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11 años

LUEGO DE UNAS DOS SEMANAS, San Valentín se estaba acercando y en la escuela debían de hacer manualidades y cartas para entregárselas a alguna persona especial o simplemente a algún amigo.

Por lo visto, Jaehyun nunca se enteró de lo que Haru vio semanas atrás y tampoco mencionó nada sobre ello, por lo que la niña tampoco tenía en mente decir ni una palabra del tema. A pesar de todo lo anterior, las cosas entre ambos estaban extrañas por primera vez en todo el tiempo que se llevaban conociendo y eso no hacía más que molestar a Haru, porque aparentemente no tendrían que haber razones para ello si es que él no se enteró de lo que ella vio.

El molesto tono de voz de la profesora de arte hizo que Haru volviera a prestarle atención y, luego de unos minutos más, dio por finalizada la explicación de la manualidad. La niña sacó todos los materiales de la mochila y se dispuso a comenzar su obra de arte, pero había alguien en ese salón que no la dejaba en paz. A pesar de estar completamente tranquilo en su lugar, Jaehyun no hacía más que llamar la atención de Haru y eso no dejaba de fastidiarla.

Algunos niños se rieron de ella cuando notaron que se encontraba observando a su vecino, pero en vez de seguirles el juego y pelear con ellos (tal y como se esperaban) se concentró en su tarea. Su mal humor era evidente y lo único que buscaba era estar tranquila.

●●●

Cinco minutos faltaban para que las clases de aquel día finalizaran y para el alivio de sus pobres oídos, la profesora de arte se había tenido que retirar temprano.

Pese a lo anterior, sí, había terminado la estúpida manualidad y sí, también había escrito una estúpida carta, aún con el pensamiento de que cada vez aumentaban más las probabilidades de que se mudara de Seúl. Aún así, no le tomó mucho tiempo llegar a la conclusión de que definitivamente entregársela a la persona que todo el tiempo rondaba su cabeza no era una opción, sino nada más que una mala, muy mala, idea.

Sentada en su pupitre y observando detenidamente aquel papel doblado que traía entre las manos, Haru se repitió una y otra vez que no estaba confirmado y que no valía la pena, y luego de unos segundos suspiró para ponerle fin a aquella idiotez. Con la minúscula pizca de sensatez que tenía su ser, la arrugó rápidamente y se dispuso a guardarla en su mochila, pero una mano la detuvo. La carta había sido arrebatada.

— ¿Qué te tiene tan pensativa, Kwon Haru?— preguntó Siyoon, uno de sus compañeros, con falso interés— Oh, ¿escribiste una carta? Adorable.

— Devuélvemela, Siyoon— la nombrada se levantó de golpe de su pupitre, haciendo que este se arrastrara por el suelo y llamando así la atención de algunos niños.

Jaehyun, que aún seguía sentado en su lugar esperando tranquilamente a que sonara el timbre, observó la escena con curiosidad.

— No, vamos a leerla— comentó con tono de burla el chico mientras que Haru intentaba arrebatársela en vano.

— Ya basta, no es gracioso.

— A ver que dice... "Jeong Jaehyun"— comenzó a leer, ahora sí llamando la atención de todos sus compañeros.

¡Siyoon, ya basta!— Haru intentó tomar nuevamente la carta pero falló. Al ser mucho más alto que ella, no le costó para nada lograr esquivarla.

No se tardaron en escuchar los murmullos de sus compañeros mientras que Siyoon seguía leyendo la carta, y por otro lado, Haru lo perseguía.

Definitivamente no sabía qué hacer. Con cada segundo que pasaba solo se incrementaban sus ganas de cavar un hoyo y enterrarse allí mismo. Jaehyun, que se había quedado en un trance escuchando a su compañero completamente sorprendido, finalmente volvió a la realidad al ver a su vecina de aquella manera y no tardó mucho más en ponerse de pie para finalizar aquel espectáculo.

"Me gustas". Como si no lo supiéramos-

La voz de Siyoon de repente fue interrumpida por su amigo y a la misma vez el destinatario de aquella carta, quien había tomado el pedazo de papel y no hacía más que mirarlo con expresión de enojo.

— Yo... era una broma, Jaehyun— rio con nerviosismo antes de, finalmente, apurarse e ir donde el resto de sus amigos estaban.

— Oye...

Haru no tuvo tiempo siquiera de pronunciar su nombre cuando Jaehyun la tomó del brazo y comenzó a caminar a paso rápido hacia la salida. La mente de la niña ahora se encontraba en blanco mientras que él la llevaba hasta el patio exterior que a su suerte se encontraba desolado.

— Esa carta no...

— ¿Por qué lo hiciste?

Estaba preparada para dar alguna vaga excusa pero cuando él la interrumpió, su mente se puso en blanco y no pudo contestar nada porque ni siquiera sabía qué decir para justificar lo que había escrito.

— ¿Crees que yo quiero que seas mi vecina o que nuestros padres sean amigos?— inquirió él mientras que Haru ni siquiera pudo mirarlo a los ojos. La dura mirada de él sobre ella la obligó a bajar la vista. Nunca lo había visto así y menos que menos había sido tratada de esa manera antes pero, sobre todo, nunca se había sentido así— ¿Crees que yo quiero que gustes de mí?

Una vez más, el silencio inundó el espacio mientras que Haru comenzaba a reaccionar ante las palabras del chico. Jamás se había sentido avergonzada de sus sentimientos, mas ahora sí lo hacía y no podía hacer más que odiar eso.

— No te acerques de nuevo a mí, es humillante.

El pequeño nudo que se había estado formado en la garganta de Haru desde un principio se intensificó aún más con esas últimas palabras, y contenerlo solo hacía que el dolor allí siguiera en aumento. Lo del festival deportivo no había sido nada en comparación a esto, porque esta vez sí sintió como si las mariposas que todo el tiempo le hacían cosquillas, ahora le dolieran.

Reaccionar y contestar le costó lo que parecieron años, sin embargo pudo levantar la cabeza y mirarlo con el entrecejo levemente fruncido en un intento de contener las ganas que tenía de llorar.

— ¿Y acaso crees que yo quería que Siyoon la leyera frente a todos cuando yo ni siquiera pensaba entregártela?— dijo ella por primera vez en los últimos minutos, mas ya no tenía las fuerzas ni las ganas de justificarse, ni tampoco quería perder más la dignidad de lo que ya lo había hecho— Bien, ya no me volveré a acercar a ti.

A pesar de haber sido casi imperceptible, su voz se quebró y Jaehyun alcanzó a escucharlo. Él no pudo evitar levantar la vista y observar su rostro, como sus ojos, nariz y labios se encontraban más rojos que de costumbre y como retenía las lágrimas para que no cayera ninguna frente a él.

Haru quería irse de allí lo más pronto posible y eso fue lo que hizo, se dio la media vuelta y a paso rápido pasó por la entrada del edificio, importándole poco que sus pertenencias aún estuvieran sobre su pupitre o que el timbre aún no hubiera sonado, y agradeciendo que no había ningún mayor responsable cerca.

Sí, aquel presentimiento había resultado ser correcto. Escribir esa carta había sido una muy mala idea y ese fue el punto en el que la relación de ambos dejó de ser la misma de siempre.

playful smile
itsmartinac | 2O21

𝗣𝗟𝗔𝗬𝗙𝗨𝗟 𝗦𝗠𝗜𝗟𝗘 • jeong jaehyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora