Alma De Dragón 🐉《ʏᴏᴏɴᴍɪɴ》 《ᴋᴏᴏᴋᴠ》

🐉ମ

Desde antes de leer la nota de Chaerin que estaba sobre la ropa, Yoongi supo que las cosas no iban a ir bien. Quemó tres aquelarres y mató a decenas de vampiros, eso ya era suficiente motivo para armar un alboroto, sumando a eso el hecho de que lo hizo en su forma dragón, en esa versión tan gigantesca y amenazante, bueno, una gota más y el río se desbordaría.

Supo que la situación iba a ser más tediosa cuando puso un pie dentro del templo de la alfa. En ese extenso y frío lugar de paredes cerradas flotaban diversos aromas, todos igual de intensos y penetrantes a un grado en que incomodaban la nariz. El bullicio mientras se acercaba se hacía más fuerte, evidenciando que los líderes estaban teniendo una acalorada discusión.

Yoongi rodó los ojos, a veces odiaba tanto esta naturaleza egocéntrica y demandante que tenían los shifters dragón, sobre todo los alfas, incluso en ciertas situaciones lo odiaba cuando brotaba de sí mismo, porque, aunque fuesen criaturas diplomáticas y rectas que respetaban la naturaleza siempre estaba ese hueso impetuoso que no se permitía flaquear ante nada.

Santo -jodido- orgullo de dragón.

La voces mixtas se hicieron más claras con forme avanzó. En el momento en que estuvo en el lumbral de la puerta que daba a la habitación fue capaz de ver a los seis lideres. Todos en pedestales hechos de madera de gidgee sentados alrededor de una mesa redonda de piedra. Junto a ellos se encontraban sus respectivas parejas y los betas de cada clan, estos últimos dos permanecían de pie en silencio escuchando la discusión de los líderes. Las velas que colgaban de un candelabro alojado justo arriba de la mesa en combinación a la luz solar que se filtraba por las dos grandes ventas eran las únicas fuentes de iluminación del lugar.

-Debemos poner vigilancia en las dos entradas-

-¿Vigilancia? Nunca ha habido necesidad de eso- Soyang, la alfa del clan Voda exclamó seria.

-Ahora la hay- comentó Nakdong, el alfa del clan Veter y quien había hecho el comentario anterior.

-Deberíamos cerrar las entradas. Nosotros los dragones de tierra podemos crear puertas- expresó Hwang.

-¿Por qué nos encerraríamos? No somos conejitos-

-Geumho Noona tiene razón. Esto no es como siglos atrás. No estamos al final de la cadena para tomar esas decisiones tan burdas. Somos una especie guerrera- agregó Seungcheol.

-Dongjin te educó muy bien joven líder- Soyang retiró su mirada del joven alfa para ver a los demás -Nosotros fuimos los protectores de Corea, este país prosperó con sagacidad gracias a nuestros antepasados, pero tal parece que los otros shifters lo han olvidado-

Hwang presionó el tabique de su nariz escuchando por décima vez el mismo discurso.

-Entonces, si no cerramos las entradas, ni ponemos vigilancia ¿Qué sugieren?-

-Creo- Seungcheol tomó una bocanada de aire -Creo que es tiempo de recordarles lo que somos-

-Acabamos de lograr la paz entre nosotros luego de milenios en disputa, no terminamos una guerra interna para iniciar una fuera. La Tierra aún se está reponiendo de nuestro ultimó desastre- argumentó Hwang con tranquilidad.

-Es que no hablamos de iniciar una guerra, no tendría caso, pero creo que si queremos evitar más incidentes como estos es necesario hacer una advertencia a los de afuera-

La sala permaneció en silencio. Los betas y las parejas de los líderes se mantenían sin decir nada, siempre era así. En las reuniones la función de ellos era la de ser testigos e intervenir solo cuando los líderes lo consideran necesario, de otra forma ellos debían permanecer en silencio, solo escuchando.