❖ SexyBack ❖

🔥02🔥

«Que no se te suba a la cabeza, he trabajado con caras más bonitas que la tuya y mucho más jóvenes. Lástima que que tanta belleza sea en vano, pues, me temo que has de tener la cabeza tan hueca como un coco.»

Había pasado toda la jodida noche sin dormir pensando en las palabras de ese chico. La manera tan suave pero a la vez tan filosa como lo había dicho fueron un golpe bajo a su ego y también lo llevó a sentirse intimidado en menos de cinco minutos.

¿¡Cómo ese pequeño japonés había podido dejarle acongojado!?

«No puedo negar que eres hermoso, eres precioso, Nikiforov.»

Eso era demasiado obvio. Estaba cansado de escuchar ese tipo de halagos hacia su perfección, tenía muy en cuenta que su cuerpo rebosaba brillo, grandeza y poder, no por nada era uno de los más cotizados en la industria del modelaje; no tenían la necesidad de decirlo, él sabía que era como el bombón más caro del mundo. Único, costoso y divino.

Pero es que Yuuri Katsuki hizo que esas palabras que salieron de esos gruesos y provocativos labios revolvieran una marea de sentimientos extraños, su estómago había dado un vuelco y un sonrojo inmediatamente se apoderó de su rostro. El mismo jovencito regordete y pequeño del que se había burlado hace cuatro años había cambiado tanto física como mentalmente. Desde el primer momento en que había entrado a esa oficina hasta que salió de ella jamás había bajado la cabeza como lo hizo la vez que lo conoció, tampoco tartamudeó ni balbuceó al momento de dirigirse hacia él, y mucho menos mostró indicio alguno de emoción o alegría como solía hacerlo las veces que le sonrió, hipócritamente, o le habló sólo para acabar con la poca seguridad que le quedaba y trapear el suelo con su autoestima.

Disfrutaba de ver cómo las demás personas lo idolatraban, de cómo lo hacían ver como el hombre perfecto y caían a sus pies complaciendo cada uno de sus caprichos, podía tener a cualquier persona dominada con tan sólo guiñarle o sonreírle, podía llevarse a la cama a cualquier chica o chico que él quisiera y cuando él quisiera, pero eso no aplicaba con el chico de piel porcelana e hipnotizantes ojos color cobre ¡Y eso le molestaba!

Pero ¿Por qué? No es como si le hiciera falta la atención especial de Katsuki cuando ya tenía la de millones de personas.

¿O sí?

-Le estoy tomando demasiada importancia a un niño_

Tomó su teléfono para revisar sus redes sociales y así despejar su mente, más solo encontró notificaciones tontas, noticias aburridas y uno que otro post con frases de desamor de la modelo con pésimo sentido de combinación, que le pareció la cosa más cómica y absurda. Siguió deslizando el dedo por la pantalla hasta toparse con una nueva publicación subida por su mejor amigo a las 18:26 del día anterior, donde claramente se podía observar que estaba con el mismo muchachito que se había burlado de él sonriendo ampliamente a la cámara en una de las cafeterías cercanas a la agencia.

“Emocionado por trabajar contigo! Muestra lo sexy que eres lindura♤ @Katsuki_Yuri #NewYork #littlesexyboy #fresh”

“Katsuki_Yuri: @Christophe-gc el placer es todo mío. ✧”

-Traidor_ dijo entre dientes.

Se suponía que él era su mejor amigo y ni siquiera se había tomado el tiempo de tomarse una foto juntos y subirla antes de hacerlo con ese modelo de quinta. Presionó el usuario del azabache accediendo inmediatamente a su perfil y fue visualizando las numerosas imágenes que tenía, algunas casuales, otras de sesiones o eventos a los que había asistido.