capitulo 21

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Seiya sentía un mover en el universo, lleno de maldad que parecía tener hambre de venganza y destrucción, lo peor de todo es que se movía en ese lejano planeta llamado Tierra.

Él sintió una desesperación por ir a ver qué pasaba allá, sabía que ahí estaban sus hermanos con sus familias, pero el deseo de ir era por algo más fuerte, no sabía que era lo que le llamaba con desespero y estaba dispuesto a saberlo

– Reina Kakyuu– dijo Seiya solemne y con una reverencia – me presento ante usted, ya que nuestro amado Rey su esposo no se encuentra. He de informarle que he tomado una decisión que se me ha negado por diferentes razones que desconozco -

– Adelante Seiya, dime qué decisión es la que tomaste - decía la Reina Kakyuu con amor en sus ojos pero también una pizca de duda y temor a lo que fuera a decir –

– Me voy al planeta Tierra, donde se encuentra mi familia, es necesario que vaya. Yo sé que usted ha sentido esa fuerza de maldad que se mueve allá, y me preocupa el ver qué no hace nada, a sabiendas que mis hermanos sirven allá. – su voz sonaba fuerte y decidida .

– No tienes de que preocuparte, en ese planeta vive la gran Neo Reina Serenity, ella sabrá que hacer – dijo lo más calmada que pudo, pero tanto ella como su esposo sabían a lo que se enfrentaban pero no querían involucrar a Seiya .

– ¡ Basta de eso ! – grito Seiya impotente – Yo no sé quién sea esa Reina de la que tanto hablan y veneran, no confío en ella. Mis hermanos y sus familias están allá, esa fuerza maligna es tan potente que si su amada Reina fuera capaz de solucionarlo, ya hubiera hecho algo al respecto. Llevo meses sintiendo está fuerza de odio y tratando de contactar a mis hermanos y nada he podido hacer, solo quedarme aquí como un inútil  porque a usted no le agrada la idea de que vaya. ¿ A qué le tienen tanto miedo, que por eso me dejan encerrado en este planeta ? – no se había dado cuenta que en sus ojos estaban esas lágrimas que tanto quería derramar y que salían solas.

– Pero Seiya, no te puedes ir así como así, tienes una hermosa esposa y una bella hija, ¿ acaso no piensas en ellas, o te las llevarás contigo a un lugar que no conoces? – trato de hacerlo entrar en razón, pero no estaba preparada para lo que iba a oír.

– Yo no tengo una familia en este planeta, aquí no hay nada que me retenga su Majestad – Seiya pudo ver la sorpresa que a su Reina se le formaba en su mirar, y supo que su "amada"esposa Serena había sido muy pero muy cautelosa y discreta para  sus artimañas – Puedo ver qué aún Serena no ha venido a hablar con usted, como se hicieron muy cercanas  creí que ya sabría las buenas nuevas–

– ¿ Pero de que hablas? No entiendo nada, explícame por favor–

– Resulta que mi esposa siempre me vio la cara de tonto, y me hizo creer que Seiren era mi hija – esto lo dijo con cierto dolor, pues a pesar de todo él amaba a esa niña cómo si fuera suya – Todo empezó cuando ella se aferró a querer tener un hijo, y cada que hablábamos de eso, ella hacia un berrinche y terminábamos peleando. Hasta que un dia me dio la noticia de su embarazo, no me alegre como debía, lo sé, pero mi corazón no estaba preparado para un hijo. Pero cuando vi a esa pequeña mi corazón latió con un amor que no creí tener, pero sus rasgos siempre fueron tan diferentes a los míos, asi como algunas actitudes que no cuadraban, pero por ser tan pequeña sabia que debía cuidar de ella. Siempre me trataba de imitar, aunque no lo logrará, era bello verla intentar  parecerse a mi– esto lo decía con cierta melancolía en sus ojos – Cada que le preguntaba a Serena ella respondía que era por parte de su familia que se parecía nuestra hija, y yo no volvía a preguntar. Pero hace unas semanas mientras Serena y Seiren salieron, alguien llegó de visita a mi casa, y cuando abrí la puerta, no hubo necesidad de hablar con la persona que estaba frente a mi, no había duda de lo que veía y lo que sentía. Frente a mi estaba el verdadero padre de Seiren, su mismo cabello, sus mismos ojos, y sus facciones........No hay duda, no tuve que preguntar pues él sabía a lo que iba, y eso fue para  decirme en mi cara que iba a pelear por lo suyo, que ya no estaba de acuerdo en seguir esperando por su hija y su mujer, a la que ama – con dolor lo dijo al saber que realmente no había nada suyo en ese lugar.

– ¡ Seiya ! – dijo la Reina Kakyuu con dolor en su voz y corazón – por favor, espera a que regrese mi esposo y así el pueda informarte lo que está pasando y pueda ir contigo, esperalo por favor – suplico la Reina pues no sabía que decirle en esos momentos tan duros para su gran amigo.

– ! No entiende que ya espere demasiado ! – grito furioso y después de eso salió corriendo por los pasillos del palacio hasta llegar a los jardines reales donde invoco su poder y salió del planeta Kimonku para dirigirse a un lugar desconocido donde él sabía que le llamaban, ¿ Quién o qué ? Eso es lo que iba a averiguar.



Mientras tanto en el planeta Tierra, todo era dolor y destrucción.
Desde que la pequeña Dama se dejó envolver por esa fuerza oscura, ella había tomado el control de su reino, pues ella se había auto proclamado la Gran Reina Black Lady.

A sus padres los había enfrentado con furia, y era tanta la fuerza que Black Lady tenia, que no hubo necesidad de un ejercicio para desterrarlos, pues su fuerza y el amor que ellos le tenían, no pudieron enfrentar los errores que habían sembrado en su hija.

Llevaban meses peleando en su contra y con todos los seres oscuros que ella podía crear, pues no solo era que estaba siendo manipulada, sino que caos había tomado su cuerpo para vivir entre la humanidad y sobre todo cerca de la gran Neo Reina Serenity y así poder acabar de una vez por todas con la luz y el amor, y lo estaba logrando como lo había planeado.

El decreto de la princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora