Little Wing - Bucky Barnes x OC Traducción

Mi chica

A/N: ¡Ya estoy de vuelta! Gracias por ser tan comprensivos y dejarme tomar una semana extra para descansar mi cerebro y concentrarme en mi trabajo de la vida real por un rato. Los quiero mucho a todos.

De todos modos, espero que este capítulo compense el descanso. Hay una gran revelación en este, dando a Dove un vistazo a la realidad de Bucky. Además... ¿es eso... un pequeño destello de obscenidad? SÍ. Capítulo +18 justo aquí bebés.

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Dove abrió la puerta trasera de una patada y salió corriendo al césped (descalza como siempre) con sus cosas en los brazos.

Aunque su paso vaciló cuando vio que la mesa estaba vacía, lo cual era... extraño. Nunca, ni una sola vez, se había encontrado con Bucky fuera. Normalmente estaba sentado en su silla, rodeado de sus enormes rollos de papel, lápices y herramientas de lujo. Sólo levantaba la vista de sus ridículamente valiosos bocetos para mirarla una vez que ella se sentaba.

Volvió a entrar en la casa después de dejar sus cosas en la mesa, planeando aprovechar al máximo el peculiar cambio de horario. Les preparó un tentempié, esforzándose más de lo habitual.

Después de tostar un par de rebanadas de pan para cada uno, las depositó en una bandeja que había cubierto con diferentes mermeladas y algo de mantequilla. Colocó algunas uvas y rodajas de manzana alrededor de las tostadas y luego preparó dos tazas de café. Trabajó tan rápido como pudo para tener todo listo para cuando Bucky bajara.

Hizo algunos viajes dentro y fuera de la casa hasta que todo fue colocado en la mesa exterior, luego organizó todo para que se viera bien para ellos antes de tomar su asiento.

Dove probablemente no debería haber tenido tanta energía, teniendo en cuenta que estuvo despierta hasta la madrugada con sus amigos aprovechando al máximo la feria. Su grupo sólo se marchó cuando se apagaron las luces y los estruendosos fuegos artificiales dejaron de resonar con fuerza en el cielo. Incluso entonces, cuando llegó a casa, dio vueltas en la cama, incapaz de conciliar el sueño.

Pero no tuvo que preguntarse por qué su cuerpo estaba tan inquieto. Ni por un segundo. Era Bucky, simple y llanamente.

No podía dejar de pensar en su noche en la feria. La forma en que él le hablaba, la miraba, la cuidaba, bromeaba con ella, la tocaba y la besaba. No podía dejar de repetir cada minuto como una maldita película en su cabeza.

E incluso mientras estaba sentada en la mesa, se sorprendió a sí misma sonriendo mientras untaba su tostada con mermelada de frambuesa roja. Probablemente parecía una loca sonriendo ante un puto trozo de pan, pero ya no intentaba ocultar su floreciente afecto. Emociones como esa eran raras para ella. Prácticamente inexistentes. No se contagiaba de los sentimientos con facilidad, si es que alguna vez lo hacía, así que se regodeaba en ello.

Comió a ciegas y dio un sorbo a su café amargo y fuerte mientras escribía en su diario, poniendo sus pensamientos en palabras entintadas. Llenó la página más rápido de lo que se imaginaba con la cantidad de emociones (un poco aterradoras) que estaba sintiendo, para luego pasar a la siguiente y retomar.

Había pasado casi una hora escribiendo cuando Dove empezó a preguntarse si Bucky se levantaría alguna vez. Miró la bandeja que había preparado para ellos, ahora cubierta de migas y manchas de mermelada. Dos tostadas frías estaban pacientemente sentadas junto a unas pocas rodajas de manzana y uvas que había dejado para él.