"El invierno se acerca a los herederos sobrevivientes y la sangre de su sangre los buscara para librar su camino, el reino de la locura llegara si un dragón equivocado se sienta en el trono"
Rhaelle II Targaryen era hija del matrimonio de Rhaegar Ta...
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CAPITULO 04
"El Rey esta llegando"
"Mantente a salvo, la cortesía es un arma clave"
Esa fueron las palabras de Oberyn a su hija antes de partir junto con Ellaria de nuevo a Dorne, la mujer le habia dejado su propia lanza dorada a la princesa como símbolo del amor, cariño y respeto que sentía por ella.
Sus espada, su daga, su lanza, su yegua y su nombre falso era lo único que tenia de Dorne.
Winterfell era demasiado frio, en la noche habían hecho un pequeño banquete en su honor por su llegado donde pudo conocer mejor a cada miembro de la familia Stark incluido a Theon Greyjoy.
Pero lo que le disgusto a Rhaelle fue no ver señales de Jon Snow en la cena, ni despues de esta.
Las hijas de los Stark eran bastante dulces, Sansa, la mayor, fue con quien mas converso durante la cena, tenias deseos completamente opuestos pero la pelirroja sentía bastante admiración por la joven Martell al haber escuchado varios relatos sobre su rudeza a la hora de pelear siendo tan joven.
Arya, la menor, habia tenido mala cara durante toda la comida. Rhaelle supuso que era por la ausencia de su medio hermano, pero no dijo nada.
Tal y como le habia dicho Oberyn, tenia que ser astuta, primero observaría como era la situación con el chico Snow y luego se las idearía para que no lo siguieran tratando como un bastardo.
Estaba pensando en la noche anterior que no se dio cuenta que alguien la veía desde atrás y se acercaba a ella, cuando estaba apunto de posar su mano sobre su hombro para captar su atención la princesa de Dorne alzo su hombro y le dio un golpe en la nariz, para despues voltear y verlo con ojos severos.
Pero cuando vio quien sostenía su nariz con dolor sus ojos se abrieron y se arrepintió.
─ ¡Lord Stark! ─ exclamo preocupada agachándose a la altura del chico que habia caído al suelo por el impacto y la sorpresa.
Jamás espero ser golpeado por la princesa por tan solo acercarse.
─ Princesa...─ murmuro el joven lobo abriendo los ojos y encontrándose con el rostro de la chica a centímetros de los de él.
Esos ojos que tenia la princesa, violetas pero si los mirabas bien también habia un toque de azul en su mirada. Robb se quedo asombrado por la intensidad de la mirada de la chica.
─ Estas sangrando ─ le dijo Rhaelle colocando una mano en la mejilla del chico el cual frunció el ceño y tomo su mano.
─ Estas helada ─ susurro Robb con confusión hasta que miro las prendas de la chica, un vestido morado de tela ligera y un abrigo de seda.
