Los días en el templo han sido agotados, pues todo el ejército se preparaba y entrenaba...Algo que me encantaba de los soldados de Japón es que son muy perfeccionistas y van al mismo ritmo,recuerdo que de pequeña los miraba y memorizaba los movimientos, varias veces le rompí una parte a mis osos de peluche, lo bueno que mi madre solía coser.
Los soldados de la organización Hellsing también habían llegado, deje que instalaran todo en un almacén que quedaba de sobra, le expliqué a mis soldados que ellos ayudarían a una mejor estrategia para los ataques, ya que en Japón no se usan casi las armas de fuego y somos más de arma de filo y artes marciales, que eso es un requisito muy pedido si quieres entrar a un ejército samurai de un templo, si no dominas las artes en el entrenamiento de aprendiz, vas para fuera.
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Solicite a unos soldados para poder entrenar con ellos, me coloque en el centro del campo de batalla y cerré mis ojos para poder relajar el cuerpo y poder adaptarme al ambiente. Fue ahí cuando los pude sentir, el movimiento de ellos en el campo. Algo curioso es que a mi me gusta entrenar en la oscuridad cuando quiero perfeccionar mis ataques.
Un ruido me hizo abrir los ojos, me levante rápidamente y efectivamente, logré esquivar el primer ataque de uno de ellos, el primer enfrentamiento fue cuerpo a cuerpo, tome a mi rival rápidamente del brazo para poder doblarlo, pasarlo por su espalda y patearlo lejos...Aquí la técnica es la velocidad en qué haces las cosas, si te demoras un pestañeo,estás muerto.
Nuevamente regreso el soldado para enfrentarse, me defendí de sus ataques, violentos hasta que el tiempo se acabó. Quedamos frente a frente y nos inclinamos como forma de respeto...Finalmente el combate con armas comenzó, dos soldados comenzaron atacar lanzando cuchillas, tenia que desviarlas con mi katana, podía agarrarlas, pero estas cuchillas las lanzan a una velocidad que si las agarras posiblemente te quemen la piel.
Lance un kunai a uno de los maniquíes y lo jale rápidamente hacia mi para lanzarlo a uno de los soldados, dejándome con uno solo. Este decidí atacar con su katana, el ruido de las cuchillas chocando se hizo presente rápidamente, parecía un baile con acrobacias, movimientos limpios y a un solo ritmo, había ocasiones que tenia que agacharme o brincar, ya que con la katana si es posible atacar todo el cuerpo, el soldado y yo quedamos finalmente cerca, cruzando cuchillas, viéndonos a los ojos, fue ahí que golpee con mi rodilla su abdomen para poder quitármelo de encima, di un salto para quedar lo suficientemente arriba de el y dejar caer mis piernas con fuerza sobre su abdomen y colocar mi katana sobre su cuello, dando así finalizada la batalla.-Seras: ¡Wow Hana! ¡Parecía que bailaban, señorita eso fue tan aaa!-se escuchó de fondo-.
-¿Seras? ¿Que haces aquí?-reí-.
-Seras: venía a dejarle unas cosas, pero me quede viendo como entrenaba y parecía que volaba,¡enséñeme a hacer eso!
-Lo haré pronto...Oye Seras, ¿puedes acompañarme a un lugar?.
-Seras:¡ Claro!.
Seras y yo tomamos camino hacia el calabozo, pero en vez de seguir derecho, dimos vuelta hacia la derecha, llegando así a unas escaleras que tomaban rumbo hacia abajo...Era largo el camino, solo había escaleras, pero estaba muy bien iluminado. Finalmente llegamos hasta abajo y estuvimos frente a una gran puerta, Seras y yo la empujamos juntas pues estaba algo pesada. Entramos y seguimos el camino, hasta finalmente llegar a una plataforma sobre un estanque. Le pedí a Seras que me esperara sobre la orilla, pues la plataforma solo soporta el peso de una persona... Fue ahí que encendí una pequeña vela y la dejé caer al lago, el lago se empezó a iluminar dando así luz a la oscura habitación, mostrando un jardín enorme, con muchas flores y grandes árboles de Sakura.
-Seras: ¡que lindo lugar!, pero...¿Por que tienen un jardín bajo el templo?
-Es el cementerio de mi familia.
-Seras: ¿cementerio?
