11 añosERA EL CUMPLEAÑOS número once de Haru y ella no podía parar de moverse por toda la casa. Decir que estaba emocionada sería poco, pero no era la fiesta en sí o los regalos lo que la ponía contenta. Era por sus invitados, uno en especial para ser específicos. ¿Y por qué? Porque cada diecisiete de abril, Jaehyun no podía negarle nada.
Hace unos años, una minúscula y casi inexistente parte de sí mismo comenzó a sentirse culpable por su trato hacia ella y, de manera casi inconsciente, la trataba mejor que nunca cuando era su cumpleaños. Según él, algo dentro de sí mismo lo obligaba a hacerlo y aquel soleado y cálido día se preparó mentalmente para lo que iba a ser su "tortura" por un par de horas. Un par de largas horas. Y, para cuando quiso recordar siquiera algo, ya se encontraba en el porche de la casa del frente. Haru abrió emocionada, sin siquiera dejarles un poco de tiempo para tocar el timbre o dar golpecitos en la madera, asustando un poco a todos porque ninguno se lo esperaba.
— ¡Feliz cumpleaños, Haru!— los mayores la saludaron y luego se adentraron en la casa. Soojung repitió la misma acción de sus padres y con un abrazo y muchas felicitaciones, pasó a la sala donde se encontraba el resto de invitados.
Y ahí venía lo que Haru más esperaba.
— Tú... feliz cumpleaños— el niño la observó quieto en su lugar. Cuando Haru abrió los brazos y dio unos pasos hacia él, rápidamente le extendió el regalo a su vecina con el fin de evitar un abrazo.
— ¡Gracias!— ni sabía lo que era pero ya lo observaba como si fuese oro— Ven, pasa— lo tomó de la mano para arrastrarlo hasta la sala, como siempre solía hacer, y Jaehyun no pudo hacer nada para evitarlo.
●●●
Las horas habían pasado volando y ya era bastante tarde. Solamente quedaban los abuelos de la niña y sus vecinos, quienes en no mucho tiempo también regresarían a su hogar.
— Jaehyun— comenzó Haru, aún observando embobada el dije del collar que su vecino le había obsequiado. Él tenía uno igual, solo que en un brazalete que aún no quería ponerse solo para llevarle la contra a la niña. En aquel momento, ambos se encontraban en el cuarto de la cumpleañera pasando los últimos momentos del día antes de que él y su familia tuvieran que regresar a casa.
— ¿Hmm?— murmuró él, aún distraído con el libro que traía en manos y sentado cómodamente en el banco bajo la única ventana del cuarto. Por alguna razón, esa siempre había sido su parte favorita del cuarto de la niña, por lo que cada vez que la visitaba se la pasaba en aquel espacio.
— Desde siempre que nos conocemos, pero...— se quedó callada unos segundos porque no sabía como decirlo. Segundos en los que Jaehyun posó toda su atención en ella, quien se encontraba boca arriba extendida en su cama.
— ¿Sí...?
— Bueno, básicamente formas parte de mi vida desde que somos bebés, pero... ¿Será siempre así?— ella cruzó sus piernas, sentándose sobre la cama para ver como reaccionaba su vecino.
— ¿Te refieres a...?
— A seguir siendo amigos cuando seamos mayores.
Silencio. Ni siquiera sabía porqué lo había preguntado, aquella especie de duda solo había pasado por su cabeza y la soltó sin más. Ahora no podía evitar sentirse como una tonta por haberlo dicho.
— Sé que siempre te molesto pero en verdad no imagino cómo sería si dejáramos de ser amigos— agregó, a pesar de que en realidad la primera parte de la oración no era del todo cierta para él. Haru entonces volvió a sentirse avergonzada por seguir hablando y lo único que pudo hacer fue agachar la cabeza levemente ante la falta de respuesta de su amigo como método de defensa ante ese feo sentimiento.
Algunos momentos más volvieron a transcurrir en completo silencio, lo que solo generó que Haru tuviera ganas de enterrarse por haber seguido insistiendo. Solo había embarrado todo, provocándole ganas a Jaehyun de reírse de la situación.
— Bueno... supongo que sí— el niño volvió su vista al libro intentando mantenerse serio y restarle importancia a la pregunta, sin embargo por dentro no lo pudo lograr porque una pequeña parte de él también apreciaba a Haru y también el agotamiento físico y mental que ello conllevaba.
Por otro lado, para la niña los planetas se habían alineado y hasta pudo escuchar como los pájaros cantaban. Con la serotonina a mil se acercó hasta Jaehyun rápidamente, lo que lo sobresaltó un poco por la repentina cercanía.
— Promételo.
— ¿Qué?— el niño la observó detenidamente. Su rostro estaba completamente rojo y aún así se veía seria, frunciendo el entrecejo y estirando su dedo meñique hacia él.
— No me puedes culpar por desconfiar, así que promételo. Por el dedito— acercó más su meñique a la cara del niño.
Finalmente Jaehyun suspiró rendido. Era su cumpleaños después de todo, ¿no?
— Yo, Jeong Jaehyun prometo siempre formar parte de la vida de Kwon Haru— entrelazó su meñique con el de la niña, sonrojado hasta la médula— ¿Contenta?
— ¡Muchísimo!
Tranquilamente aquel podría haber sido el mejor día de su vida, entonces se dio cuenta de lo verdaderamente importante que era Jaehyun para ella. Aliviada por haber descartado ese pequeño miedo que tenía por perder su amistad con él, Haru volvió a sonreír como siempre lo hacía, con aquella sonrisa que no se comparaba a la de nadie más, porque al menos para ella la promesa del meñique era inquebrantable.
playful smile
itsmartinac | 2O21

ESTÁS LEYENDO
𝗣𝗟𝗔𝗬𝗙𝗨𝗟 𝗦𝗠𝗜𝗟𝗘 • jeong jaehyun
أدب الهواة━━ 𝗣𝗟𝗔𝗬𝗙𝗨𝗟 𝗦𝗠𝗜𝗟𝗘 su sonrisa traviesa y su forma de ser no hacían más que molestar a jeong jaehyun. o al menos eso es lo que ambos creyeron por un largo tiempo. 12/O2/2O → ?????