Cuarto de oración
La Neo Reina Serenity se levantó después de esa conexión que tuvo con su yo del pasado, sintió un pequeño mareo y un muy leve pulsar de energía diferente al que había en cuanto ella estaba ahí, pero estaba aún un poco aturdida por los acontecimientos que habían pasado, y todo lo que se decía en el palacio que no le tomo mucha importancia a ese cambio, y así sin más se dispuso a salir de ahí, con pasos lentos pero firmes.
Aunque poco duro el estar ausente en sus pensamientos pues la puerta de ese gran salón de oración fue abierta por un soldado que ella no reconoció.
– Su Majestad ( dijo el soldado y reverencío ) – Su esposó el Rey la espera en la sala familiar, mando a buscarla pues ya llevaba mucho aquí dentro y se preocupo por usted –
– ¿ Que,..... mi esposo ? – susurro la reina para si, y pensó el porque Endymion la busco diciendo que es su esposo, varias preguntas vinieron a su mente en ese momento – ¿ Acaso mi yo pasado volvió a elegir a Endymion ? Pero ¿ porque razón ? No puedo percibir maldad aquí, ¿ acaso lo amo?– así siguió caminando por ese gran pasillo lleno de luz sin darse cuenta que ese no era el pasillo por el cual caminó por muchos años atrás.
Tampoco miro a los lados y no se percató de esos grandes ventanales que daban una vista preciosa a la oscuridad de afuera con esas hermosas estrellas que resplandecian en lo alto, solo se limito a seguir a ese soldado que la guiaba. Y por fin después de unos minutos de caminar llegaron a su destino, la sala familiar.
– Adelante su Majestad – dijo el soldado con una reverencia mientras otro soldado más abría.
– Muchas gracias – fue la corta respuesta que dio Serena, pues al entrar noto que esa habitación nunca antes la había visto y empezó a recorrerla pues vio una ventana enorme y se percató que era de noche.– ¿ Estuve tanto tiempo en el salón de oración? – y cuando casi llegaba al ventanal una segunda puerta que no había notado se abrió y lo que vio o más bien a quienes vio tomados de la mano solo la dejo con más preguntas que respuestas.
– Ya deja de ser una molestia Seiya o le diré a todos como miras a la hija de..........– entro gritando la pequeña Dama y al ver a su madre ahí, dejo la pelea y corrió hacia ella para darle un fuerte abrazo – mamita ya te habías tardado allá adentro, papá estaba preocupado y no dejaba de ser molesto como siempre, aún no me explico cómo es que lo soportas mami, es tan cursi......– hablaba esa pequeña con gestos muy graciosos– Mami estas bien?– pregunto su pequeña hija al ver qué estaba reteniendo lágrimas en esos bellos ojos.
Para la Reina era una confusión todo lo que estaba viendo pues no tenía recuerdos más allá de lo que había vivido hasta antes de entrar a esa habitación, su hija que esa mañana tenia unos 16 años ahora lucía como una pequeña de 10 u 11 años, llena de alegría y un resplandor un tanto diferente, y sobre todo ese joven de aparente 16 años, ese joven no era más que su Seiya. ¿ Que pasaba? ¿ Porque todo era tan confuso? La situación la estaba llevando al límite pues tambaleó y casi cae, sino fuera por qué su hija y ese joven llamado Seiya la sostuvieron.
– ¿ Mami, te encuentras bien ? ¿ Que es lo que sucede ?
– Su Majestad, tranquila no tarda en llegar su Rey – dijo este joven.
– Tu.... Tu resplandor es similar, ¿ porque ? ¿ Que hice ahora ? No entiendo nada– susurro para si misma y así más lágrimas rodaron por sus ojos.
Muy cerca de ahí, un apuesto Rey iba caminando hacia la sala familiar charlando con un muy buen amigo, sin imaginar que su amada esposa estaba al borde de los nervios.
– Así es Endimyon, tu mejor que nadie sabes lo importante que es seguir al corazón y luchar por lo que queremos–
– Lo se su Majestad pero.....–
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El decreto de la princesa
RomanceSerena Tsukino ha tomado una gran decisión guiada por su corazón, pero no a todos les agradará lo que ella desea, haciéndola tomar decisiones que la lastiman, y no solo a ella, sino que hará que sus guardianas sientan el mismo dolor que ella. ¿que...