-Si, una vez que muere un emperador, es enterrado con su familia, es decir, con las otras generaciones para proteger el templo y darle vida.
Lleve a Seras a un lugar especial del jardín, donde se podría apreciar un árbol genealógico muy grande de piedra con detalles pintados.
-Cada que se corona un emperador, este es dibujado mágicamente en el árbol genealógico, aquí puedes apreciar a todos los que estuvieron en mi lugar.
-Seras: veo que eres la única mujer,¿a que se debe eso?
-No lo se la verdad a que se deba eso, tal vez por que mi padre fue el único que se casó con una humana y no con una condesa vampiresa como todos en mi familia...
Suspire después de eso, me tome de valor para poder contarle a Seras la verdad, mi cuerpo se sintió frío...
-Escucha Seras, aquí todos tuvieron un mismo destino...Morir, todos aquí murieron en una guerra, derramando su sangre por el templo.
-Seras: ¿estás diciendo que puede que mueras?...¡¿pero por que?!, ¿No hay una forma de evitar eso?, ¡Pero eres un vampiro!
-Pero no soy como Alucard, somos diferentes, yo puedo morir si atraviesan mi corazón. Y si...Mi familia está destinada a morir, entonces yo también. Obvio que lucharé, pero no se si salga viva de esto y si salgo, moriré en otra guerra.
-Seras: entiendo...Lamento que esto sea así.
-No te preocupes...Pero bueno, no nos adelantamos, aun falta días-sonríe-.
Seras me dio un abrazo, un cálido abrazo que regresó el calor a mi cuerpo. Me sentía mal por el hecho que sabía que iba a pasar y ver qué hay personas que me quieren, ¿realmente valía la pena?...Sabía que llegar al trono me pondría obstáculos para mi felicidad...¿Como le voy a explicar a el lo que va a pasar?, ¿debería decirle?, ¿o no?.
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Llegue a mi habitación, solo quería recostarme, como siempre, obviamente no duermo, pero aveces quiero descansar el cuerpo. Al entrar se encontraba Alucard sentado leyendo un libro, me acerqué a él para saludarlo y darle un tierno beso, para así poder recostarme.-Alucard: ¿pasa algo?.
-Si...¿Alguna vez pensaste en casarte?.
Alucard no dijo nada, pensé que me había ignorado, pero al verlo de re ojo pude ver que si me estaba viendo. Cerró el libro y se levantó para guardarlo nuevamente en el estante, dándome así la espalda.
-No tienes por que responder algo extenso, solo es una pregunta de si o no.
-Alucard: matrimonio-interrumpió-. No, no he pensado en eso aun, estuve muchos años solo, conviví con mujeres que solo fueron por una noche...Matrimonio, alguna vez soñé con compartir mi vida aún lado de una bella mujer... ¿Y tu?
-No aun no...Menos ganas me dan cuando me presionan en eso, pero si me gustaría cuando llegue el momento.
Alucard se volteó y se acercó a mi lentamente, su expresión seria me costaba entender que sentía, ¿enojo?, ¿confundido?...Tal vez el no quería casarse, entenderé su decisión, darle tiempo, no quería decirle que yo si quería casarme antes de morir, vivir una ceremonia con el, pasar muchas cosas más con el, pero también es algo que pienso mucho...Alucard se sentó sobre la cama mirándome con esa expresión de seriedad, no dijo nada hasta en un rato.
-Alucard: solo el tiempo nos dirá la verdad-Tomo tu mano-.
¿Solo el tiempo nos dirá la verdad?, ¿a que se refiere con eso?,¿esto será acaso como la leyenda del hilo rojo?, ¿la luna rosa?...¿Debería decirle la verdad?, no quiero que haga las cosas por obligación sabiendo que tarde o temprano podría morir...Si,tal vez el tiempo nos dirá la verdad.
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𝐌𝐚𝐫𝐢𝐩𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐨́𝐦𝐚𝐠𝐨 [𝐴𝑙𝑢𝑐𝑎𝑟𝑑 𝑥 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟]
FanficUna vieja amistad de la lider de la organización Hellsing, Integra Fairbrook Wingates Hellsing, llega a la organización después de un terrible suceso ocurrido en su país de origen, Japón. Nuestra prota comenzará a experimentar cosas nuevas, incluyen...