×CAPITULO 11×

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No sé en qué momento nos quedamos dormidas pero nos despertamos todos de repente gracias a una alarma que sonó por todo el lugar. Entraron los guardias y comenzaron a sacarnos a todos al centro de la habitación.

Nos organizamos en filas como nos habían ordenado y los guardias comenzaron a pasar por cada uno, solo mirándonos.

- "El cuarto juego está por comenzar. Sigan las instrucciones del personal y vayan al salón de juegos. Repito" - uno de los rojos abrió la puerta y nos guiaron por filas hacia afuera.

Iba delante de Sae-Byeok y detrás de Gi-Hun, mirando hacia el suelo, cuidando que no me tropezara por accidente con Gi-Hun, pero este paró de repente, lo que hizo que me chocara con él al no reaccionar a tiempo.

- Ah, lo siento - dije para luego mirarlo. Pero él ni siquiera sé inmutó, estaba mirando hacia arriba como todos los demás.

Miré también y me lleve un pequeño susto cuando vi a cinco personas colgando de sus manos atadas.

El doctor, lo había olvidado por completo. Me sentí un poco mal al respecto, pero, al final ellos se lo buscaron, ¿no?

- Tienen frente a sus ojos a quienes rompieron las reglas de este mundo en beneficio propio y mancharon las ideologías puras. Todos ustedes son iguales en este mundo. Deben tener igualdad de oportunidades, sin discriminación alguna. Prometemos que este infortunio no volverá a suceder. Les pedimos disculpas por esta tragedia.

Este lugar están ilegalmente justo que da miedo. Yo solo espero poder salir de aquí con Sae-Byeok y, ojalá, Ji-Yeong.

Seguimos avanzando hasta llegar al mismo cuarto blanco de antes.

- "Bienvenidos a su cuarto juego. Este juego se jugará en equipos de dos. Encuentren a alguien con quien quieran jugar. Cuando dos personas formen equipo y se den la mano, serán compañeros. Repito"

Otra vez la preocupación de cada día, solo que esta vez peor. Por suerte, o algo así, tengo un plan para nada práctico y muy díficil de llevar a cabo, pero es mejor que nada.

En el momento en el que dijeron equipos se dos Sae-Byeok en miró a mí.

- Nosotras - me dijo tomando mi brazo. Esto va a doler.

- Sae-Byeok, creo que no sería buena idea - dije con un nudo en la garganta, sabía que se sentiría mal.

- Pero, dijiste que estaríamos juntas de ahora en adelante - dijo tomándome de los hombros para hacer que quedáramos frente a frente - ¿Es por qué soy una mujer? ¿Crees que no ganarás conmigo?

- Claro que no - dije - Solo espera un momento, tengo que pensar algo.

Todo el equipo se sentó junto en unas escaleras. Mi-Nyeo le pedía a Gi-Hun y a Sang-Woo que jugaran con ella pero ninguno aceptó así que ella comenzó a gritar a todos.

- Deja de hacer el ridículo. Eso no hará que jueguen contigo. Se sincera. No quieres a una mujer ni a un viejo cómo compañero - luego de decir eso me miró. Solo me quedé callada, pero me sentí horrible.

- Claro que no. Nuestras vidas están en riesgo. Casi morimos en el juego de la soga - dijo aquel hombre por el que me cambiaron.

- Tiene razón. Hay una razón por la que Dios creó a Eva de la costilla de Adán. Los hombres y las mujeres juegan distintos roles y partes - agregó ese hombre raro.

- Idiotas. Este no es el Jardín del Edén - dijo Ji-Yeong. En ese momento Sae-Byeok se levantó para irse.

- ¿Adónde vas? - le preguntó Gi-Hun.

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