𝐌𝐚𝐫𝐢𝐩𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐨́𝐦𝐚𝐠𝐨 [𝐴𝑙𝑢𝑐𝑎𝑟𝑑 𝑥 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟]

𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐝𝐨𝐬

{Narra Seras}
~Días después.

Desde aquella misión en el casino mi maestro y Hana han estado algo raros, no se si tuvieron problemas o algo, tenían ya rato que no los miraba juntos en la biblioteca. Mi maestro se la pasa mas tiempo en su habitación y Hana estaba muy distraída, algo que me llamo la atención ya que ella siempre es bien atenta a todo. Voy a ver si puedo hablar con ella.
Fui a la habitación, toque antes de entrar.
-¡Adelante!
Se escucho y entre. Estaba en un escritorio sentada parecía escribir.

-Hola Seras,¿puedo ayudarte en algo?-sonrío dulcemente-.

-Seras: ¡hola Hana! Si mira... quiero hablar contigo de algo,¿puedes darme unos minutos de tu tiempo por favor?.

-Claro, ven siéntate aquí a mi lado.

Me senté en el sofá que estaba aún lado del escritorio donde estaba Hana, la mire y analice primero si sería bueno preguntarle...

-Y dime, ¿de que se trata lo que tenemos que hablar?

-Seras: se que somos amigas, me alegro de tener una amistad en este lugar y yo la verdad te tengo confianza como para contarte mis cosas, espero que tú también me tengas confianza-sonreíste-.

-Claro, también es bueno tener otra amistad en este lugar, Integra y yo no hablamos mucho, se que es una mujer ocupada la cual no me molesta, así que es bueno contar con tu apoyo y amistad, puedes pregúntame lo que sea.

-Seras: perdón si esta pregunta incomoda, pero...¿pasó algo entre tú y mi maestro?,¿tuvieron problemas acaso?, ¿están molestos?.
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Esa pregunta me dejo pálida, Seras ya había notado que estábamos actuando extraño,no me quedaba más que otra que decirle la verdad ya que era obvio,aparte me estaba poniendo rojiza de solo pensar en el...

-Mira Seras, solo prométeme que guardarás este secreto hasta que yo vea necesario contarlo, ¿si?.

-Seras: lo primero-todo tú mano y te dio una cálida sonrisa-.

-Yo... yo me estoy enamorado de él creo, me están naciendo sentimientos que no había experimentado nunca... cuando lo veo siento el estómago como con mariposas, siento mi cara caliente y mi corazón... no deja de latir.

-Seras: eso es amor Hana,estás enamorada, ustedes se ven lindos juntoss.

-Solo que no quiero decirle, no se por que siento que voy a estropear las cosas si me abro con el, tampoco quiero ocultarlo por siempre por que se que me haré daño yo sola, solo tengo miedo de que sea igual que todos los hombres que he conocido.

-Seras: has un pequeño intento de darle la oportunidad, si quieres no le digas directamente lo que sientes. Podrías dejarle como pequeñas notas en la entrada de su habitación donde expreses tus sentimientos hacia el, así podrías ver cómo es su reacción y ya decides tú si vale la pena o no.

-Suena buena idea Seras, puedo intentarlo, justo estaba escribiendo en esta libreta, unas cuantas cosas...

-Seras: esta noche déjale una pequeña nota con algo escrito, pégala en su puerta, trata de llamar su atención sin que sepa que eres tú para que vaya a ver la nota.

-Gracias Seras por apoyarme en esto... lo agradezco mucho y de corazón.

Le di un gran abrazo, me sentía bien al saber que alguien me apoyaba, no le he platicado a Integra de esto, pero es necesario que hable con ella para saber que opina.
Seras se fue ya que tenía cosas que hacer, fue ahí cuando tome mi libreta para escribir algo, después arranque la hoja y espere a que fuera media noche.
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Llego el momento, me arme de valor y me fui en camino a su habitación.  Al llegar al pasillo donde se suponía que debería estar la entrada, no encontré nada,solo un par de cuadros y un espejo. Trate de analizar el lugar, es la primera vez que iba.
Empecé a sentir un aire helado, me di cuenta que prevenía de abajo del espejo... Una entrada secreta, unas largas escaleras en dirección hacia abajo, como un sótano. Trague saliva, estaba algo oscuro, pensé que sería bueno acercarme un poco por que se que no vería la nota en la entrada.
Justo cuando iba a avanzar, por accidente me resbalé y caí por las escaleras hasta que impacte con el suelo.
Me levante algo adolorida, una gran habitación, algo oscura, con poca luz. Avance un poco y solo había un sillón rojo, una pequeña mesa de estar. No había nadie... Fue ahí que se me ocurrió poner la nota en la mesita.

Di unos pasos hacia atrás, pero algo me impedía salir ahí.
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