𝐌𝐚𝐫𝐢𝐩𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐨́𝐦𝐚𝐠𝐨 [𝐴𝑙𝑢𝑐𝑎𝑟𝑑 𝑥 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟]

𝐆𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐥𝐨𝐬 (𝐈𝐈𝐈)

Kyoko aún conservaba fuerza y se puso en posición de defensa, fue ahí cuando volvió al ataque nuevamente lanzando una cuchilla a alta velocidad hacia Alucard, pero yo me interpuse en el camino y tomé la cuchilla con mi mano para que no llegara a Alucard, el ardor en mi mano era intenso, detener una cuchilla a esa velocidad provocaba quemaduras. Con cuerpo aún adolorido, moretones, rasguños y el vientre sangrando, eso no me impidió a mantenerme en pie.
Me arriesgaba mucho a hacer este tipo de cosas, pues mi cuerpo no es como el de Alucard, yo no puedo regenerar nada de mi cuerpo, esta guerra dejaría grandes marcas en mi cuerpo y yo moriré si me atraviesan el corazón.
Kyoko aprovechó el momento  aparecer clones de el, logro por fin después de varios intentos aplicar magia en el combate, clones que empezaron a aparecer y comenzaron a atacarnos.
Vi un tubo de mi lado derecho, me acerque a él rápidamente para balancearme y poder atacar a uno de los clons con una patada, tome ese mismo tubo y lo arranqué de donde estaba para lanzarlo hacia la cabeza de uno, por el lado izquierdo estaba Alucard quien disparaba para poder tratar de encontrar al original.
Con mi katana me encargaba de atravesar aquellos clones en busca del original, no me tocaba el corazón para matarlos, pues lo hacía con tanta rabia que esperaba pronto encontrar a Kyoko y atravesarle la katana por todo el corazón.
Estaba tan concentrada que no me percaté que tenían rodeado a Alucard, pues estaba clavado con cuchillas en un árbol. Uno de los clones o no sabía si era el original, lo decapito sin pensarla dos veces. Al darme cuenta de eso ese Kyoko y otros mas comenzaron a correr por mi, corrí rápidamente para arrebatar del cuerpo de Alucard una de sus armas para poder quitármelos de encima con un disparo, exactamente no se de que estaban fabricadas esas balas, pero acababan con cualquier cosa.
Disparaba y me defendía con mi katana de los clones que se me acercaban, esperando a que Alucard volviera, finalmente pude despejar el area, no había nadie...

-Kyoko: veo que estás muy tranquila, acabo de decapitar a tu jueguito ese...No te veo suplicando por su vida.-dijo serio-.

Me di la vuelta para ver de donde provenía su voz, estaba Kyoko sobre una piedra con la cabeza de Alucard en la mano, agarrándolo de su cabello. No quise responder a eso, pero me preocupaba un poco que Alucard se estuviera tardando en regenerar.
Con el cuerpo adolorido y lastimado, comencé a acercarme a mi rival, pues pensaba dar todo hasta el final. Kyoko también estaba muy cansado al parecer, su cuerpo y rostro tenían tantas heridas que logramos quitarle lo encantador desfigurándolo con moretones y cortes.
Mi rival comenzó a lanzarme cuchillas, con mi katana las esquivaba de mi camino, pero debido a mi gran herida en el vientre me dolía doblar el cuerpo o levantar los brazos, pues sentía como si mi piel se estirara, en uno de esos movimientos que no pude defender, la cuchilla se clavó en mi hombro, con dolor trate de quitármela saliendo de mi forma de defensa, Kyoko al ver eso lanzo mas cuchillas hacia calvándolas en varias partes de mi cuerpo...Caí de rodillas frente a mi rival y Kyoko comenzó a hacer comentarios negativos hacia mi...Era inevitable no sentirme mal, me sentía inútil por no poder soportar más para pelear...Alucard no regresaba, ¿si habría muerto?...
Kyoko ya se sentía victorioso, se acercó a mi y me pegó varias veces en la cara con fuerza, le parecía placer lastimarme, quería obligarme a hablar y suplicar perdón. Tiro la cabeza de mi amado frente a mi, como estaba incada,Kyoko se colocó atrás de mi y me agarro de la cabeza con fuerza para acercar mi rostro a la cabeza de Alucard.

-Kyoko: ¡Míralo!, ¡Está muerto!, ¡Te vencí mujer inservible!, ¡Pídeme perdón vamos!-golpeo mi rostro contra el suelo y lo levantó-.¡Súplica para que te salve!...Espero que te guste tu paseo al infierno.

