The Only Exception (Camren)

Capitulo 2

Camila estaba sentada sola bajo la sombra de un arbol en el patio de la secundaria; escuchando música con sus audífonos puestos intentando relajarse un poco, olvidarse al menos por un momento de todos sus problemas; empezando por el hecho de que su padre era alcohólico y golpeaba a su madre, quien nunca hacía nada por defenderse o intentar evitarlo; su hermano mayor era adicto a las drogas; mientras ella era el único soporte para su hermana menor Sofi que apenas tenía 9 años y para quien ella era su esperanza.
Camila nunca tuvo problemas de conducta o rendimiento, nunca tomó sus problemas como una excusa para ser rebelde o ser un desastre; aunque habían momentos en los que no podía más con lo que estaba pasando en su vida, ella siempre encontraba la manera de sobrevivir, la música siempre ayudándole con esta ardua tarea. Nunca habla con nadie sobre sus problemas, no confía lo suficiente en nadie así que prefiere afrontarlos sola.

Camila vio que la chica con la que había hablado esta mañana en la clase de matemáticas, Dinah se acercaba al lugar en donde ella estaba y también notó que estaba acompañada por otra chica.
--Genial-- pensó Camila --conoceré más personas--.
Dinah saludó a Camila mientras se sentaba a su lado, Lauren haciendo lo mismo que su amiga.
--Hola-- dijo Camila sonriendo a ambas chicas.
--Hey, soy Lauren -- se presentó la de ojos verdes sonriendo con timidéz.
--Soy Camila-- respondió la chica nueva. Dinah intentó hacer que las dos chicas hablaran, aunque le resultó un poco dificil, lo logró.
Cuando fué hora de volver a clases Dinah le pidió a Camila que salieran y así se conocerián más; Camila aceptó y entonces todas se dirigieron a sus respectivos salones de clases.
En cuanto sonó el timbre que indicaba que la jornada había terminado y que todos podrían dirigirse a sus casas, Dinah y Lauren se encontraron en el pasillo como siempre para volver a casa juntas en el auto de Lauren; la casa de Dinah estaba muy cerca de la de Lauren así  que siempre iban juntas.

--Ok ¿que opinas de Camila?-- cuestionó Dinah con un tono sugerente mientras se acomodaba en su asiento y se colocaba el cinturón de seguridad.
--¿Que opino de qué?-- dijo Lauren encendiendo el auto, girandose hacía su amiga y mirandola con un gesto de confusión.
--¿Te gusta?, ¿seguirás con la apuesta?-- continúo Dinah.
--Sabes que seguiré con la apuesta-- respondió la morena una vez que el auto había arrancado.
--Entonces empezarás desde mañana ¿Ok?-- dijo Dinah sonriendo.
--Ok.-- concedió Lauren.
-- Pero ¿por qué mañana?-- continúo mientras giraba a la izquierda.
--Porque mañana tendremos una cita con ella; se conocerán mejor y entonces podrás seducirla-- respondió Dinah.
--Esto es un poco cruel-- dijo Lauren --¿Qué tal si ella realmente se enamora de mí?. Eso sería muy horrible ¿qué pasará?-- cuestionó la morena con un poco de temor en su voz.
--¿Quieres saber que pasará?, pasará que tendrás un nuevo lapiz-- respondió Dinah con un tono burlón.
--Bien, entonces tendré un nuevo lápiz-- Lauren continúo con la broma de su amiga.
El camino a casa se volvió muy lento una vez que Lauren dejó a su mejor amiga.
Ella no podía dejar de pensar en lo que estaba apunto de hacer;  nunca había salido con alguien antes y tener una relación solo por una torpe apuesta que ni siquiera valía la pena, no siendo suficiente con eso la relación sería con una chica que apenas conocía; la cual ni siquiera sabía si le correspondería o no.
Además de eso estaba el riesgo de que Camila se enamore de ella (en el hipotetíco caso de que empezaran a salir) ella no quería lastimarla porque al parecer la chica nueva era agradable y tenían muchas cosas en común. De hecho de no haber sido por Dinah y su tono desafiante a Lauren le habría encantado ser amiga de Camila. Pero no, Dinah tenía que ser tan manipuladora y obviamente Lauren tenía que ser tan fácil de manipular. Así que ahora ya no había vuelta atrás, ella debía seguir con la apuesta, debía enamorar a Camila.

Al llegar a casa, Lauren apagó el auto después de estacionarlo, tomando sus cosas y bajando del mismo. Un enorme suspiro escapandose de sus adentros sin poder dejar de pensar en lo que le esperaba al día siguiente. No es que le molestara la ídea de intentar algo con Camila, pero tampoco le gustaba mucho que digamos.