𝐌𝐢 𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐫

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Alucard comenzó a besar con dulcera mis labios hasta bajar lentamente a mi cuello, donde se quedó jugando con besos entre mi hombro y mi cuello, no sabía como describir lo que sentía... Eran como cosquillas y algo de placer...
Apreté su saco al sentir esa sensación, el noto mi acción y continuó haciéndolo, cada vez me pegaba mas a su cuerpo, me tenía rodeada con sus brazos... Sus besos llegaron a mi clavícula y lentamente empezaron a bajar a mis pechos... Dejo un cálido beso en la parte de arriba de uno de  ellos, eso provocó que seme saliera un pequeño gemido agarrando su cabello con fuerza...Apenada a eso tape mi boca, mi amado quito mi mano de mi boca para comenzar a besarme con pasión nuevamente, nuestras lenguas chocaban y se tocaban, todo esta bien hasta que sentí como una de sus manos retiraba una parte de mi kimono para dejar uno de mis pechos libres y comenzó a tocarlo...

-A- Alucard...No... Podrían vernos...Ahh...-dije agitada y soltando leves gemidos-.

-Alucard: nadie vendrá, tranquila...

-Lo se..Pero no quiero hacerlo aquí...

Esas palabras hicieron parar a mi amado,¿Eso lo habrá molestado?  Me miraba algo preocupado, analizando la situación...

-Alucard: querida, lo siento yo... Me dejé llevar, no fue mi intención-dijo acomodando la parte de arriba se mi kimono apenado-.

-Esta bien... Entiendo yo también me dejé llevar, pensé que no me harías caso y seguirías-lo mire-.

-Alucard: efectivamente iba a seguir, pero quiero hacer bien las cosas contigo...Mereces un trato mejor y algo mejor.

-Esta bien, gracias por entender que quiero ir despacio-le di un tierno beso-. Vamos, déjame mostrarte tu habitación.

-Alucard: yo no quiero una habitación-dijo serio-.

Me asuste un poco ante esa respuesta, no la esperaba ni menos de esa manera, aveces olvidó que Alucard tiene una actitud fuerte...

-Alucard: quiero compartir la habitación contigo-comenzó a dar besos en toda tu cara-.

Pero todo hombre con carácter fuerte, tiene su lado sentimental...

-Basta, me haces cosquillas-reíste-. Pero aun no pueden verte conmigo en mi habitación, no estamos casados para que permitan eso...

-Alucard: no me importa pecar por ti, de todos modos me iré al infierno...¿Aparte olvídate que puedo entrar de otra forma?-dijo con una sonrisa pilla-.

-Eres un pecador-lo bese-. Esta bien puedes estar conmigo y aparte quiero  presentarte como mi pareja ante todos, pero habrá cosas que no te permitirán por que no estamos casados...

-Alucard: por eso hay algo llamado... privacidad...Habitación...

-está bien esta bien ya entendí-interrumpiste-. Vamos,te acompaño a dejar tus cosas a tu habitación y así sirve que conoces el templo y a la gente-sonreí-.

Alucard me extendió su brazo para poder tomarlo de ahí, salimos de mi oficina y nos dirigimos a su habitación, fue ahí cuando nos topamos varios empleados y monjes por el templo, inclinándose ante nosotros.
Durante el camino le contaba un poco de mi historia a mi amado, el igual conmigo, explicándome así como se convirtió en un vampiro y como llego a Hellsing, parecía un niño pequeño contando sus aventuras, me encantaba  oír como sus historias con detalle.
Finalmente nuestro recorrido terminó en el patio bajo los árboles de Sakura que debatan caer sus hojas frente al lago, estaba sentada debajo de uno mientras Alucard estaba acostado boca arriba entre mis piernas, todo ese rato estuvimos hablando, le hacía caricias y logré hacer que se durmiera...

-Benkei: el sería un buen emperador y acompañante para usted... Veo que es el único hombre que se ha podido acercar a usted majestad...

Benkei se acercaba a nosotros con una bandeja con unas copas de vino.

-¿Usted cree? No lo sé Benkei... No quiero darle toda mi responsabilidad a él, aun que quisiera casarme con el, es un trabajo difícil en lo que se metería...Aparte el tiene otro lugar que proteger...

-Benkei: se que usted tomará la decisión correcta majestad... El es un buen hombre a pesar de que tenga un aspecto terrorífico.

-Gracias...

-Benkei: a su madre le hubiera encantado conocerlo, se que ella está feliz por verla con el amor de su vida-sonrió, se inclinó y se fue al templo-.

El tenía razón... Mi madre le hubiera encantado haber conocido a mi amado, recuerdo que de niña siempre me mostró que el amor era algo que todo ser humano y no humano necesitaba...Me hizo entender bien que llegaría el momento en el que conocería al amor de mi vida, por eso estaba en contra de que mi padre aceptara que se me acercaran hombres de otros templos para querer casarme con ellos y unir poderes... Por eso era muy reservada en temas del amor y tuvimos varios conflictos con varios templos por mi culpa al rechazar a los emperadores que venían a pedir mi mano...
Aun así no estaba lista aun para casarme, amaba con todo mi ser a Alucard que le entregaría mi vida entera y es mi razón de ser...Pero se que Integra lo necesita y no puedo traérmelo y desproteger a Hellsing...
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𝐌𝐚𝐫𝐢𝐩𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐨́𝐦𝐚𝐠𝐨 [𝐴𝑙𝑢𝑐𝑎𝑟𝑑 𝑥 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora