Alma De Dragón 🐉《ʏᴏᴏɴᴍɪɴ》 《ᴋᴏᴏᴋᴠ》

🐺ଅଆ

Jimin apenas y consigue colocar la pequeña taza de barro sobre la mesita de madera para ayudar a su hermano a incorporarse del mueble. Un nuevo ataque de tos le asaltaba, con mayor intensidad que el acontecido horas atrás.

El alfa tosió un par de veces seguidas sin poder sacar realmente algo. La tos seca solo desgarraba su garganta hiriéndola más de lo que ya estaba. Su cuerpo se sacudió contra su voluntad y su espalda se encorvó.

Yiheol rodeó su propio estómago con un brazo, apretandolo con insistencia, cómo si quiera sostenerlo y empujarlo hacia dentro al mismo tiempo mientras la otra mano cubría su boca en un fallido intento por amortiguar el sonido de sus quejidos.

Jimin le colocó una mano sobre el hombro pasando saliva, sintiendo la impotencia recorrer su cuerpo al ver el estado del mayor y no poder hacer nada más que acompañarle en su sufrimiento.

La sala permaneció inundada de tos, quejidos y jaladas cortas de aire por al menos cinco minutos más. Finalmente Yiheol dio una fuerte jalada de aire, cómo si de un animal en agonía se tratase, que le hizo caer de golpe boca arriba sobre el mueble. Su mano continúo apretando la tela que cubría su abdomen, la otra liberó su boca en busca de oxígeno. Por un segundo sus ojos opacos se sobre abrieron para cerrarse de golpe.

-Yiheol- susurró inclinándose hacia el alfa.

-Es- toy... Bien- musitó entrecortado.

Jimin negó. El alfa al tener los ojos cerrados no fue capaz de ver esa acción, cómo tampoco el de la mano del menor colocándose sobre su pecho. Al sentir la presión, se frozó a abrir los ojos, sintiendo los parpados un tanto pesados.

-Tu corazón está tan agitado. El sonido de su palpitar no es correcto- dijo mientras movía los dedos -Tus pulmones no deben estar mejor-

Jimin quiso utilizar su otra mano para palpar a la altura de los pulmones, el brazo que el mayor tenía sobre su abdomen se corrió hacia arriba interponiéndose.

-Tengo que checarte-

-No- es ne-cesario-

-Lo es. Cada vez empeoras más. Debo revisar que tan dañados están tus pulmones-

-Ya lo has hecho hace tres días. Dudo que haya grandes cambios- argumentó, pasando los dedos de su otra mano por su frente ahí donde comenzaban a surgir gotas de sudor, retirando los cabellos que se pegaban a la piel.

-Hace cinco días no tenías ataques de tos cada dos o tres horas-

El omega lo intentó de nuevo, Yiheol volvió a pararle.

-Jimin-

-Por favor, permíteme revisarte- pidió en tono amable.

Yiheol pareció pensarlo. Sus lánguidos ojos se desviaron hacia el techo, sus labios resecos ligeramente apretados, su pecho subiendo y bajando, demasiado acelerado.

Jimin estaba seguro de que el mayor era conocedor de su estado actual, de que esté no era positivo e iba decayendo, posiblemente por ello no parecía ni un poco entusiasmado con dejarse revisar. Sin embargo, él si lo necesitaba.

-Hyung...

Insistió de nuevo.

-Umh, yo....

Un chillido interrumpió sus palabras.

Provenía de una de las habitaciones del fondo. Jimin le reconoció al instante. Era Miyeon, la pequeña probablemente acababa de despertar y clamaba su atención.

Conectó su mirada con el mayor, esos ojos grises parecidos a los propios le regresaron el gesto.

-Hyung...