Después del partido Leo les apuró para ir al encuentro de Riley y el resto de su equipo, entusiasmado con la promesa que le había hecho ésta horas antes sobre presentarle a sus compañeras. La gente seguía abarrotando el lugar y una gran multitud se dirigía a los bastidores para felicitar a las chicas por su victoria.
Miguel había disfrutado realmente de la experiencia, aun si no hubiera entendido un alto porcentaje de las cosas que sucedieron y Leo hubiera tenido que explicárselas. Además, el hecho de que Hiro parecía haberle gustado también le hacía sentirse extrañamente realizado. Durante la casi hora y media que habían pasado ahí no hubo espacio para la incomodidad o el revoltijo de palabras. Los tres gritaron cuando la multitud gritó y se pusieron en pie cuando el resto lo hacía también.
Sin embargo, mientras discutían sobre si ir en búsqueda de Riley de inmediato o si era prudente esperar a darle un respiro a la pobre chica, Miguel pudo notar como el mayor volvía a ponerse incómodo y parecía estar esperando el momento exacto en que pudiera escaparse de una buena vez de ahí. Leo seguía parloteando sobre lo emocionante que había sido el partido y él no quería arrebatarle la oportunidad que tenía el chico ahora.
Al final fue Riley quien los alcanzó en las gradas y los tres la felicitaron por la reciente victoria. −Venía a invitarlos a la fiesta que tendremos por el inicio de la temporada de Hockey...− Leo aceptó de inmediato, mientras Hiro se negaba a la misma velocidad y Miguel se sentía entre la espada y la pared.
−De verdad lo lamento pero tengo trabajo pendiente y yo...
−Está bien− La chica contestó de inmediato −No se preocupen, nosotras cuidaremos de su amigo. Ustedes pueden ir a trabajar en domingo por la noche...
Al menor le tomó un par de segundos más entender las palabras de la chica. La miró con confusión y un tanto indignado −¿Yo no estoy invitado?
Riley negó, divertida −¿No pensabas dejar que tu invitado se fuera solo, cierto?
Entonces ambos se enfrascaron en una discusión absurda sobre si la chica quería dejarlo fuera de la fiesta o no, hasta que el peli-negro les interrumpió, ansioso por irse del lugar cuanto antes. Se despidió a las prisas y salió del lugar, dejando a Miguel parado como un idiota mientras le veía marcharse. »−¿Vas a dejarlo ir?− El tono de la rubia llamó su atención, pero no tenía tiempo para ponerse a pensar en ello, mientras tenía que decidir entre ir tras Hiro o acompañar a Leo. Riley pareció leer la duda en sus ojos −Yo me encargaré de este chico− su brazo se envolvió en los hombros de Leo y este pareció a punto de desmayarse en el más puro fanatismo −Ve.
Después de aquella simple palabra que abandonó los labios de Rilley, Miguel se despidió, con un rápido abrazo para sus dos amigos y se alejó de la multitud, para alcanzar la tenue silueta que formaba la espalda de Hiro a lo lejos. −¡Hey!− le llamó −Espérame.
Hiro volteó en su dirección, con la mirada curiosa y un poco confusa. A pesar de no estar seguro de ello, detuvo sus pasos en el medio del camino y esperó a que el moreno llegara a su lado −¿No tenías una fiesta a la que ir?− Preguntó divertido. Miguel se encogió de hombros y siguió caminando, esperando a que Hiro le guiara.
−Creí más emocionante mirar eso que no te deja ir ni un domingo por la noche.
Hiro no dijo nada, solo se limitó a guiarlo al edificio que correspondía a los laboratorios de robótica. Al ser un estudiante de música, Miguel no había estado nunca ahí. La construcción captó su atención de inmediato, se trataba de un edificio bajo en una extraña forma de domo y de grandes ventanales que no translucían el interior.
Pasaron las puertas sin problema después de que el mayor mostrara su identificación, y se dirigieron a una sala que tenía una placa con el nombre de Hiro impreso en ella. −No rompas nada− Le advirtió antes de abrir la puerta. Miguel se puso una mano en el pecho en forma de promesa -entre serio y divertido- y el chico lo dejó pasar.
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Sobre dos amores ⟨Higuel⟩
Fanfiction«Miguel ve en Hiro Hamada a un genio testarudo, huraño, solitario; una caja de secretos hermética que lo intriga a cada minuto que pasan juntos. Quiere descubrirlo todo de él, hundirse en el nuevo universo que es el muchacho de tez blanca y rasgos d...