Bajo la piel

15. Cuando éramos unos niños

Samantha.

Drew salió de su habitación dejándome sola para que me cambiara aún me reía de su reacción cuando entre al cuarto del baño por una toalla. Desvié mi mirada hacía la bañera, no me pareció mala idea tomar un baño después de una semana tan exasperante.

Cuando salí comencé a secarme para ponerme una bragas, al hacerlo escuche la puerta abrirse. Levante mi mirada encontrándome con la de Drew que estaba perplejo. Sentí una punzada en mi pecho haciendo que reaccionara tapándome con la sudadera.

Drew dijo algo pero no podía escucharlo solo sentía ganas de vomitar, quería que no me mirara al parecer él tampoco quería hacerlo porque agacho su cabeza, eso me hizo sentir aún peor.

— Vete de aquí — murmure con un nudo en la garganta, él levando la mirada hacia mí de nuevo.

No, no me mires por favor.

— ¿Estas bien? — pregunto inclinado la cabeza hacía un lado confundido — Sam, de verdad lo sí...

— ¡Lárgate Drew! — grite al cerrar los ojos, no soportaba su mirada sobre mi piel desnuda.

Escuche la puerta cerrarse. Apoye mi espalda contra la pared deslizándome hasta quedar sentada en el suelo. No podía parar de llorar aprontando más la sudadera contra mí, no sé cuánto tiempo estuve así hasta que la puerta se abrió de nuevo haciendo que me sobresaltara pero era Emmy.

— Sam... — murmuro sentándose enfrente mío para abrazarme.

— No quiero sentirme así — dije entre sollozos — tan insegura, no soporto que me miren. No quiero que me juzguen ¿quién no lo haría?

— Yo no lo hago — respondió apartándose de mí para mirarme — sé que Drew tampoco lo haría.

— Solo me siento horrible, imperfecta.

— Todos lo somos, eres hermosa Sam no solo por fuera sino por dentro. Cualquiera seria afortunado al tenerte en su vida.

— ¿Drew te dijo que estaba aquí? — Inquirí secándome las lágrimas con el torso de la mano, ella asintió — Creo que debería disculparme por gritarlo.

— ¿Lo gritaste? — Ella comenzó a reírse — con razón.

— ¿Eh?

— Casi no podía explicarse o hablar parecía imbécil, bueno lo es pero más.

— Se nota que lo quieres — sonreí con sarcasmo.

— ¿Quieres que lo llame? — pregunto, yo asentí y ella salió de la habitación. Un momento después Drew golpeo la puerta.

— Puedes entrar.

— Bueno pues desde ahora prefiero asegurarme — respondio cerrando la puerta, sentí que la cama hundía a mi lado cuando se sentó.

— Sobre eso, lo siento por reaccionar así... tu no tenías la culpa — dije agachando la cabeza mientras jugaba nerviosa con las mangas de su sudadera. Me daba un poco de miedo su reacción.

Él se acercó tomando mi mentón con delicadeza para encontrar mi mirada con la de él.

— Y tú no tienes por qué disculparte — entrecerré un poco los ojos confundida, Drew continuo — Si Sam, mira sé que algo pasa, por alguna razón tu reaccionaste así pero no tienes que disculparte. A veces la forma en la que lo hacemos es consecuencia de nuestro pasado y no está mal. — en ese momento me sentí estúpida al pensar en que podía llegar a reaccionar mal. Una sonrisa escapo de mis labios.

— No sé qué decirte.

— No me digas nada — respondió poniendo su mano sobre mi mejilla para deslizar su dedo pulgar en ella en una caricia.