situación VI: Plan fallido 1/2

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Ran es un chico de gustos sencillos. No anda presumiendo lo que tiene, y definitivamente no es de los alfas que se acuestan con diferentes omegas todas las noches y se despierta con resaca por las mañanas.

Sí, tiene pasatiempos caros pero ser mujeriego nunca ha sido cosa de bromear para el, no sabe cómo, pero las personas que conoce logran hacerlo con éxito. Ran estaría harto después de la tercera salida. Eso no quiere decir que no se le acelere el pulso o le caliente la sangre al ver alguna chica atractiva con la que fácilmente podría perderse por un par de horas, pero después llegaría el remordimiento de usarla sólo para un revolcón. Y ese remordimiento es su talón de Aquiles.

Es por eso que sus primas se pasan metiendo en sus relaciones y citas creyendo que Ran se porta demasiado bien cuando hay muchas aprovechadas y aprovechados dispuestos a vaciarle los bolsillos. Hasta que un día trajo a casa a Yuriko, una omega de estatus social al igual que los Haitani.

Ellas encontraron defectos en Yuriko que para Ran ni siquiera existían.

El alfa piensa en los sucesos pasados mientras sube las escaleras y va a paso rápido hasta detenerse frente a la puerta de la habitación de Rindou.

Entra abruptamente y pasa sin necesidad de anunciar o tocar; de todas formas encontró en tantos estados a su hermano que no le importa cómo o con quién se encuentre ahora.

Un estante lleno de libros recibe a Ran en la entrada, puede escuchar música sonando desde su portátil mientras Rindō está recostado sobre su cama, boca abajo, leyendo un libro de contabilidad y marcando las páginas con etiquetas de colores.

Al parecer su hermano no es el único ocupante, ya que su prima, Pam, también se encuentra en el lugar, sentada sobre un mueble negro opaco, hojeando una revista de modelos.

Ambos alzan la vista al ver al Haitani mayor, y Rindō baja su libro mientras comienza a examinarlo de pies a cabeza.

-¿Por qué estás lleno de lodo? Vas a ensuciar la alfombra -dice de mala gana.

-Me importa una mierda la alfombra. ¿Me puedes explicar quién le pinchó la llanta delantera a mi auto?

Ran está respirando con dificultad, su pecho sube y baja y su ritmo cardiaco descontrolado.

Rindou aprieta los labios y se cruza de brazos.

- ¿Estás insinuando que nosotros tenemos algo que ver?

-No. Estoy asegurando que ustedes fueron quienes lo hicieron. Lo que quiero saber es por qué.

- Pam -dice Rindou sin despegar sus ojos de su hermano-. ¿Acaso nos hemos movido de esta habitación en todo el día?

Pam niega con la cabeza, y vuelve la vista en su revista que en una conversación con Rindō.

Ran suspira audiblemente y se pasa una mano por la cara, frustrado y con deseos de lanzar cosas al aire.

I Love You So|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora