Little Wing - Bucky Barnes x OC Traducción

Santuario

A/N: ¡Uf! Los he echado mucho de menos durante las dos últimas semanas. Este capítulo es largo (realmente consideré hacerlo en dos partes) así que tomen un bocadillo o una bebida y pónganse cómodos. Y sí, habrá obscenidades. Hay un poquito de alcohol antes, así que tengan cuidado si son sensibles a eso.

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Bucky dormía en la habitación de Dove todas las noches desde aquella primera vez que pasaron juntos.

Nunca se hablaba de ello y por muy constante que fuera, Dove seguía yendo a la cama, preguntándose si le haría una visita.

Su pecho se tensaba con la respiración contenida mientras se tumbaba de lado. Con la mirada perdida en la oscuridad hasta que le escocían los ojos, tratando de mantenerse despierta. Se estresaba pensando en si debería haberle dejado alguna nota o haberle dicho algo, invitándole a entrar. Se devanaba los sesos, repasando cualquier señal que él le hubiera dado antes para decirle que entraría a hurtadillas.

Y entonces, como si lo llamaran sus propias preocupaciones (justo cuando consideraba que se iba a quedar dormida) oía cómo la puerta se abría lentamente y se cerraba igualmente. Entonces, un segundo después, las mantas se levantaban de su hombro y el colchón se hundiría detrás de ella. Un brazo cálido se deslizaba alrededor de su caja torácica, seguido del resto del fuerte cuerpo que tan a menudo ocupaba su conciencia. Y se encontraría con esas persistentes notas de fondo de una colonia que se había aplicado al comienzo de su día.

Los labios se acercaban a su oído y la saludaban casi con un arrullo de las palabras "hola, alita".

La mayoría de las veces, acababan con la mano metida en los pantalones del otro, con los labios apretados y calientes, revolcándose en el desordenado nido de sábanas. Intentando ser lo más silenciosos posible mientras exploraban el cuerpo del otro. Liberando su deseo reprimido de un día de fingir que no había nada entre ellos. Aprovechando al máximo su ridícula privacidad.

Y cuando terminaban, Bucky se acurrucaba detrás de Dove y jugaba con su pelo. Preguntando sobre su día y dejando que la chica hablara hasta dormirse de esa manera adorable en que lo hacía.

Se dio cuenta de que era útil para ella. Hacerla recordar los detalles mundanos y sin sentido de su día, sólo para que su cerebro se ralentizara por un momento. Para silenciar su constante monólogo interno o escritura mental. Hacerla pensar realmente en los detalles que recordaba y repetirlos en voz alta a oídos oyentes.

A Bucky también le gustaba, sin importar si quería admitirlo o no. Le gustaba colmarla de atenciones y hacer que se sintiera escuchada por una vez. También le gustaba oír cómo su voz se volvía áspera y arrastraba las palabras cuanto más hablaba.

La forma en que la palabra "está" desaparecía por completo y se convertía en otras como "o bueno "a bien". O el modo en que perdía mitades enteras de sus palabras, de modo que su habitual "porque" se convertía en "que". O incluso la forma en que perdía cualquier tipo de ritmo en sus frases y se limitaba a soltar sustantivos y verbos singulares.

Todo esto fue inducido por el agotamiento que Dove sentía en lo profundo de sus huesos. No sólo por la forma en que Bucky la hacía correrse hasta que casi se desmayaba, le hablaba, le hacía preguntas suavemente, le pasaba los dedos por el pelo y la abrazaba tan fuerte que sentía que eran uno solo, sino también por el simple hecho de estar allí con ella.

Él la embriagaba. Como si estuviera hipnotizada por su presencia. Como si un reloj de bolsillo oscilante la hubiera puesto en el trance más profundo y estuviera esperando que alguien diera una palmada y la sacara de él.

Las noches increíblemente tranquilas se convirtieron en la norma para ambos. No importaba lo tarde que se quedaran despiertos o lo temprano que tuvieran que levantarse para evitar un encuentro con alguien más en la casa. La calidad del sueño era diferente. Nunca se habían sentido mejor. Por supuesto, había que planificar mucho y preguntar sutilmente a la familia sobre sus horarios de la semana con antelación, pero valía la pena.