No entendía cómo había acabado en esa situación tan comprometedora y peligrosa.
Y con comprometedora y peligrosa se refería a encontrarse paralizado en la puerta de la oficina donde segundos atrás había encontrado al colega ruso de Víctor, o Yurio como le llamaban desde hacía unos meses atrás, sentado en el regazo de Otabek Altin apunto de besarse.
Y todo se volvía sumamente peligroso cada vez que el rubio fruncía cada vez más el seño. Claro, si es que eso era posible.
-T-tranquilos, no pasó nada, ya me retiro_ tartamudeó, haciendo que su cuerpo reaccionara de una vez por todas y se diera media vuelta para irse de allí.
-Alto ahí, cerdo estúpido_
El gruñido y el tono amenazante en su voz hizo que por su cuerpo recorriera un escalofrío diferente al que estaba acostumbrado a sentir.
No le tenía miedo a Plisetsky, por supuesto que no, simplemente debía tener cuidado de no alterar, ni provocar de ninguna manera posible al adolescente para no terminar como Víctor hace dos noches, es decir, con la marca de un zapato en la espalda cortesía de una de sus patadas voladoras.
-Escúchame bien una cosa, idiota_ dijo el ruso, acercándose a él cual felino a punto de atacar, imponente como siempre, sólo que con los colores subidos al rostro, siendo difícil distinguir si se debía a la vergüenza o al enfado_ ni una palabra de esto a nadie o para la siguiente sesión aparecerás en las portadas de Vogue edición mÁS ALLÁ ¡¿Quedó claro?!_
Sólo quedó asentir justo antes de que el más bajo saliera por la puerta por donde él iba a marcharse unos momentos atrás, quedando únicamente con el modelo kazajo, quién tenía la mirada fija en un enorme escritorio de pino, y que al igual que su compañero (o pareja) con un gran rubor en su cara.
-No diré nada, puedes estar tranquilo_ sonrió para tranquilizar al moreno y tratar de desvanecer la tensión que se había generado.
-Lo sé, pero..._
-¿Pero?_ cuestionó, viendo lo nervioso que se encontraba el otro mediante el temblor de su voz y de sus manos al rascarse la nuca.
-Debe estar pensando que soy un aprovechador, un sin valores, yo de veras que-_
-Otabek_ interrumpió_ no voy a juzgarte, sólo espero que lo que sea que te haya pasado por la mente hacer hace unos momentos no haya sido con mala intención o con un mal propósito. Y tengo la plena confianza de que no fue así, no partiendo de ti_
La mirada del kazajo se suavizó, hasta parecer la de un niño confundido sin cambiar su rostro estoico, metido en su mundo mientras miles de cosas rondaban en su cabeza, desconectándolo de la realidad, sin embargo, el sonrojo de su rostro aumentó gradualmente, y después de unos dos o tres minutos en silencio tal vez, un pequeño murmullo salió de él, lo suficientemente alto para que apenas lo pudieran escuchar los dos.
-¿Te has enamorado alguna vez?_
Oh. Esa pregunta la había escuchado no hace mucho.
-Solo una vez_ contestó, tomando asiento en uno de los pequeños muebles gamuzados de la oficina.
-¿Y cómo te diste cuenta de que era amor lo que sentías y no una atracción pasajera?_
-Bueno, no es como que tenga mucha experiencia, pero..._ lo meditó antes de responder a su segunda pregunta_ me sentía extraño estando al lado de esa persona, pero con extraño no quiero que me sentía mal o incómodo, más bien era como una mezcla entre nervios, emoción y felicidad_
El moreno procedió a escuchar con atención todo lo que su mayor se encontraba explicándole.
-Cuando la escuchas hablar, así sea de la cosa más tonta e insignificante, o reír, tu mundo de pone de cabezas y sueñas, dormido o despierto, que solo sean para ti al igual que sus sonrisas_ una pequeña curvatura meliflua formó con sus labios, y su mirada suavizada quedó fija en algún punto de la pared de enfrente_ cada pequeño momento que pasas con ella lo sientes eterno, tu corazón se acelera frenéticamente con cada pequeño roce inconsciente. Sus ojos se vuelven los más hermosos que has visto en tu vida y deseas perderte en ellos, sus manos quieres tomarlas hasta el fin del mundo... Simplemente sientes que estás y a la vez no en la Tierra_
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❖ SexyBack ❖
Random≈El tiempo cambia a cualquiera.≈ Y eso lo puede asegurar el modelo de renombre y soltero más codiciado de toda Rusia, el sensual y provocativo Víctor Nikiforov. Luego de un reencuentro después de cuatro años con la misma persona a quien había burla...