𝐌𝐚𝐫𝐢𝐩𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐨́𝐦𝐚𝐠𝐨 [𝐴𝑙𝑢𝑐𝑎𝑟𝑑 𝑥 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟]

𝐔𝐧 𝐚𝐛𝐫𝐚𝐳𝐨

{Narra Alucard}
El equipo y yo estábamos afuera preparados para la señal de aquella mujer, en una de las ventanas de uno de los pasillos de la casa pude verla, estaba viendo directo hasta nosotros, fue ahí cuando dio la señal. El equipo se escabulló listos para entrar, mi alumna se encontraba con ellos, yo decidí entrar por otro lugar y llegar a ella lo antes posible.
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Finalmente llegue a la habitación donde me vería con el equipo y tendría distraídas a las duquesas, realmente las tenía tontas así que fue fácil mentirles de lo que haríamos.

-Carolina: uhhh...no sabía que te gustaban los fetiches, ¿nos vas amarrar querida? -dijo acercándote a ti-.

-Si, ¿probemos cosas nuevas no? Será divertido... -le agarraste la cara-.

-Gisel: oye... Yo también quiero divertirme.- te agarro la cadera y te pego a ella-.

Había olvidado que eran vampiras, pude sentir que me tomo con fuerza de las caderas, sentía su fría respiración por mi hombro, hasta llegar a mi cuello... Me empezó a besar el cuello.
Me estaba sintiendo incomoda y quería parar ya con el hechizo, trate de librarme de su agarre, pero la otra chica también se me acercaba mucho hasta querer tocarme los senos, podía sentir sus deseos sexuales hacia mi por el hechizo.
Mire hacia un rincón y lo sentía a él, fue ahí cuando traté de comunicarme con el mentalmente.

-Ayúdame... Por favor, te necesito...

Un disparo sonó dándole en la pierna a Carolina, cayó esta al suelo con un grito de dolor. Gisel me soltó de su agarre, aproveché para agarrarla de la muñeca y lanzarla hacia una pared, clavándole así varias cuchillas en las piernas para que no se moviera, eran benditas así que solo se quemaría lentamente, finalmente pude desaseé el hechizo y amarre a Carolina.

Por otro lado Alucard se me puso aun lado, lo mire y fue inevitable no agradecerle.

-Gracias...-dijiste sonriéndole dulcemente-. ¿Tenías mucho tiempo ya aquí?

-Alucard: solo desde que dijiste que se divertirían probando algo nuevo.-dijo con una sonrisa burlona-.

-Que vergüenza, ahhh no creas que me gusto mucho hacer eso...-te tapaste el rostro-.

-Alucard: aun así te podía ver incomoda, no creas que me estaba agradando mucho verte en esa situación.

-Gisel: ¡hija de puta! No creas que esto se va a quedar así...-rio de una forma malvada-.

Los gritos no tardaron en sonar, afortunadamente ya sabias que la gente estaba bien, fue retirada rápidamente del lugar mientras que el equipo Hellsing se encargaba de los ghouls.

-Bien, ahora ambas nos dirán quien las mando...Hablen no quiero acudir a la violencia.

-Carolina: eres una estupida si crees que vamos a hablar, no diremos una palabra hasta que se pudran ambos en el infierno.

Alucard le disparó a ambas sin matarlas, solo provocándoles más dolor hasta que hablaran, por otro lado yo usaba un agua bendita que se usa para espantar a los demonios en Japón... no espere a que fuera a quemarles tanto, upss.
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Después de unas horas finalmente teníamos la información que buscábamos, dándole así fin a ambas duquesas, Alucard y yo salimos juntos de la habitación.
Empezamos a avanzar por ese largo pasillo, me sentía segura con el, tal vez por lo grandote que es o por el hecho que podía sentir un sentimiento... protección.

-Alucard: veo que no me has soltado de la mano desde que salimos-dijo riendo-.

-Ehhh??...-mire y lo tenía agarrado de la mano, algo que me sale por reacción ya que cuando caminaba con mis padres en el templo los agarraba de la mano-. Pe-perdón yo, no sabía que estaba haciendo eso, ¡no me di cuenta, lo siento!-dijiste apenada y algo sonrojada-.

-Alucard: hey... Tranquila-te miro-. No me molesta en lo absoluto.

No puedo creer que me estaba comportando así con el, ¿o acaso es el espíritu de mi madre poseyéndome para que sea dulce con el? O...¿realmente lo quería?.

Me sentí en paz y sin pensarla dos veces lo abracé, un abrazo que sentía que me quemaba el alma, hasta llegar a mi corazón.

{Narra Alucard}
Me estaba abrazando, parecía tan dulce verla como estaba pegada a mi torso, sin pensarla tanto la abrace y la pegue a mi.
Podía sentir un cálido calor,¿realmente esto estaba pasando?, ¿No es un hechizo? ¿O solo funciona con mujeres? Quería tenerla así siempre, cerca de mi y protegerla...
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Ambos vampiros estuvieron abrazados por horas, sintiendo las caricias del otro, parecían dos adolescentes enamorados... Algo estaba naciendo entre ellos dos y no era solo una amistad.
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Al llegar a la mansión después de esa victoriosa misión, fui a la biblioteca para buscar algo y distraerme.
Para mi mala suerte solo encontraba libros de amor, sentimientos y ¿libros de historias eroticas?
Me senté en el sofá que estaba ahí y suspiré.

-Creo... que me estoy enamorando.
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