El decreto de la princesa

capitulo 31

En la actualidad nuevamente.

La princesa Serenity podía escuchar como la Neo Reina hablaba con suaves palabras pero cargadas de tristeza, todo paso como una película o un sueño muy malo. La voz de la Neo Reina Serenity por fin se dejó de oír, se había marchado así como llego.

No había quien no se sintiera pésimo por las acciones tomadas y sus consecuencias, todos podían sentir el dolor de su princesa por haber perdido el amor de su vida, verse en una relación por obligación y que su pobre hija sufriera las consecuencias de sus decisiones y la soledad de no tener a sus amigas a su lado cuando más las necesito.

Pero aún así todo era confusión, llanto y dudas pues la voz de caos seguía haciendo estragos en cada una de las personas presentes, aún en la princesa. Su único objetivo era destruir esa tonta luz que irradiaba la princesa de la Luna, pero sucedio el acto de amor que siempre debe existir en medio de la oscuridad.

La princesa Serenity estaba con su cristal de plata en sus manos a punto de terminar su decreto, pero Seiya pudo abrazarla por la espalda y decirle suaves palabras llenas de  verdad y lealtad, pero sobre todo de amor verdadero.

- ¡ No Bombón ! No estás sola, aquí estoy contigo, juntos hasta el fin.- y un suave beso cerro su promesa - te amo Serena Tsukino, mi hermoso bombón y te seguiré hasta la eternidad, siempre juntos - la princesa sintió todo el amor reunido en esas palabras y con una suave sonrisa y con el corazón hinchado de amor y felicidad respondió.

- Te amo Seiya, mi estrella y no permitiremos que nada ni nadie nos separe, juntos hasta la eternidad- y así unieron sus manos tomando el cristal de plata y una fuerte luz cegadora llena de poder comenzó a brotar del cristal de plata, pero lo más hermoso fue que del pecho de Seiya se desprendió un pequeño pero poderoso trozo de su semilla estelar que se fusionó con el cristal de su amada y así el poder no solo se duplicó, sino que alcanzo niveles inimaginables, causando la expulsión completa de caos  que había en sus seres queridos, lanzándole fuera del sistema solar, aún más allá de los confines de esa galaxia, donde lo encerraron para que no siguiera envenenando los corazones frágiles.

Todos los que habían sido manipulados sintieron como se despojaban de dudas y malos pensamientos, veían con mucho más claridad todo y cuando todos voltearon a ver a su princesa y amiga, lo que vieron los impacto de una manera positiva, pues podían ver qué esa pequeña se convertiría en una gran Soberana junto a su amado Rey.

El vestido de la princesa Serenity había desaparecido, en su lugar nosé encontraba tampoco el vestido de la Neo Reina Serenity, sino que llevaba puesto un vestido corto por debajo de las rodillas, con un corte de corazón por sobre su pecho, pero que era cubierto por encaje y con mangas cortas,todo de un color aperlado, su cabello suelto hasta la cintura acompañado de una corona delicada que denotaba su realeza, su mirar lleno de madurez y sobre todo amor, en su mano derecha sosteniendo un gran cetro más alto que ella con la figura de una estrella dorada  en la punta y enmedio una pequeña luna creciente hecha de un pequeño trozo del cristal fusionado.

Seiya por su parte vestía un traje azul marino con franjas de color gris que delineaban su cuerpo ejercitado, también llevaba unas hombreras del mismo color que hacían saber que no solo era un rey sino que también se involucraba en el ejército, su mirada al igual que su amada esposa y Reina denotaba madurez, confianza y sobre todo amor, él por su parte llevaba un cetro de su altura en su mano izquierda con una luna creciente dorada en la punta y una pequeña estrella dentro hecho igual de un pequeño trozo de cristal fusionado, en su mano libre llevaba la mano de su amada, sujetandola con suavidad pero con firmeza.

Cuando todas las sailors vieron a sus futuros soberanos, llegaron y se inclinaron con devoción y juraron lealtad, aún la princesa Kakyuu entendió la magnitud de su poder y su nuevo destino y sin más tiempo que perder se arrodilló frente a ellos jurando lealtad a la familia real del universo y que contaban con ella y su reino para entrelazar convenios.
Por su parte Darien comprendió que ese destino que ellos se estaban forjando estaba lleno de amor y fidelidad, y sin una pizca de rencor ni tristeza él también se inclino ante ellos y juro lealtad y servicio.