26°

3.2K 386 445
                                    

Natasha's pov:

Nos separamos y solté una risita nerviosa.

—¿Eso qué fue?—Pregunté y ella suspiró.

—Cállate, no me hagas pensar demasiado. Arruino las cosas cada vez que pienso mucho, y no tengo que darle explicaciones a nadie...

—A mi sí... Me besaste. —Susurré.—Y estás sentada en mi regazo...

—Es cómodo... —Murmuró ella. —Dios... No quiero insistir con el hecho de que estoy comprometida con una muerta, pero... Sólo han pasado cuatro meses y yo... Quería besarte, te juro que estaba enamorada de Mariah, pero....

—No debes darme ese tipo de explicaciones, Nataska. —La detuve. —Si tú dices que estás enamorada de ella, te creo.

—Ese es el problema. —Murmuró. —Estaba, porque no creo que sigo enamorada de ella si me gustas tú. —Suspiró. —La amo, pero ya no estoy enamorada... ¿Eso me convierte en una mala persona?

—Hacer tu vida no te convierte en una mala persona, teníamos historia y confudirte es... Normal, supongo.

—No quiero dañarte, Wanda. Realmente no quiero, y me aterra estar lastimandote, me aterra echar todo a perder y que tu sufras, me aterra decepcionar a la gente que me rodea y...

—Y estás asustada por cosas que crees que pasarán, no por cosas que realmente vayan a suceder.

—Tengo ansiedad, perdón. —Murmuré avergonzada.

—Lo sé, bebé... Siempre la tuviste. —Murmuró ella y me sentí extrañamente cómoda. —¿No te molesta si te llamo bebé?—Preguntó y negué.

—No, pero... Tal vez es muy pronto. —Murmuré. —No, yo... Sigue llamándome así. Por favor. —Dije acomplejada.

Escondí mi rostro en su cuello y ella sonrió mientras acariciaba mi espalda.

—No te alejes por favor... —Supliqué. —No otra vez, no después de tanto tratando de borrarte, porque lo conseguí y otra vez... Acabé aquí.

Levanté la mirada y Wanda me miró sonriente.

—No iré a ningún lado, te prometo que nada podrá separarme de ti, Natalia.

—Prometelo.

—Lo prometo. —Insistió.

—No cruces los dedos.

—Ni siquiera mentalmente. —Murmuró antes de volver a unir nuestros labios.

Dejé que tomara mi cintura, abrí los ojos al oír unos festejos, vi como en el ventanal estaban todas nuestras versiones festejando y Noe se dejaba trenzar por la mayor de las Wandas.

Me separé lentamente y cerraron la persiana de golpe.

—¿Es real o fallecí?—Pregunté.

—Iba a preguntarte lo mismo, porque aún no entiendo si de verdad está ocurriendo ésto. Stephen no contesta y...

—Wanda. —Gruñí notando la razón. —Stephen despareció con el blip.

—Oh...

Nos observamos nerviosas y comenzamos a reír. Que estúpidas.

—Ahora me siento mal por reírme de ésto, dios.

—Yo también. —Murmuró ella.

—Debemos ir dentro... —Intente levantarme pero sus manos se clavaron en mis caderas. —No te aproveches.

—No lo hago, sólo quiero saber si ésto lleva a algún lado...—Murmuró observándome fijamente. –Quiero que me des otro beso antes de entrar.

Solté una risita nerviosa y uní nuestros labios, sus manos se relajaron subiendo por mi espalda provocando que la arqueé levemente.

—Ya empezaste con tus cosas sucias. —Me quejé.

Salí de su regazo y ella comenzó a reír se echó hacía atrás dejándose caer sobre la madera y observando el cielo. No la veía tan feliz desde que... Nos perdimos.

—Iré a ver a nuestra hija.

—Ve. —Murmuró ella observándome. —Yo iré en un rato.

Asentí y me giré para entrar a la casa. Dentro la mayor de las Wandas le ofrecía galletas a mi hija.

—Hola, cariño. —Me saludó. —¿Quieres? —Preguntó ella y negué.

—Gracias, pero estoy llena.

—Lo notamos. —Bromeó Natasha.

Giré los ojos y ella sonrió.

—Gracias, chicas. —Murmuré palmeando la espalda de la rubia y la pelirroja.

Wanda mayor se acercó hasta su esposa abrazandola y besando su cabello. Mi pequeña embarraba en caramelo las galletas antes de meterlas a su boca de un tirón.

Wanda entró con una sonrisa al comedor y las demás parejas comenzaron a levantarse dispuestas para dormir.

—Bien, yo me voy a la cama. Mañana hablaremos, necesito saber algunas cosas y llevare información a Stephen. —Murmuró la mayor de las Natashas.—¿Vamos, brujita?

Estiró su mano hasta su esposa y se levantó caminando hacia las escaleras.

—Yo también quiero dormir. —Dijo la pelirroja tomando la mano de su rubia. Lo único que todas hicieron fue despedirse de Noe antes de subir.

Wanda besó el cabello de nuestra pequeña. Se acercó hasta mí y repitió el proceso antes de pasear sus manos por mi espalda.

—Basta. —Susurré nerviosa.

—¿Noe? ¿Dormirás conmigo?—Preguntó y nuestra hija asintió.

—¡Vamos ya!—Dijo emocionada comiendo su última galleta. —¡Adiós, mi cariño!—Se despidió de mi antes de subir las escaleras corriendo.

Wanda me observó fijamente con una mirada un poco más segura y coqueta que la que ha tenido todos éstos días.

—¿Qué?—Pregunté y ella sonrió.

—¿Otro besito?—Preguntó y tomé su cintura atrayendo su cuerpo hacía mí.

Uní nuestros labios y ella pasó sus manos por mi cuello.

—¿Otro?—Pregunté rozando su nariz con la mía, ella asintió con los ojos cerrados. Volví a besarla tomando su cintura y pegandola contra la encimera. —Buenas noches...

Volvió a besarme y se alejó con una sonrisa en los labios. Es muy linda y me hace sentir bien.

Por primera vez en casi cinco meses me estoy sintiendo bien. ¿Soy egoísta? ¿Está mal fijarme en ella? Es todo tan jodido.

No quiero que parezca que jamás amé a Mariah, porque lo hice, lo hago... Pero ya no de la forma en que creí.

Nota de autor:

¡Hey! ¿Cómo están? Yo trabajando, salgo algo tarde, pero llegaré a escribir otro capítulo.  ¡Nos leemos luego!

-Codex.

Don't you remember ; scarletwidow - blackhillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora