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— Sonmin ¿podrías apoyar tu cabeza en el hombro de Jihoon? por favor — pedía el fotógrafo con su rostro detrás de la cámara, mientras ambos obedecíamos a todo lo que decia — eso, son perfectos, se ven hermosos. 

«si claro»

Con cada flash era una nueva pose con elogios tras ellos. No sabía cuantas horas habíamos estado haciendo esto, pero ya era como el cuarto cambio de ropa que teníamos.

— ¿Dicen aún no acabamos? — lo escuché preguntarme a lo bajo, sin siquiera mover mucho la boca — ya me duelen las piernas.

— Vi que llegaron unas nuevas maletas hace unos minutos — respondí secándome el sudor producido por las luces. 

Me contuve de decirle que mi cuello ya padecía tener torticolis a estas alturas.

Esa misma noche al llegar departamento no tenía energía siquiera para tomar una ducha, si no fuera por Nara unnie, me hubiera dormir al llegar.

—...mañana a la mañana vendré a las ocho para...— levanté mi mano para interrumpirla.

— Podrías no sé ¿tomarnos unas horas más para poder descansar? — pedi en un tono de súplica — por favor ¿tú no quieres dormir unos minutos más?

— Saca la expresion de cachorro que sabes que no funciona conmigo — declaró a la par que se tiraba al sofá — te daré una hora más, Sonmin, una hora.

Me hubiera lanzando a darle un abrazo si no supiera que no le gusta el contacto físico, lo había aprendido a las malas.

— Ya vero que excusas daré a los jefes — comentó en un tono más bajo, más para sí misma.

— Eres buena en las excusas, lo sé — le guiñe un ojo yendo a mi habitación.

— ¡No olvides de poner la alarma! — gritó, deduje que desde la puerta porque el ruido de salida no tardó en sonar.

Cuando mi cabeza tocó la almohada, no puedo explicar esa sensación en la cual la mayor parte de tu cerebro ya estaba dormido pero aún era consciente de algunas cosas.

No pude evitar soltar una maldición al oír mi celular sonado a mi lado, solo había una persona que llamaba a esta horas, y recién estuvo aquí. 

— ¡Unnie te acabas de ir! — grité contestando la llamada —¡déjame dormir ya!

Mi nivel de cansancio ya era el de llorar por frustración.

¿te desperté? — oh mierda, esa voz no era para nada femenina.

— Lo siento por mi impertinencia, pero ¿con quien hablo? — pregunté.

— ¿no tenías guardo de número? — me fijé en la pantalla de mi celular.

— Yoongi sunbae, discúlpeme, mi cerebro no está bien despierto aún ¿me daría un momento? — al oír el "claro" de su parte, dejé mi celular en silencio y fui a lavarme el rostro con agua fría.

Dios como quisiera dormir, pero si era Yoongi haciendo una llamada y no solo dejando un mensaje, creo que es un tema importante. 

— Despierta de una vez, mocosa — dije mirando mi reflejo en el espejo — deja de pasar vergüenza, por el amor a Dios — me di unos golpecitos en las mejillas para más atención.

Okay, creo que con eso bastaba. Volví a la habitación y tomé el celular, no iba a tocar la cama en un intento de no volver a tener sueño.
El suelo fue una mejor idea.

¿Ya estás lo suficientemente despierta? — ignoré el tono de voz burlón que tenía, no debería ponerme a discutir con mi productor.

— En perfectas condiciones, sunbaenim — sonreí con ironía por más que él no pudiera notarlo, lo bueno de las llamadas.

Solo una Idol |Suga|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora