa manera. Lo peor de todo era que vivían literalmente enfrentados y hasta estudiaban en la misma clase, por lo que era difícil para ambos no cruzarse con el otro.

Pero eso no tardaría mucho en cambiar, lo que no sabía si debía alegrarle o qué.

Para la sorpresa de Jaehyun, una mañana no la vio de camino a la escuela ni tampoco se la cruzó en las horas de clase. Supuso que había faltado, lo que seguía siendo un poco extraño porque Haru nunca faltaba a clases. También se molestó al darse cuenta de que le estaba poniendo demasiada atención a algo relacionado con ella, pero eso nunca lo admitiría.

Y si para Jaehyun el día ya había sido lo suficientemente extraño, la gran sorpresa se la llevó al finalizar la jornada y estar volviendo a casa. Un gigante camión blanco estacionado frente a su casa fue lo que lo desconcertó. Rápidamente entró a su casa, donde se cruzó con su hermana que lo saludó revolviéndole el cabello solo para molestarlo.

— ¿A dónde vas?— preguntó con curiosidad el menor en dirección a Soojung, que se estaba poniendo un abrigo en la entrada de la casa, e ignorando completamente el hecho de que ahora tenía el cabello hecho un desastre.

— Le prometí a Haru que la ayudaría a terminar de empacar lo que le falta— respondió con simpleza.

— ¿Qué?— dijo luego de unos segundos en silencio, cuando al parecer la información había terminado de llegar a su cerebro.

— Sus padres están lo suficientemente ocupados con el resto de la casa y Haru tiene prácticamente un vertedero en su cuarto, terminará el año que viene si empaca sola— contestó su hermana a lo que él se quedó en silencio— ¿Sucede algo, Jae?

— ¿Desde hace cuanto que sabes que se mudará?

— Me lo dijo hace unas dos o tres semanas— murmuró Soojung mirándolo con curiosidad— Supuse que ya lo sabías, ella... no lo sé, siempre eres el primero en enterarse de todo lo que le pasa.

— S-sí, claro— contestó Jaehyun, finalizando la conversación y subiendo las escaleras rápidamente bajo la atenta mirada de su hermana mayor.

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— ¿Dónde están las cosas de navidad?— preguntó la señora Kwon al borde de un ataque de nervios.

— Ya están en el camión, tranquila— contestó su esposo.

— Haru, ¿tu cuarto está...?

— Completamente vacío, mamá— respondió la nombrada.

— Ya no te preocupes, Gayeon, será un viaje largo y necesitas guardar energías— intentó calmarla la señora Jeong, quien había ido junto a su esposo para despedirse. Soojung también se quedó luego de terminar de ayudar a Haru, aparentemente el único que faltaba allí era Jaehyun, que según su madre se encontraba enfermo, por lo que no podría ir a despedir a la familia vecina.

— Ven aquí— dijo Soojung en dirección a Haru y ambas no tardaron en fundirse en un fuerte abrazo- Te extrañaré muchísimo.

— Y yo a ti— contestó Haru a quien consideraba como una hermana mayor.

El ambiente se sentía pesado o por lo menos así lo sentían ambas. Sí, Haru había decidido verle el lado bueno al cambio que estarían a punto de hacer, pero en esos segundos solo podía pensar en lo mucho que extrañaría todo a pesar de lo sucedido dos meses atrás.

Los adultos terminaron de despedirse y luego de prometer que se reunirían a cenar alguna vez, los Kwon se subieron al auto. Con una última despedida de mano, su padre puso en marcha el auto y comenzó a alejarse de lo que ahora era su antigua casa, mientras que Haru solo intentaba pensar en que agradecería el cambio más tarde.

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