31°

3.2K 387 291
                                    

Wanda's pov:

Natasha estaba tocando con fuerza la puerta. Fuera llovía a cántaros y Noe ya estaba arriba, bañada y durmiendo.

—Pasó algo muy loco y... Oh, Dios. —Dijo ella entrando como una demente dentro de casa.—¡Esta mierda me supera!

—Es una buena serie. —Bromeé.

Natasha comenzó a beber agua de forma exagerada, su camiseta mojada por la lluvia era empapada por el agua que caía por su mentón debido a los temblores de su mano.

—Hey, Nat. —La detuve y dejé el vaso en el fregadero.—¿Estás bien?

—¿Tú estás bien?—Preguntó asustada.—¿Todo en ti está bien? Perdóname por ser una imbecil que no sabe lo que quiere. —Dijo rápidamente.

—Wow, ¿bebiste otra vez?—Pregunté y negó. —Natalia...

—Poquito. —Sollozó nerviosa. —Temía que si venía antes a casa les hicieran algo.

—¿Qué?—Pregunté preocupada. —¿Quién?

—La simbionte, se llama Demka. La hija de Mariah es idéntica a ella y... —Suspiró.— Ella se llama Emma, es... Es...

Natasha estuvo a nada de desmayarse frente a mí. Tomé su cintura para sostenerla y se aferró a mi con fuerza.

—Tengo miedo. —Admitió. —Ya no puedo hacer ésto. Ya no puedo despertarme a diario extrañandola y queriendo besarte. Ya no puedo fingir que no quiero que tú me cuides, estoy cansada, porque sé que no puedo sola. Nunca pude.

Me quedé quieta.

—¿Qué es lo que quieres entonces?—Pregunté cansada de tantas vueltas. —No puede ser un día si y otro no, Natasha. Me gustas, pero no valgo tan poco.

Ella asintió rápidamente.

—Lo sé y lo siento, yo quiero estar contigo, Wanda. Quiero... Tengo miedo de todo... Tengo miedo de dejar a Noe, de que nada funcione, y sobretodo tengo miedo de darnos una oportunidad y que todo vaya tan bien que en algún momento tendrá que ir muy mal. —Sollozó. —Y no quiero que las cosas contigo vayan mal, porque me gustas, y porque cuando éramos más jóvenes tú eras todo para mí, y no soportaría perderte otra vez.

Asentí algo aturdida, sin embargo pegué mi frente a la suya y la hice callar, ella realmente esta hiperventilando. Natasha es demasiado ansiosa y eso no le hace bien. Sobrepiensa todo demasiado.

—¿Estás bien?—Insistí.—¿Cuánto bebiste?

—No bebí, fue sólo una copa. Tengo miedo. —Insistió. —Ni siquiera pude beber más, estoy jodida.

—Ningún... simbionte o como se llame, sería más fuerte que yo, cariño. Estamos bien. —Murmuré y me arrepentí de haberle llamado cariño.

Es mi cariño. La quiero, pero... No es una forma adecuada debido a la situación en la que estamos donde yo lloro por ella y ella por Mariah.

—¿Qué pasó?—Pregunté. —¿Qué es un simbionte?—Pregunté.

—La hija de Mariah y Steve. Experimentaron con ella.—Abrió su abrigo y sacó una carpeta de allí.—La inyectaron al nacer, solamente por ser descendiente de alguien con el suero. Querían ver si podían crear supersolados mitad simbiontes.

—¿Y eso es?

—Un extraterrestre, feo y malo.

—Nat, todo está bien. Aquí estamos bien. —Insistí.—¿De verdad le hicieron eso a la pequeña?—Pregunté.

Natasha asintió entre lágrimas.

—Experimentaron con ella como si fuese un jodido juguete de pruebas... —Me observó fijamente. —Ella pudo ser Noe...

—No lo fue. —Dije tratando de calmarla. —Y es horrible lo que le hicieron, pero... Noe está arriba durmiendo.

—Es que soy una persona horrible... —Sollozó. —Steve la tiene encerrada.

—No es tu culpa.

—Ya sé. —Murmuró. —Me refiero a que sentí alivio al saber que Noe estaba aquí contigo descansando... No es justo que nuestra hija pueda elegir y la hija de Mariah esté allí sufriendo.

Suspiré.

—Natasha, sentir alivio porque las personas que amas están bien no te vuelve egoísta, te vuelve humana.

—Y una mala persona.

—Todos son malas personas.—Insistí.—Nataska... Tú eres una gran mujer, siempre poniendo a todos delante de tu bienestar, incluso cuando te lastimabas... Me ayudaste a escapar de esa estúpida cárcel, y yo había roto tu corazón.

—Es porque te amaba.

—Exacto, das todo por todos y más cuando amas.

Suspiró.

Me arrodillé delante de ella levantando su mentón,  nos observamos fijamente q los ojos por varios segundos.

Ella parecía pensar en absolutamente todo mientras la lluvia caía fuera, sus ojos entristecidos me recordaban la forma en que cada vez que recordaba cosas de la habitación roja ella se encerraba en su mundo a sufrir y yo debía ayudarla a salir de eso.

Ahora es igual, y jamás me cansaré de hacerlo.

—Te quiero. —Murmuré. —Estamos bien.

—Quiero besarte.—Murmuró ella e intentó acercarse pero la detuve.

—No soy un juguete, Natasha. —Suspiré.—Me quieres o no, pero no estaré pendiendo de un hilo cada vez que tú lo desees.

—Te quiero. —Dijo rápidamente. —No quiero perderte, y quiero que nos cuidemos, y esta dinámica familiar sólo me confunde más y más, te quiero y quiero estar contigo.

—¿De qué forma?—Pregunté nerviosa.

Ella pegó sus labios a los míos, la sentí clavar sus uñas en mi nuca de forma suave.

Joder.

Nota de autor:

¡Hey! No se si alcance a subir el 4to capitulo, pero lo intentaré.

-Codex.

Don't you remember ; scarletwidow - blackhillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora