𝐌𝐢 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐚 𝐧𝐚𝐫𝐚𝐧𝐣𝐚

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Los primeros días de mi recuperación fueron rápidas, debía hacer unos cuantos ejercicios para asegurar que mi cuerpo funcionaba correctamente, también estuve en sesiones de meditación para sanar mi mente después de lo ocurrido en la guerra y limpiar mi cuerpo de cualquier cosa negativa que me pueda afectar por el sacrificio que se realizó.
El barco que traía a mi gente regresó y ya pronto todo volvería a la normalidad en el pueblo, aquí venía lo malo de todo esto...Debía informarle a las familias de los soldados fallecidos lo ocurrido, me tocaba mucho el corazón hacer eso, pero tengo que hacerlo. También debía llamar a unos arquitectos para reparar algunos daños por los ataques que recibió el templo...
Afortunadamente Integra, Seras y Alucard me ayudaron con todo eso, estaban al tanto de mi recuperación que nunca estuve sola.
También hablé con el monje mayor sobre el tema de mi boda, pues ya le había comentado de la noticia, noticia que lo puso muy contento ya que yo quería que el llevara acabo la ceremonia , solo faltaba ponerme de acuerdo con Alucard de la fecha, así que iba aprovechar esta noche que lo vería en mi habitación para hablar de eso...También quisiera saber si estaba totalmente seguro de eso, me preocupaba un poco que se sintiera obligado a casarse conmigo.
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Estaba en mi cama recargada leyendo los informes del estado del templo y del pueblo que me habían llegado para confirmar que todo se encontraba en buen estado, cuando en eso escuché que Alucard había entrado a mi habitación atravesando la pared como siempre lo hacía.
Cabe contar que el regreso a su forma normal(así nombre a su forma que todos conocemos de el) su forma original también me gustaba, pero veo que se siente más cómodo estando así como es actualmente, un hombre delgado y muy alto.
Lo vi y supo que tenía mis ojos en el, regresándome la mirada con una sonrisa muy tranquila de su parte o tal vez me estaba seduciendo como todos los días lo hacía.

 Se dirigió hasta el armario, suponiendo que iba a quitarse ese gran saco rojo y dejar el sombrero, también pensé que que se pondría algo más cómodo, fue un día largo para el y para los demás, hacer mis labores no es tan fácil después de todo

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Se dirigió hasta el armario, suponiendo que iba a quitarse ese gran saco rojo y dejar el sombrero, también pensé que que se pondría algo más cómodo, fue un día largo para el y para los demás, hacer mis labores no es tan fácil después de todo.

Después de un rato salió con una camisa de mangas largas que le quedaba suelta, pues podía verle un poco el pecho, un pantalón negro y unos zapatos de vestir, se podría decir que esa era la forma como vestía para estar cómodo cuando estaba en mi habitación.
Le sonreí y le hice una seña dando pequeñas palmadas sobre la cama para que se sentara conmigo, el no dijo nada y acercó, dejé los informes sobre la mesa de noche y lo tome de la mano una vez que el se sentó.

-¿Como te fue?, ¿Todo bien?.

-Alucard: si, fuimos al pueblo a revisar si había daños en el area, todo está bajo control y no hay daños. La gente no paraba de preguntar por tu salud, algunos negocios y familias mandaron unos pequeños arreglos de flores para ti como obsequio, todos desean tenerte pronto de vuelta.

-Oh-solté una pequeña risa-. Que lindos de su parte que se preocupen por mi, quisiera que plantaran esos arreglos en el jardín, no quiero que se marchiten.

𝐌𝐚𝐫𝐢𝐩𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐨́𝐦𝐚𝐠𝐨 [𝐴𝑙𝑢𝑐𝑎𝑟𝑑 𝑥 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora