A Ran lo dejaron.
A Nahoya nunca lo amaron.
Y cuando ambos, por casualidades del destino, se encuentran: todo puede salir mal.
Ahora fingirán que son la pareja perfecta que suele ir al cine, que comparte cenas románticas y que declaran su amor púb...
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-Esto sabe a... a uva.
El omega, cuyo nombre se supone debe ser "Noah", está a un segundo de caer dormido, su rostro comenzando a cansarse.
-No es uva. Continúa lamiendo. Le responde Ran y el obedece y se detiene dando un leve mordisco.
-Está algo duro. ¿No se me van a caer los dientes si sigo mordiendo?
El alfa rueda los ojos y despega la vista del cielo raso.
-Es una paleta de fresa, no tiene gran ciencia —Ran de manera agria le da un vistazo al chico —. Además, ¿no eras tú el chico que no podía sentir nada con la lengua? ¿Qué pasó con tu super poder?
El misterioso suspira.
-Lastimosamente tiene una debilidad: sólo dura una hora. Oye, ¿ésta es tu casa?
Este mira a su alrededor, deslumbrado como la mayoría de las personas cuando entran por primera vez a una casa nueva.
-Sip.
Ran mete las manos en sus bolsillos y nota la mirada perdida que el pelinaranja tiene al ver las escaleras de vidrio que llevan hacia la segunda planta de la sección de su casa, las gradas pueden ser algo abrumadoras, más sin embargo son realmente geniales para la familia Haitani.
-¿Y ella quién es? —pregunta el pelinaranja, lamiendo su paleta de fresa y mirando fijamente hacia lo alto de las gradas; Ran termina siguiendo su mirada.
Hay una enana de pelo rubio cenizo bajando las escaleras; cuando se acerca, pone sus manos en su cintura y los mira a ambos.
-Ella es mi prima: Pam —dice el alfa casi de manera aburrida.
La chica se acerca rápidamente y se detiene frente al "desconocido", lo mira de pies a cabeza. —¿Y tú eres? —le pregunta, más por curiosidad que por ser grosera y desafiante.
-Soy Nahoya... Nahoya ¿Grey? Aishh, ya no puedo recordarlo. Pero tengo poderes, ¡puedo lamer casi cualquier cosa sin sentirla!
Y para probar su punto, comienza a lamer la helada paleta de fresa.
Pam eleva una ceja y mira al Haitani mayor con una sonrisa dibujándosele en el rostro.
-¿Ahora traes omegas drogados, primito? —dice con diversión—. Supongo que la bruja de Yuriko ya te dio la noticia, ¿eh? ¿Ésta es tu venganza? Aunque no me sorprende, piensas más con lo que tienes colgando entre las piernas y menos con la cabeza. Pero nunca has tenido que drogarlos para convencerlos en venir.
Ella se empieza a reír, es un sonido ahogado y burlón.
Ran al escucharla estrecha los ojos y le pide que modere sus comentarios frente al desconocido.
-¿Qué es lo que te cuelga entre las piernas? —interrumpe el extraño, está genuinamente interesado viendo en dirección del alfa—. ¿Es algo que te ayuda a pensar? No lo entiendo, ¿es una varita mágica?