9. Tensión

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Te recomiendo escuchar la canción
cuando leas para disfrutar mejor tu
lectura.

Este simbolo (») significa que el personaje continúa hablando.

Samantha

— ¿Puedes creerlo? a él... que no sabe una mierda — espeto Emmy caminando de un lado hacía otro en mi habitación mientras sonreía irónicamente.

» ¡Que porque soy menor de edad! ¡¿eso qué?! he visto empresarios multimillonarios a mi edad.

Soltó un suspiro de indignación para sentarse a mi lado

— Ahora tendré que aguantar a mi hermano de jefe ¿te lo imaginas? — pregunto negando con la cabeza — Un maldito desastre.

— Si es así, pues no lo ayudes — dije apartando mi mirada del libro para dirigirme a ella.

— ¡Estás loca! — vocifero a lo cual puse lo ojos en blanco — Si lo dejo solo sería... como dar por perdida la empresa, la mandaría a pique. Por algo me lo ha pedido.

— Bueno yo solo decía — respondí levantando mis manos en señal de rendición para continuar con mi lectura — No subestimes a Drew.

Después de un rato hablando sobre la empresa. De cómo había aprendido tantas cosas de su padre en los diferentes viajes que realizo a Madrid. El señor Jones era un amante de los autos, le había enseñado todo lo que sabía desde pequeña.

Emmy podía ser la típica chica a la que le gustaba salir de fiesta e ir de compras. Pero su amor por los autos era indiscutible mientras otras niñas preferían jugar con muñecas ella prefería entrar en el estudio de su padre a mirar diseños de autos o simplemente entrar al taller para observarlo trabajar. Creo que por esa razón éramos amigas, nunca fuimos como las demás.

Me dirigí hacía la mesa de noche por un vaso de agua abriendo el primer cajón para sacar mi medicina.

— Hablando de Drew... ¿por qué dormiste con él? — me atragante con el agua al escuchar su pregunta.

— ¿Qué? — pregunte tosiendo un poco intentando recuperar mi respiración.

— Sam sabes perfectamente de lo que te hablo ¿por qué dormiste con él en su habitación? — insistió de nuevo más seria.

Vamos genia piensa.

— Eh... bueno, yo... digo él

— ¡Dios! No te veía tan nerviosa desde lo de Dylan — espeto poniendo los ojos en blanco para luego fruncir el ceño como si se percatara de algo — Espera ¿te gusta mi hermano?

— ¡No! — chille sintiendo el calor en mis mejillas.

— ¡Te encanta! — vocifero mientras yo negaba con la cabeza. Su rostro cambio repentinamente — Pero...

— ¿Qué? — pregunte inclinando mi cabeza hacia un lado.

— No nada — respondió cortante.

— Oh vamos, dime — pedí en un tono desesperado que me sorprendió.

— ¿No qué no? — Emmy dejo escapar una sonrisa perversa de sus labios.

Admite, nos encanta

No

— Solo necesito hablar con él — concluyo.

— ¡No vas a decirle nada! — espete nerviosa — Menos de mi — concluí agachando la cabeza, sentía como mis mejillas se acaloraban. Ella comenzó a reírse.

Bajo la piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora