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Maddy POV:

— ¡Salud! —brindamos todos al unisono ya en nuestra segunda cerveza, era Viernes y mañana descansaba finalmente asi que salimos varios del hospital por bebidas al bar cerca del hospital, platicabamos sobre temas aleatorios, intentando evadir nuestras responsabilidades por un momento y esto iba bien hasta que el habló—.

— ¿Tu amigo estará bien? 

Suspiré.

— Ya te dije que no es mi amigo, Kang....

— ¿Cuándo me contarás que pasó entre ustedes?

Rodé los ojos.

— Nunca.

— ¿Entonces lo aceptas? —me tonteó—.

— ¿Aceptar qué?

— Qué algo pasó entre ustedes.

— Ush... —lo ignoré y di otro trago a mi bebida—.

— Bueno ya... pero siempre que venimos está aquí, y cada vez se ve mas perdido.... ¿no deberías...? —negué, interrumpiéndolo—.

— Lo que haga con su vida no es mi problema... su hija es mi paciente y nada más...

— Auch. ¿Así de fría eres?

Mordí mi mejilla internamente, cansada.

— No se vale —negué—.

— Solo míralo...

Giré mi cuerpo para ver la escena, Timothée, acostado sobre el bar con una cerveza al lado, el bartender llamándolo.... 

Ah no por favor....

— Te odio —susurré algo molesta a  el ya que su chantaje me habia convencido — si algo malo pasa te culparé a ti completamente —le señalé amenazante con mi dedo índice y este solo levantó las manos como "inocente"—.

Me acabé mi bebida de un trago y me despedí rápido con los demás antes de caminar rumbo a el.

— ¿Jóven...? —volvió a llamar el señor agradable que parecía santa claus pero se dedicaba a preparar bebidas alcoholicas con lo que asumí era su cuenta en la mano—.

— No se preocupe... yo me encargo —dije a penas llegando a su lado— ¿cuánto le debe?

— ¿Lo conoce? —preguntó sorprendido, asentí— oh bueno, por que estaba a punto de revisar su teléfono para llamarle a alguien que viniera por el.... que alivio

Asentí. 

Tomé la cuenta  y pagué esta, mientras firmaba el ticket de pago este abrió  sus ojos débilmente.

— ¿Maddy?

— En carne y hueso....

— Ah... —se quejó antes de intentar componerse de nuevo—. 

— Es hora de irte a casa, ¿cómo llegaste?

Sin decir una palabra sacó unas llaves de BMW y las enseñó.

— Oh no... definitivamente eso es un no.

— Estoy bien.. —balbuceó—.

— No es cierto

— Que sí.

— No, déjame llevarte... —insistí—.

— Te estoy diciendo que estoy.... —en su intento de ponerse de pie, sus extremidades flaquearon y terminó a punto de caer, si no fuese por mis reflejos que lo sostuve antes de que cayera—.

20 cm // Timothee ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora