Alma De Dragón 🐉《ʏᴏᴏɴᴍɪɴ》 《ᴋᴏᴏᴋᴠ》

🐺ଦ

-Oye, abre los ojos-

Jimin negó como un niño pequeño y contrajo todo el cuerpo hacia el suelo, deseando volverse uno con la hierba bajo él.

-Mírame- el joven le movió por el hombro con tranquilidad, tratando de atraer su atención.

Volvió a negar, pegó la mejilla derecha en el suelo al sentir el calor ajeno demasiado cerca. El rostro del alfa debía estar a centímetros del suyo, casi podía imaginarlo.

-Abre los ojos- el aliento a menta rebotó en la mejilla contraria, haciendo evidente la cercanía del alfa.

-Quí- Quítese de encima-

-¿Qué? ¡Oh! es ¿Por qué estoy desnudo?- asintió nervioso.

Cambiar de la forma humana a la animal y viceversa era como respirar en la vida de los shifters.

Durante los primeros años, antes de que las divisiones en los territorios se crearan, las disputas por las tierras eran comunes y los cambios ocurrían en cualquier parte. No importaba si había gente presente o no, si era necesario cambiar para defender o atacar se hacía.

Esa etapa dejó como consecuencia que las personas crecieran sin sentirse incomodas de verse desnudas las unas de las otras, algo que fue heredado por las siguientes generaciones hasta ahora.

Para estos años el pudor, la vergüenza y el morbo eran palabras que quedaban vacías. Para nadie era extraño ver cuerpos desnudos, menos para los shifters de tierra como lo eran los lobos, osos, entre otros.
En Busan el cambio sucedía muchas veces, pero tener noción de eso no era sinónimo de estar acostumbrado.

Para Jimin era una falta de respeto -De su parte- quedarse observando a alguien que cambiaba de su forma animal a la humana, fuese hombre o mujer. Tal vez a este le daría igual, pero a Jimin no, su código le decía que era irrespetuoso y maleducado.

Y en este momento, aunque él fuese el atacado y el miedo viajaba por todo su cuerpo la parte racional que intentaba calmarlo le decía que era una falta de respeto mirar al alfa.

-Dame la mano-

Apretó su entrecejo y los labios.

-Voy a ponerme en pie, dame la mano para que pueda ayudarte a que también lo hagas-

Sintió una de las manos ajenas buscar su muñeca, opuso resistencia apretando esa extremidad hacia su torso.

-Venga, no voy a hacerte nada-

Hazle caso. Todo está bien

Pero

-Quiero hablar contigo-

Confía en mí Jimin

Su parte omega parecía hablar solo cuando lo creía necesario y hasta ahora nunca había dicho algo que los pusiese en peligro así que decidió confiar en lo que decía.

Titubeante separó la mano de su cuerpo, extendiéndola solo un poco. La mano ajena le tomó y tiró de él, ahogó un gemido de sorpresa, esa había sido la levantada más rápida de toda su vida. No estaba seguro de cuántos segundos fueron, pero ya estaba de pie y el contario también

-Ya abre los ojos. No pienso hacerte daño, pero no soy afín de mantener una conversación sin que me estés mirando-

Anda, ábrelos

Confiando nuevamente en su parte animal, entreabrió los ojos encontrándose de lleno con el pecho desnudo del contario. Con las mejillas tornándose rojas elevó sus ojos tan rápido como pudo chocando con los ojos del alfa, ya no eran violetas sino de un intenso azul contrastando con su tono de piel.