Kyoko volvió a golpear mi rostro contra el suelo con fuerza varias veces, provocando que en mi frente se empezara abrir una herida y comenzara a sangrar de la frente y de la nariz.

-Kyoko: no sabes cuánto espere para poder hacer esto-rio-.
Kyoko levantó mi rostro ya muy lastimado y pasó su asquerosa lengua por mi cachete con moretones. Yo solo miraba la cabeza de Alucard, ignorando completamente la acción de Kyoko, mi sangre y lágrimas comenzaban a caer en la cabeza de Alucard.

Fue ahí cuando un par de murciélagos aparecieron sobre nosotros, nos comenzaron a rodear en toda la área del combate. La luna tomó un color rojizo, un potente color rojo, unas sombras comenzaron a salir del cuerpo de Alucard, unas gran sombras que comenzaron a cubrir todo su cuerpo. Al ver el rostro de mi amado, vi como perdía todo, desde piel, ojos y cabello, todo se convirtió en sangre...Sangre que volvió a su cuerpo junto con las sombras, era como si algo se estuviera formando algo...Un gruñido se hizo presente en el area, ¿un perro?...¿Donde?...
Pudimos apreciar que salía un perro de las sombras que tenían forma desconocida, un perro con unos dientes muy afilados...Era muy grande.
Pude ver finalmente lo que parecía ser un rostro lo que se alcanza a distinguir entre la oscuridad, con esa sonrisa tan abierta mostrando sus afilados dientes, pude ver que era el... Unos ojos comenzaron a vernos, estaba viendo lo que pudo ser una pesadilla para mi cuando estaba niña.

El perro atacó a Kyoko mordiéndolo del torso, haciendo que me soltara. Lo traía en el hocico como si un juguete chillon se tratara, ¿por que chillon?...Kyoko gritaba del dolor y hacia lo posible para que perro lo soltara. Aproveche para levatarme como pude, busque mi katana entre las sombras que nos rodeaban...Me costaba verla pues esta era oscura y el momento no me facilitaba nada.
Entre ojo y ojo pude verla brillar, la tome y me acerque a donde parecía ser "Alucard", en el camino me retiraba las cuchillas...Bendecidas, eso explicaba por que me quemaban tanto y me dolía hasta el alma. El perro traía a Kyoko a una altura muy alta y lo soltó dejando su cuerpo caer, al ver eso corrí rápidamente a donde iba a caer el cuerpo y me tiré al piso quedando boca arriba... Con la katana en mano, atravesé su corazón...
Lo asesine...Fui testigo de como el brillo de sus ojos, se desvaneció...Gotas de sangre salieron de su boca, gotas que cayeron en mi rostro.
El perro le arrancó la cabeza y comenzó a devorarla...Una cascada de sangre se hizo presente, sangre que me cayo a mi rostro...Vi como esa cosa decapito agresivamente a mi rival y se lo comía frente a mis ojos. Yo solo quede en shock pues el tener tanta sangre en mi cara me asustaba... Me moví hacia un lado, dejando caer el cuerpo de mi rival cayendo a mi derecha. Una fuerte lluvia llegó a nosotros en un instante... Estaba muy cansada, me dolía todo...Tomé un último suspiro y traté de levantarme. Saque mi katana clavada en el cuerpo de Kyoko, cuerpo que se transformó en comida para perro... El animal lo descuartizo todo y podía ver detalladamente como se lo comía, era una escena totalmente aterradora y asquerosa para mi gusto. Me recargue con una roca para poder descansar y dejé que la lluvia mojara todo mi cuerpo...Realmente estaba sorprendida de como es que aún sigo con vida, mi corazón no fue atravesado...Aún así se me comenzó a complicar enfocar la vista, tengo heridas muy profundas, quemaduras y golpes muy graves.
La tranquilidad se acabó cuando un dolor insoportable llegó a mi cuerpo, mi vientre no dejaba de dolerme. Sentía como si se me apretaran los órganos...Lo único que podía hacer era gritar y llorar del dolor, me abrace a mi misma pues era un dolor jamás experimentado, mi vista ya estaba dejando de funcionar bien, empezaba a ver borroso y oscuro, sin mencionar que las lágrimas empeoraban la situación...¿Acaso lo que vi en aquella pesadilla era mi forma de morir?...Me atacaron justo como lo vi...¿Yo ya había visto mi muerte?

En un pequeño abrir de ojos y último,pude distinguir que Alucard se acercaba a mi, lo veía borroso, pero si podía distinguir su forma, estiré mi mano apenas con fuerza y cubierta de sangre...Fue lo último que pude ver.
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